Rain ➵ j.b

13.

Bethany's Point Of View.

Abrí los ojos asustada por unos ruidos provenientes de la sala y me senté en la cama. ¿Qué mierda era?

Miré rápidamente la hora, y eran las 8:15 AM. ¿Había ladrones a esta hora? Asustada, me levanté de la cama y salí a paso lento de la habitación, sin hacer ruido.

Mis manos tamblaban y sentía calor en mi cara. En la sala, no habí nada, pero se notaba que la luz de la cocina estaba prendida.

Tomé un florero de cerámica que había sobre una mesa y caminé hacia la cocina. Cuando entré, noté que había un hombre de espaldas con una capucha puesta. Maldición, seguramente era un ladrón.

Me coloqué detrás de él, y en el momento que iba a romper el florero sobre su cabeza, el hombre se volteó y ambos gritamos al unísino al vernos.

-¡Justin! -Grité enojada y dejé el florero en la mesada. Coloqué una mano en mi pecho y me agaché para tomar un poco de aire, estaba por desmayarme.

-Bethany. ¿Estás bien? -Preguntó y asentí.

-¿¡Qué mierda haces aquí!? -Grité.

-No grites, por favor. -Colocó una mano en mi hombro, pero rápidamente lo alejé.

-Lo siento, sólo quería venir a disculparme.

-Sí y para eso te ibas a hacer pasar por ladrón.

-No tonta, te quería despertar con un desayuno, pero creo que hice bastante ruido.

-Sí, bastante. -Levanté una ceja enojada. -No tienes que disculparte con nada. Ahora puedes irte.

-No me quiero ir Beth. Quiero explicarte.

-¿Es que los hombres sólo saben decir esa frase? -Pregunté cruzándome de brazos. -Justin, no tienes nada que explicarme. Tú y yo no somos nada como para que me tengas que explicar con quien te acuestes.

-Bethany, por favor. -Bufó y yo negué.

-No me interesan tus explicaciones Justin.

-Bien, entonces no me escuches. Pero no me iré de aquí, no hasta que te cansas y me quieras escuchar.

-Entonces si es así, habla rápido y vete.

-¿Podemos ir a sentarnos? -Preguntó y asentí.

Caminamos a la sala y nos sentamos en los sofás individuales. No quería sentarme a su lado.

-Habla. -Dije.

-No es mucho. Pero tengo que pedirte perdón por ese concepto machista. Pero entiéndeme Bethany, no quiero que estés con otro hombre, desde que te conocí, te quiero para mí solo.

-¿Y no pensaste que yo podía querer lo mismo? Tú puedes acostarte con cualquiera, pero yo no. -Crucé mis brazos.

-Ni siquiera sé si pasó Beth. Estaba ebrío, no sé que pasó. Ni siquiera estaba consciente, quizá no me acosté con nadie.

-Eso no importa, tú no tienes que darme explicaciones. -Dije. -Y no quiero oírte más. Ya puedes retirarte. -Finalicé.

-Beth. -Me llamó.

-¿Qué quieres? -Lo miré con el ceño fruncido.

-¿Puedo quedarme aquí unas horas? No he venido con mi auto, ya estábamos llegando con los chicos, y les pedí que me dejen aquí de pasada.

-Eres tan idiota. -Bufé. -Sí, puedes quedarte. Ahora yo me iré a dormir. -Dije y comencé a caminar hacia mi habitación, cuando noté que Justin me seguía. -¿Qué haces?

-También ir a dormir. -Sonrió de costado. -No he dormido mucho, y lo que dormí, fue en un auto sumamente incómodo.

Quería decirle que no, pero no podía. Había extrañado dormir con él, pero no se lo admitiré. Sólo me limité a asentir con la cabeza y seguír mi camino.

Entramos a mi habitación y rápidamente me acosté en mi cama, tapándome hasta la cabeza con los cobertores. A esta hora hacía frío.

Con los ojos medio cerrados, vi como Justin se quitaba lentamente toda la ropa, quedando sólo en bóxers. Rápidamente me puse colorada y un calor me entró en el cuerpo. Puede que esté enojada con él, pero mi cuerpo no está anojado, y sigue poniéndose caliente con sólo verlo.

Minutos después, sentí como Justin se acostó a mi lado y me tomó por la cintura, haciéndome sobresaltar al sentir sus manos frías en contacto con mi piel caliente.

-No te he dicho que estamos bien ni que podías abrazarme. -Dije dándome vuelta para mirarlo, quedando frente a frente con él.

-No me importa eso. -Rió. -Sé que ya me perdonaste, sólo que no quieres aceptarlo porque eres muy orgullosa. Y también tu orgullo, no te deja admitir que te encanta que te abrace.

-Cállate. -Respondí y bajé la cabeza, para que no vea la sonrisa que se formaba en mi rostro.

-Sabes que tengo razón. -Levantó mi rostro y me tomó de la nuca. -Te he extrañado. -Comenzó a acercarse a mí y en un momento tenía sus labios sobre los míos.

Su lengua entró sin previo aviso a mi boca y mi lengua la recibió gustosa. Extrañaba besarlo, y más si era un beso sin pasión, uno lento. Lo tomé por el pelo y lo acerqué  a mí, sin querer que se aleje.

Unos segundos después, cuando el aire era escaso, nos separamos y me alejé de él aún con los ojos cerrados. Cuando los abrí, él me miraba con una sonrisa en su rostro.

-Sabía que no podrías resistirte.

-Eres un idiota. -Bufé. -Vamos a dormir si no quieres que te deje en la calle. -Dijo y me volví a dar vuelta.

Nuevamente sentí su brazo en mi cintura, rodeándome completamente.

-Igual sé que ya me perdonaste Bethany. -Rió contra mi cuello. -Te quiero. -Susurró.

Yo también te quiero Justin, mucho.