Rain ➵ j.b

09.

Bethany's POV.

En la noche, no dormí casi nada. Solo he dormido dos horas, y cuando desperté, Justin ya no estaba aquí.

Terminé de tomarme mi café y cerré los ojos cansada.

Eras las nueve de la mañana y yo parecía un zombie que recién salía a la luz.

Mi teléfono comenzó a sonar, y ya el ruido me ponía histérica.

Me dirigí hacia él, y lo tomé muy lentamente.

-Diga. -Dije cuando atendí.

Ni siquiera había visto quien era.

-¿Bethany? -Preguntaron del otro lado de la línea.

-¿Justin? -Pregunté despertándome.

-Si, soy yo. ¿Cómo estás?

-Aún dormida.

-¿Te he despertado? -Preguntó. -Si quieres llamo en otro momento.

-No, me he levantado hace rato. Pero no he dormido bien.

-Pero cuando me fui estabas dormida.

-Sí, y luego me desperté. Y de ahí no he podido dormirme.

-Seguro fueron los nervios por lo de Blake. -Dijo. -¿Ha llamado o algo?

-No, sigue con la policía, creo.

-Oh, cierto. ¿Cómo te sientes con todo lo que pasó ayer? -Preguntó.

-¿Con Blake?

-No boba, con nosotros. -Rió.

-Oh, pues, con nosotros. Fue muy bueno. Te mereces un diploma como mejor follador en Seattle.

-Dios Beth, había sido sarcasmo. Te preguntaba por Blake. Pero bueno, me alegra que te haya gustado el sexo.

-A veces no entiendo bien el sarcasmo. -Mentí y reímos. -Bueno, me siento con muchas ganas de poner una orden de restricción.

En la noche no había pasado nada, pero no quería vivir con miedo.

-Está bien Beth, cuando quieras ir, dime que te acompaño. -Dijo.

-Bien, gracias. -Sonreí. Era muy tierno.

-¿Quieres que nos veamos? -Preguntó de repente.

-Sí. -Respondí y sonreí. -¿Te parece en McDonald's?

-¿Por qué allí?

-Porque tengo una obsesión muy grande con ese lugar.

-Bien, entonces allí nos veremos. ¿A las cinco te parece?

-Sí, me parece perfecto. Iré a darme una ducha, luego nos vemos.

-Bueno preciosa, luego nos vemos. Adiós.

-Adiós. -Le tiré un beso y corté.

Me dirigí a mi habitación y dejé el celular sobre mi cama.

Eran las dos de la tarde, pero ya iba a prepararme y salir, para recorrer un poco el centro.

Tomé un pantalón ajustado negro, una remera suelta blanca con un gran dibujo, y vans rojas.

¡Amaba vestirme como adolescente!

Tomé mi toalla y me metí al baño. Una ducha no me vendría mal. Espero que pueda despertarme.

{...}

Caminaba tranquilamente por Seattle viendo en las vidrieras la ropa que había.

Nada me interesaba realmente, solo me gustaba mirar, pero nada llamaba mi atención como para volverme loca hasta el punto de tener que comprarlo.