Rain ➵ j.b

23.

Leer nota del final, por favor.

Bethany's Point of View.

Salí del baño tambaleándome y bufé, ya era la segunda vez que vomitaba en el día. Esto no me gustaba para nada, además de ser asqueroso, me dejaba completamente sin energías. Ya venía así hace un mes y Justin no sabía, no quería preocuparlo, aquí la única preocupada era yo. No era estúpida y sabía que tantas naúseas podía tratarse de un embarazo, algo que yo no quería.

Me senté en mi cama y coloqué mi cabeza entre mis manos. No podía tener un bebé, la primera razón era que Justin ya sería padre y estaba bastante asustado por eso, y la segunda era que yo no estaba preparada y tampoco podría mantenerlo. Si estaba embarazada no lo abortaría ni nada, pero sería una etapa muy difícil.

No me atrevía a decirle a Justin que dudaba de un embarazo, sabía que le daría algo y yo me sentirí muy culpable, prefería quedarme sola con mi angustia y resolver esto sola.

Me levanté de la cama al oír el teléfono de mi casa sonar y salí de la habitación para atenderlo. Lo tomé y lo pegué a mi oreja.

-Hola. -Saludé.

-Beth, bebé, soy Justin. -Dijo del otro lado de la línea y me tensé. -¿Qué pasa que no respondes desde tu celular? -Preguntó y cerré mis ojos.

-Lo siento, lo dejé en mi bolso y no lo escuché. -Expliqué.

-Está bien preciosa. ¿Te encuentras bien? No tienes buena voz.

-Me levantando con el estómago un poco revuelto, pero nada más, ahora me tomaré un té y se me pasará. -Mentí.

-Está bien. Cualquier cosa llámame. -Dijo y sonreí.

-Claro que sí. -Respondí. -Me tengo que ir Justin, luego te llamo, adiós. -Saludé y corté.

Creo que no lo había tratado muy bien, pero me sentía realmente mal y confundida. Caminé hacia mi bolso y me lo colgué del hombro después de comprobar si tenía dinero allí dentro. Tomé las llaves de mi casa y salí directo hacia la calle, necesitaba una prueba de embarazo ahora mismo.

{...}

Llegué a la farmacia después de un largo viaje, ya que no quería caminar rápido, y entré haciendo que la campanilla suene. Un par de personas que estaban allí voltearon su cabeza para ver quien había entrado, pero rápidamente vovieron a lo que estaban haciendo. Saqué un número y me dirigí a los asientos para sentarme. Me sentía en otro mundo, como si la que estaba aquí no era yo, quería encerrarme en mi cuarto y quedarme en mi cama por muchísimas horas.

Unos minutos después, tocó mi número y me levanté perezosamente del asiento. Caminé hacia el mostrador y la chica que estaba del otro lado me sonrió, yo quise hacer lo mismo, pero sólo me salió una mueca.

-Buenos días. ¿Qué necesita? -Preguntó y me puse nerviosa inmediatamente.

-U-una prueba de e-embarazo. -Tartamudeé.

-Claro, ¿Quiere uno digital? -Preguntó y fruncí el ceño. -Esos muestran si está embarazada y de cuanto tiempo está, es digital. -Explicó y asentí.

-Sí, deme dos por favor. -Pedí y ella asintió.

Saqué dinero de mi bolso con mis manos temblorosas y solté un suspiro, iba a desmayarme aquí mismo, yo no podía estar esperando un bebé. La chica llegó unos minutos después con las dos pruebas en su mano y las metió en una bolsa, me las tendió y con miedo la tomé.

-Serían veintisiete dólares. -Dijo y le tendí el dinero. Cuando me dio vuelto, guardé las pruebas en el bolso y me retiré después de despedirme.