ULTIMO CAPITULO

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Otra caja más. La última. Había terminado de desempacar todo en dos días. La cargó hasta su habitación, su nueva habitación. La colocó sobre la cama, estaba algo agitada, así que se sentó. Acarició la sábana con lentitud... un recuerdo vino a ella. Justin tomándola de la cintura, atrayéndola a su torso, susurrándole cosas al oído... besándola. Sonrió a si misma al recordarlo, suspiró. Empezó a sacar el contenido de la caja para guardarlo en sus cajones y tocador. Un rato más y estaba todo listo, en su lugar. Se recostó en la cama, para pensar lo que haría el día de mañana. Su primer día en el trabajo, como conductora de televisión. Valla... parecía un sueño todo esto. La vida por primera vez, estaba compensándole todo el sufrimiento vivido tiempo atrás.


Lunes por la mañana. _______ abrió la ventana, el sol brillaba intensamente. Eran las 7 de la mañana, tenía una hora para arreglarse e irse. Se duchó. Se puso un vestido pegado al cuerpo, unos tacones y su cabello suelto pero muy bien peinado. Se maquilló lo mejor que pudo, estaría en televisión y debía lucir lo mejor posible. Bajó lentamente las escaleras curvadas, un extraño sentimiento la invadió al ver la puerta de entrada. Deseó con su alma que Justin entrara y la estrechara en sus brazos para desearle suerte en su primer día de trabajo. Pero no, él no estaba ahí, y no lo estaría en mucho tiempo.


Sacudió sus pensamientos. Fue hasta la cocina y preparó desayuno. Una vez que terminó de desayunar, llamó a Caitlin, Harry, Zayn y Amber. Pero esta última no le respondió. Sólo Caitlin, Harry y Zayn. Les avisó que en pocos momentos estaría en la televisión, para que estuvieran pendientes.


Ya estaba lista, cerró todas las puertas de la casa, tomó su hummer y se dirigió al trabajo.


Al llegar, la recibió el conductor con el que transmitiría el programa. Un tipo amable, de escasos 35 años. Se veía con experiencia. Muchas personas desconocidas empezaron a darle ordenes, le pidieron que leyera un libreto, que estuviera atenta a todas las señales que ahí le darían. Ella solo asentía, pero los nervios empezaron a inundarla.


El programa de noticias comenzó. _______... lo hizo. Habló fuerte y claro ante las cámaras. Ni ella misma se lo pudo creer, acababa de leer todo un libreto frente a miles de personas que veían la transmisión. De pronto, cortes comerciales. Aprovechó para tomar agua, más tranquila. 2 horas más y el programa había terminado. Sus nervios habían desaparecido, se sintió profundamente orgullosa de si misma. Lo dio todo de su parte. Caminó hasta la directora del programa.


-¡La felicito señorita O'Donnell! En su primer día lo ha hecho perfectamente bien...- Felicitó la señora. _______ sonrió alegremente.


-Yo... ¡Gracias! Creí que me trabaría, pero lo conseguí... muchas gracias señora Smith- Dijo felizmente.


-De nada señorita. Puedes retirarte por hoy, mañana a la misma hora- Pidió amablemente.


-¡Claro! Muchísimas gracias...- Se iba a dar la vuelta, pero se detuvo. -Disculpe- Intervino.


-¿Mande?- Preguntó.


-¿Conoce alguna playa por aquí cerca? Alguna en la que pueda relajarme... que no sea muy concurrida- Solicitó _______. La señora Smith pensó un poco.


-Claro... Stone. Está a 5 minutos de aquí, sólo debes conducir por la carretera principal, todo derecho. No te gires a ningún lado. Podrás observar el letrero a metros de distancia. Llegarás- Le guiñó el ojo. _______ sonrió.


-Muchas gracias, hasta luego- Se despidió.


_______ subió a su auto de nuevo, ahora empezó a conducir a la dirección indicada. Después de unos minutos, divisó el letrero, efectivamente, desde muy lejos. 'Stone'. Detuvo el auto, lo que seguía era arena y mar. Se bajó con lentitud del auto, se quitó sus tacones y los dejó dentro. No podría caminar con ellos en la arena. Un aire fresco se respiraba ahí. Aquella playa estaba muy solitaria, no parecía haber ni una sola persona ahí. Se sintió bien al estar ahí. Empezó a caminar sobre la arena, metros y metros, lo más que pudo alejarse de la costa. Para ahora sí, estar completamente sola. Observó las olas, caían con fuerza unas con otras. Un sonido muy relajante y tranquilizante. Justo lo que ella necesitaba. Se mantuvo parada unos instantes, cerca de la orilla, observando el efecto del mar. Le encantó estar así. Necesitaba estar sola, pensar y pensar. El aire se hizo más fuerte, el sonido de las olas también. Un frío le recorrió los brazos al descubierto, las piernas y la espalda. Se sentó en la arena y se abrazó a sus piernas. Ahora sólo observaba las olas del mar. De pronto, Justin. Justin. Justin. Justin. Sólo el en sus pensamientos. Recordó cuando se subió por primera vez con él a su Ducati... aquél día en que llegaría tarde a la universidad, él la había hecho enojar, pero terminó cediendo. Increíble. Sonrió al recordarlo. Luego, Justin sujetándola de la cintura mientras bailaban I'll Be de Edwin McCain. Moviéndose al unísono, congelando todo alrededor. Después... su primer beso. Ese mismo día, en la banca. Justin sujetándola de ambos costados del rostro, moviendo sus labios sobre ella con profundidad y suavidad. Fue ahí cuando una lágrima cayó por su mejilla... se había prometido no llorar más, pero esque tan solo recordarlo, la obligaba de nuevo. Su nudo en la garganta, formándose con rapidez. Y su mente que no la dejaba. Ahora aquél día en el Laberinto Lordville... donde ellos, hicieron el amor por primera vez. Hundiendo sus cuerpos en placer, satisfacción, calor y... amor. Sus lágrimas se volvieron más repetidas. Luego ellos dos en el lago Ritch... en aquella cabaña tenebrosa. Que dejó de serlo cuando volvieron a vivir una noche inolvidable. Y todo... absolutamente todos los recuerdos de Justin vinieron a su mente. Año y medio soportando esto... año y medio sin él, sin el amor de su vida. «¿Y si no vuelve? ¿Y si nunca lo vuelvo a ver?» pensó. Talvez era algo que ya se había pensado muchas veces, pero lo había superado. Pero cada vez que creía superarlo, este horrible pensamiento volvía a ella. Esque había pasado tanto tiempo que ya no sabía que pensar.

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