Rain ➵ j.b

18.

Bethany's Point of View.

Suspiré sin poder creerlo y miré a Justin quien estaba acostado en la camilla. Había llamado a la ambulancia ya que después de veinte minutos él no despertaba. Luego estando aquí, el había despertado, pero al estar tan alterado le pusieron un calmante y se durmió.

Yo estaba en completo shock. ¿Justin sería padre? Maldición, sabía que Justin se había acostado con otra mujer cuando estuvo en Los Angeles, y eso me daba una rabia impresionante, pero pensé que al menos se había cuidado. Quería que se despierte y darle un buen golpe, pero iba a contenerme, primero hablaría civilizadamente con él.

Antes de salir, había tomado su celular, así que había leído los mensajes que le mandó esa idiota. Le rogaba a todos los santos que ese bebé fuera de su ex novio y no de Justin, creo que no podría soportar eso. Yo me había enamorado de él, y creo que sería muy difícil estar con Justin sabiendo que tendría un hijo con otra mujer.

La puerta de la habitación se abrió y por allí entró un enfermero que revisó a Justin en silencio y me miró.

-Despertará en cualquier momento, lleva durmiendo más de tres horas, si eso es lo que te preocupa. -Dijo riendo y negué.

-No se preocupe, sé que despertará dentro de un rato. -Respondí e intenté sonreírle, pero no podía.

-Cualquier cosa llámeme. -Dijo y asentí.

-Bien, muchas gracias. -Respondí y él se retiró.

Me acomodé mejor en el sofá para poder dormir un rato y gruñí ante la incomodidad. Eran las 09:17a.m y yo seguía sin dormir, creo que no iba a despertarme en un buen rato. Pero si Justin se despertaba, sabía que me despertarían a mí, así que quería estar al menos un poco descansada para luego poder enfrentarlo y poder hablar.

{...}

-Bethany. -Oí que me llamaban de fondo y me moví. -Hey, princesa.

-¿Qué? -Murmuré abriendo de a poco los ojos.

-Despierta princesa. -Dijeron y abrí mis ojos por completo.

Miré hacia donde estaba acostado Justin ya despierto y me sonrió. Yo no le devolví la sonrisa, no tenía ganas de hacerlo. Él ya tenía mejor cara y estaba tranquilo, eso estaría bien para conversar.

-¿Hace mucho despertaste? -Pregunté.

-Sí, hace como dos o tres horas. -Respondió.

-¿Qué hora es?

-Son las dos de la tarde. -Dijo y asentí. -¿Estás enojada?

-Así es. -Respondí y me levanté del sofá.

Luego de estirarme y que me sonaran todos los huesos, caminé hacia el baño, tenía que hacer mis necesidades. Me miré en el espejo y noté mi rostro con un poco de ojeras, tenía el cabello despeinado y seguramente tenía mal aliento. Odiaba esto.

Salí del baño y me senté nuevamente en el sofá. Tomé mi celular de mi bolso y entré a los mensajes que tenía, los cuales no eran interesantes, solo quería evitar un poco a Justin.

-¿Puedo explicarte? -Preguntó Justin y lo miré. Él no tenía buen rostro, se notaba arrepentido.

-Habla. -Dije y me levanté para sentarme en la punta de la camilla.

-Te juro que yo no quería embarazarla Beth. -Comenzó a decir y reí.

-Eso lo sé Justin.

-Pero yo estaba borracho, al otro día no recordaba nada, ni siquiera sabía quien era la chica, ya que no la recordaba y ella se había ido antes. Nunca pensé que esto pasaría. -Dijo y rascó su nuca.

-Pero pasó Justin, no supiste usar tu maldito pene. -Dije enfadada. -¿Crees que con esto será fácil que estemos juntos? Maldición, encima está en Los Angeles, lejos de aquí.

-Lo sé. -Bufó. -Yo no sé que hacer, ahora no puedo pedirle una prueba, la bebé aún no nace. -Dijo y bajó su cabeza arrepentido.

Lo miré con sus labios entreabiertos, su largo cabello cayendo sobre su rostro y su rostro triste, y no pude evitar sentirme mal por esto. Quería abrazarlo, decirle que lo apoyaría con lo que pasara y que todo estaría bien, pero no podía hacerlo, porque sabía que eso no era verdad, nada estaría bien si ese bebé era de él.

-¿Qué harás si ese bebé es tuyo? -Pregunté y acaricié su pierna por encima de la sábana. Él levantó su rostro y me miró con un intento de sonrisa en la cara. -No te perdoné, no te ilusiones. Sólo no me sale ser tan dura contigo.

-No sé que haré, no puedo hacerme cargo de esa bebé. Trabajar en una maldita librería no te deja tanto dinero. -Dijo.

-Que lástima, podrías haber pensado eso antes de meter tu pene en cualquier lugar. -Dije.

-¡Estaba borracho, no sabía que carajos hacía! -Exclamó desesperado.

-Bien, de todos modos tendrás que conseguir otro trabajo, no puedes enterarte que es tu hijo en unos meses y no tener para mantenerla. Tienes que ir juntando desde ahora.

-¿Y si no es mi hija? -Preguntó.

-Entonces ese dinero quedará para ti. -Me encogí de hombros.

-Maldición, maldita situación de mierda. -Dijo y golpeó el colchón furioso.

-¡Cálmate! -Grité y me levanté para tomar su brazo para evitar que siga golpeando. -Haciendo esto no arreglarás nada Justin. 

-Yo no quiero hijo Beth, no ahora, no estoy listo financiera ni psicológicamente. No estoy listo en ningún sentido. Ni siquiera me hubiera imaginado tener un hijo con una mujer que no conozco. Mi plan era conocer a alguién, tener una relación, casarme y luego formar una familia. -Dijo y asentí.

-Te entiendo, pero esto te enseñará a no tomar tanto y no hacer cosas de las que luego te arrepentirás. -Dije y él se pasó la mano por el cabello.

Él sollozó y mi corazón se rompió en mil pedazos. Maldición, no podía estar enojada con él por mucho tiempo más, saber que él quizá sería padre me dolía, pero sé que a él no le gustaba esto, que él no quería ser padre y que la estaba pasando mal. Así que me acerqué más a él y lo abracé.

Colocó su cabeza en mi pecho, me abrazó por la cintura y siguió llorando. Yo coloqué una mano en su cabeza y acaricié su cabello, era como un pequeño inofensivo que se había lastimado y necesitaba ser consolado.

-Todo estará bien. -Susurré y besé su cabeza. No sabía si eso era verdad, pero creo que era una frase que podía reconfortar a algunas personas.

-Sólo estará todo bien si pasas esta situación a mi lado. -Dijo con la voz quebrada por el llando y reí.

Lo tomé por el mentón para que levantará el rostro y quité algunas lágrimas que caían por su mejilla. Besé cortamente sus labios y sonreí.

-Sabes que no sería capas de dejarte solo Justin. -Dije y él apoyó nuevamente su cabeza en mi pecho para seguir llorando.

Esto iba a ser difícil, era horrrible ver a un hombre fuerte como Justin llorando desconsoladamente sobre mi pecho por una situación que él no podía remediar. Sabía que ahora él necesitaba toda la contención del mundo y alguien que lo aconseje para ir por buen camino, y yo sería ese alguien, yo ayudaría a Justin a tomar buenas desiciones.