Justin's POV.
Me encontraba detrás del mostrador aburrido esperando a que alguien entre a la librería.
Trabajaba en una aburrida liberria donde se vendían todo tipo de libros y CD's.
Eras las 8:00p.m, y había mucha gente en las calles de Seattle, pero que solo salían de trabajar y querían llegar rápido a sus casas, no entraban a comprar algo.
Bostecé y miré una pila de libros a mi lado que la gente iba a comprar, pero se arrepintieron y terminaron llevando otra cosa o nada. Bufé y los tomé para luego salir del mostrador. Caminé lentamente dejando cada libro en su sector correspondiente.
El maldito de mi compañero se fue a comprar algo para comer y todavía no volvía. Yo necesito salir de aquí, necesito un poco de aire puro, no aire con olor a libro.
De pronto, la campanilla que indicaba que alguien había entrado sonó, así que salí de la sección de libros de terror rápidamente, aún con un libro en la mano que no había podido dejar.
Había pensado que era mi compañero, pero me di cuenta que no al notar que una chica de pelo castaño estaba ojeando los libros. No podía verle la cara ya que estaba de espaldas.
Me acerqué a ella y tosí.
-Buenas noches señorita. -La chica se dio vuelta y me sorprendí al verla aquí. -¡Beth! -La saludé contento y la abracé.
-Justin. -Sonrió sorprendida y me devolvió el abrazo.
Me agradaba muchísimo verla aquí.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó.
-Trabajo aquí preciosa. -Respondí.
-¿Hablas en serio? -Preguntó. -La última vez que vine aquí no estabas.
-¿Cuándo fue la última vez? -Pregunté.
-Hace unos cinco meses.
-Oh, por eso entonces. Yo trabajo aquí hace dos o tres meses. -Respondí y ella asintió. -¿Qué buscabas? -Pregunté.
-Un regalo para mí amiga. Cumple años mañana, y no sé que regalarle.
-¿Qué le gusta a tu amiga?
-La ropa. -Respondió con sarcasmo y solté una carcajada. -Si estoy aquí, es porque le gustan los libros. -Rió.
-Lo siento. ¿Qué tipo de cosas le gusta leer?
-Románticos, de terror, no sé, libros.
-Bien, entiendo. Puedo acompañarte a recorrer si quieres.
-Sí, tú sabes donde están los libros.
-Están por todo el lugar. -Respondí y rió golpeándome en el hombro. -Aquí tengo un libro de terror. -Le entregué el libro que tenía en la mano.
Ella lo tomó y comenzó a leer con entusiasmo la sinopsis.
-¿Te gusta leer? -Pregunté.
-Sí, me gusta mucho. -Respondió al cabo de dos minutos cuando terminó de leer. -Y este libro, me lo llevaré para mí.
-¿Te ha gustado?
-Me ha encantado la sinopsis. Supongo que luego no podré dormir en la noche, pero no importa.
-Puedo ir yo a hacerte compañía.
-Si eso quieres, hazlo. -Me guiñó un ojo y comenzó a caminar por los pasillos llenos de libros.
Sacudí la cabeza y sonreí. Bethany me iba a volver loco.
{...}
Bethany estaba ojeando un libro romántico y sonrió.
-Creo que he encontrado el indicado. -Dijo entusiasmada.
-¿Este no te parece típico? -Pregunté ya que los anteriores que había visto, los había dejado por ser más de lo típico romántico. Conocerse, ser novios, casarse, tener hijos, final feliz.
-No, este es genial. -Dijo y sonreí.
Se volteó por un momento, y aproveché acercándome a ella rápidamente. Cuando se volteó, su rostro quedó pegado al mío.
-Justin, sal. -Dije y colocó sus manos en mi pecho.
-No. -Negué con la cabeza y comencé a acortar la distancia que quedaba entre nuestros labios.
Cuando ya no hubo más distancia, coloqué una mano en su cintura y otra en su rostro.
Beth llevó sus manos en mi nuca y nos dejamos llevar por el deseo de besarnos.
Los segundos pasaban, y nosotros no nos separábamos, pero el aire se iba acabando. Cuando por fin nos separamos, pegué nuestras frentes y besé su nariz.
-Tus besos son droga. -Dije y ella rió.
-Lo mismo digo. -Dijo.
Por mala suerte, la campanilla de la puerta volvió a sonar y me tuve que separar de Bethany, seguramente mi compañero había llegado.
-¡Justin, he traído comida! -Se oyó su grito.
-¡Ya voy! -Respondí y miré a Beth. -Luego seguiremos con esto. -La besé por última vez y comenzamos a caminar hacia la caja.
-¿Dónde estabas? -Preguntó mi compañero cuando me metí en mi puesto nuevamente.
-Ayudando a la señorita a buscar un libro para su amiga. -Respondí y le guiñé un ojo a Beth.
-Si encuentro semen en los pasillos, no creeré nunca más en tí.
-¡Oye! -Le grité y lo miré enfadado.
-Lo siento, mejor me voy. -Rió y se sentó en una silla de allí. -O mejor me quedo aquí, pero no hablo. -Reí y negué con la cabeza.
-Lo siento. -Me disculpé con Beth.
-No te preocupes, no pasa nada. -Rió.
Beth dejó los libros sobre la caja y los tomé para guardarlos en bolsas.
-Serían cincuenta dólares.
-Eso sale el libro de mi amiga. ¿Y el mío? -Preguntó. -Serían cien dólares.
-El tuyo, te lo regalo yo. -Le volví a guiñar un ojo.
-No Justin, no hace falta. -Negó con la cabeza.
-No acepto un no como respuesta Beth. -Ella suspiró y asintió.
-Bueno, entonces gracias. -Me entregó los cincuenta dólares y yo le entregué los libros.
-No hay de qué preciosa. Disfruta tu libro, y dile a tu amiga feliz cumpleaños.
-Lo haré, gracias Justin. -Sonrió. -Adiós. -Se despidió y caminó hacia la salida.
Mi compañero rápidamente se levantó del asiento y me miró confundido.
-¿Qué ha sido eso? -Preguntó.
-El amor. -Dije bromeando mientras guardaba cincuenta dólares míos en la caja registradora.

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Rain ➵ j.b
Fanfiction«¡Cuidado, preciosa!» Idea original: @d-rewbieber ©Novela registrada en Safe Creative© ©No se puede copiar ni adaptar© Código: 1505254165325