22 - Hacerte mía

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-Pero por ahora concentrémonos en esto.

Yo presioné un poco más su palma con mi mano para que los movimientos fueran más rápidos y duros.

Ella comenzó a cooperar y a mover su mano junto a la mía, sus gemidos cada vez eran más fuertes hasta llegar a los gritos.

Tiffany seguía acariciando su seno con la otra mano y mi vista no me alcanzaba para contemplar ambas cosas. Sin pudor alguno con mi mano libre acaricié su otro pecho y comencé masajeándolo lentamente, todo lo contrario a mi mano que se encontraba en su vagina.

-¡Tae! Necesito más, más de ti.

Sabía que ella quería que la penetrara con mis dedos, pero quería jugar un poco más antes de llegar ahí. Acerqué su boca a la mía y ella inmediatamente me dio acceso a su boca, acariciaba su lengua con la mía en repetidas ocasiones y después recorría el resto de su boca, claro sin descuidar el movimiento de mis manos.

Ella gemía dentro de mi boca, mientras tiraba de mi cabello y eso hacía que entre mis piernas algo se calentara y comenzara a palpitar. La deseaba tanto, de una manera que comenzaba asustarme.

Ella se separó de mis labios y comenzó a respirar de una manera pesada

-Yah-ah, aah, no me tortures.

-No te estoy torturando, sólo quiero que disfrutes por más tiempo.

Ella quitó su mano de entre sus piernas y tomó mi muñeca de una manera muy fuerte, que lejos de causarme daño me encendió más, colocó mi palma cerca de su entrada y ahora estaba en contacto con su humedad, se sentía tan bien que comencé acariciar alrededor formando pequeños círculos y por fin hice lo que me pedía, la penetré con dos dedos, ella tiró de mi cabello y soltó un gemido al sentir el brusco movimiento de mis manos.

Decidí ir lento para evitar lastimarla, pero parece que eso es último que le importa a Tiffany porque comenzó a mover sus caderas contra mi mano de una manera desmedida. Mis dedos cada vez desaparecían más rápido dentro de ella, se retorcía entre las sábanas y rasguñaba mi piel, el ardor y la excitación eran una combinación demasiado explosiva. Jamás había tenido sexo tan salvaje.

Agregué otro dedo dentro de ella de una manera demasiado brusca pero que ella me pedía a gritos, fue tal el impacto del nuevo intruso que ella dio un pequeño brinco y sus caderas subieron hasta encontrar el punto exacto donde debían de estar mis dedos y fue justo en ese punto donde comencé a mover mis manos con rapidez, quería que esta experiencia fuera inigualable. Mi mano comenzaba a doler y cansarse, pero yo quería darle más, sumergía más mis dedos y ella pedía más, sus paredes vaginales comenzaron a contraerse contra mis dedos, sabía que estaba al borde del clímax y valía la pena del dolor de mi mano con tal de ver tal espectáculo, el ver a Tiffany correrse, es algo que jamás me cansaré de ver.

Ella comenzó a temblar y un gemido escapó de su boca, estaba teniendo un orgasmo y con mi mano aún en movimiento traté de prolongarlo.

Cuando el orgasmo terminó ambas nos recostamos, estábamos agotadas y llenas de sudor en casi todo el cuerpo, ninguna de las dos habló mientras tratábamos de recuperar la respiración, porque como le dije antes esto es apenas el comienzo.

-Será mejor que vayas por ese juguete.

-Alguien está muy impaciente.

-Eso no es verdad, pero si no quieres podemos dejar esto por hoy y dormir, no pensé que te cansaras tan rápido.

-Eso suena como un reto, pero lamento decirte que tienes a Kim Taeyeon por un par de horas más.

-¿Sólo unas horas más?

Por favor Tiffany, no te casesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora