Rain ➵ j.b

30.

Justin's Point of View.

Abrí mis ojos gracias al insisteste ruido de mi celular que no dejaba de sonar. Bufé y estiré mi brazo para atenderlo. Lo tomé con un poco de dificultad y lo pegué a mi oreja.

-Hola. -Saludé con la voz rasposa.

-¡Justin! -Exclamaron del otro ldao de la línea y me senté en la cama preocupado.

Separé el teléfono de mi oreja y me preocupé al ver que era la madre de Jenna. Quizá le estaba pasando algo a la bebé.

-¿Qué sucede? -Pregunté.

-Jenna se ha puesto de parto. -Dijo y salté de la cama.

-¿Cómo que se ha puesto de parto? -Pregunté mientras comenzaba a buscar mi ropa desesperado. -Se supone que aún faltaba una semana.

-Lo sé, pero es normal.

-Intentaré llegar lo más rápido posible. -Dije.

No podría llegar rápido sabiendo que tengo veinte horas de viaje. Pero no puedo pagar un boleto de avión para llegar tan rápido, no puedo permitírmelo. Se suponía que tendría una cesárea y yo podría salir con tiempo, pero parece que la bebé decidió venir antes. Quizá cuando llegue a Los Angeles ya se sabrá si es o no mi hija.

-Ven tranquilo Justin. -Dijo y asentí.

-Cuando llegue seguramente la bebé habrá nacido. -Dije desesperado y la madre de Jenna rió.

-No te preocupes, ve con cuidado en la ruta. -Rió. -Tengo que colgar o Jenna me matará. Nos vemos en unas horas, adiós. -Saludó.

-Adiós. -Saludé y corté.

Tiré el celular a la cama y corrí hacia el clóset. Tomé una mochila luego de vestirme y comencé a guardar varias cosas que serían necesarias para estos días. Guardé por último el cargador de mi celular, documentos y papeles de mi auto. Creo que ya estaba listo.

No quería dejar a Beth aquí sola, últimamente pasaba mucho tiempo con ella y me encantaría llevarla conmigo, pero no quiero hacerlo por dos razones. La primera, son demasiadas horas de viaje para una embarazada, y la segunda, no quería juntarla con Jenna sabiendo que ella estaba teniendo su bebé. Y todo sería peor si el ADN sale positivo, así que prefiero dejar a Beth aquí.

Tomé todas mis cosas rápido y salí de la casa. No me había preocupado en desayunar, pasaría por un McDonald's y me compraría un café para llevar, pero no tenía tiempo para hacerme un café en mi casa.

Dejé mi mochila del lado de copiloto y me monté. Puse el auto en marcha y comencé a conducir directo a McDonald's. Mientras tanto, tomé mi celular del bolsillo de mi pantalón y marqué el número de Beth. Era temprano y seguramente estaba durmiendo, pero tenía que avisarle que me iría antes de que llegue a la ruta y se me vaya por completo la señal.

Coloqué el celular en el soporte que tenía el auto para éste y esperé a que Beth respondiera, cosa que hizo varios segundos después.

-Hola. -Saludó con voz adormilada y sonreí.

Tenía ganas de pegar una vuelta e ir a dormir junto a ella y Madison.

-Hola preciosa. -Saludé.

-Hola cariño. -Saludó nuevamente. -¿Qué sucede? -Preguntó.

-LLamo para avisarte que me estoy yendo a Los Angeles. Hace un rato me llamó la madre de Jenna y me dijo que ella se puso de parto. -Avisé y ella jadeó.

-¿Por qué no me avisaste así te acompañaba? -Pregunté.

-Porque no quiero que estés veinte horas sentada en un auto, te hará mal estando embarazada. Sólo serán pocos días bebé. -Dije y ella bufó.