Rain ➵ j.b

02.

Bethany POV.

Me he comportado muy dura con ese tan Justin, el que casi me atropeya con su auto. Pero no había tenido un buen día, y necesitaba descargarme con alguien. Y justamente él había sido la persona indicada.

Era muy atractivo, y tierno, supongo. Fue muy bueno al ofrecerse para traerme a mi casa, aunque era un completo extraño.

Bufé dejando de pensar en ese chico y seguí abotonando mi camisa negra, que hacia juego con mi falda, hoy saldría con Blake, mi novo, que me invitó a una cita y quería estar linda.

Nos hemos conocido por amigos en común, y me pareció muy tierno y lindo, así que le di una oportunidad, y estar con él me encanta.

Terminé de alistarme, y sonreí con el resultado, me gustaba. Me acomodé un poco el cabello, y salí de la habitación.

Me dirigí a la cocina y tomé un vaso de agua, estaba nerviosa.

Una bocina se escuchó fuera de la casa, así que dejé el vaso en el fregadero, tomé mis cosas de la sala, y antes de abrir la puerta, me acomodé un poco la falta.

Presioné mis labios para expandir el labial, y cuando abrí, mi sonrisa decayó. Era Justin.

¿Qué hacía él aquí?

-Justin. -Dije sorprendida.

-Hola Beth.

-¿Qué haces tú aquí?

-Estaba aburrido. -Respondió sonriendo.

-¿Qué no tenías otra persona para visitar?

-¿Te molesta que haya venido?

-Se me hace demasiado raro.

-Si quieres me voy.

-Sería lo mejor. En cualquier momento vendrá mi novio a buscarme.

-Oh, lo entiendo. -Sonrió, pero parecía una sonrisa forzada.

No me importaba ser dura con él. Sé que solo quiere sexo, y no se lo daré. Es muy atractivo, pero no le daré lo que seguramente quiere, tengo novio.

Un auto oscuro se estacionó detrás del auto de Justin, era Blake, y no le agradaría nada verme aquí con Justin, además de que es muy celoso.

-Justin, será mejor que te vayas. -Dije rápidamente.

-¿Por qué? -Preguntó extrañado.

-Blake ha llegado. -

-¿Quién?

-¡Beth! -Se oyó que gritaron. Miré con una sonrisa nerviosa a Blake, quién caminaba hacia mí con un hermoso ramo de rosas rojas en la mano.

Él era perfecto, pelo castaño, ojos marrones, pero que a la luz eran verdes, cuerpo bien formado, muy bien formado. Era de esos obsesionados con su cuerpo, que se pasaban muchas horas en el gimnasio.

-Hola mi amor. -Saludé cuando llegó a mi lado.

Me tomó de la cintura y me plantó un gran beso en la boca, sin importarle que Justin nos miraba fijamente.

-Te he extrañado mucho. -Me dijo. -Y te he traído esto. Espero que te gusten. -Dijo entregándome las rosas. Amaba eso de él, era tan romántico.

Blake miró hacia al frente y al ver a Justin, arrugó la frente.

-¿Quién eres tú y qué haces aquí? -Preguntó.