Después de veinte años de matar mosquitos, el hombre fue finalmente capturado y llevado a juicio por crímenes de inhumanidad.
Tanto el juez como los abogados no podían comprender como alguien que profesaba ser humano podía causar tantas muertes durante toda su vida, así que el juicio estaba decidido aun antes de comenzar.
El evento duro relativamente poco, solo unas cuantas preguntas que el acusado no pudo contestar y las acusaciones de testigos que tuvieron que ser por escrito ya que no queda ningún sobreviviente de esa época.
Finalmente, se le propusieron tres opciones. Muerte por envenenamiento con baigon, muerte por aplastamiento con una mano gigante o morir de curiosidad por ver el contenido de una caja dorada que lleva un signo de interrogación hecho de diamantes.
El hombre, sigue sin poder decidir.
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Los frutos del tiempo. Relatos cortos
Short StoryEl tiempo fluye constantemente y con el van creciendo los frutos de lo que he sembrado. Esta colección de relatos es solo una pequeña cosecha de aquellas cosas que he aprendido y seguiré aprendiendo, una búsqueda por algo inalcanzable pero que di...