Capitulo 26

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Harry se subió de nuevo al auto de Caitlin.


-Está cerrado- Dijo sin ánimos. Estaban estacionados justo enfrente del lugar.


-Me lo suponía, son las 12 y media de la madrugada... no creo que una cafetería esté abierta a esta hora- Contestó Caitlin bromista. Él se rió.


-Si, supongo. Te debo el café para otro día- Replicó él.


-No es necesario, yo tengo para prepararlo. Vamos a mi casa- Dijo ella encendiendo el auto.



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-Escuché un ruido-Susurró ella. Justin no paró de besarle el cuello.


-El único ruido que escucho es el de tu respiración- Dijo Justin. -Y me fascina- Dijo volviendo a sus labios.


Ella no esperó más y empezó a desabrochar los botones de la camisa de él. En un dos por tres ya se la había quitado. Justin empezó a acariciarle la pierna con delicadeza, fue subiéndole la mano, logrando subirle más y más el vestido.


-El rojo te queda bien...- Dijo observándola en ese tentador vestido. -Pero este vestido te ajusta demasiado...- Se lamió los labios. -Es un estorbo-.


Empezó a bajarle poco a poco el cierre del vestido, dejándola en ropa interior. La abrazó a su pecho para proporcionarle calor. Ella le acarició el abdomen. Justin empezó a bajar con lentitud, sus labios iban dejando besos en cada parte de ella. Luego llegó a su abdomen, dejándole de la misma manera su deliciosa marca de besos.


-¿Qué tienes aquí?- Preguntó observando su parte más intima, sobre la ropa. Ella sintió que explotaría de ganas, sentía que le pulsaba todo el cuerpo.


Justin le bajó la prenda con lentitud, hasta apartarla por completo. Una de sus manos empezó a navegar en sus adentros. Ella empezó a retorcerse de placer. Justin empezó a masajear su clítoris, de lento a rápido, ella tenía cerrados los ojos, gimiendo en voz baja.


-¡Ya no aguanto, Justin!- Gritó temblorosa, apenas podía hablar. Estaba llegando al máximo nivel de placer. Justin sonrió, bajó su pantalón de la manera más rápida posible, acompañado de su bóxer, quedando al descubierto. Ella agarró a Justin de los hombros, para sujetarse de él. Justin le dio un fugaz beso, antes de penetrarla. Poco a poco se adentró en ella. Ésta se quejó ligeramente.


-Perdón... ¿Te lastimé?- Se disculpó Justin, deteniéndose.


-No, no. Sigue- Pidió desesperada. Si le había dolido un poco, pero sabía que el placer que esto le producía compensaría todo.


Justin empezó a embestirla, con movimientos lentos que inconscientemente ambos fueron multiplicando. Ella seguía amarrada a su cuerpo, ojalá no terminara esa sensación.


-Oh... dios- Susurró Justin, estaba aumentando la velocidad y pronto se correría en sus adentros. La abrazó más a su cuerpo. Ella tenía sus ojos cerrados y su boca semi-abierta por los gemidos. Justin la observó con ternura, nunca olvidaría su rostro... era perfecta. Le besó la frente.


-¡Justin!- Gritó ella, estaban a unos segundos de llegar al orgasmo. Y así fue, solo una embestida más bastó para que Justin depositara toda su masculinidad dentro de ella. Los movimientos finales fueron lentos... pero los más placenteros. El final del perfecto orgasmo. Justin la observó sonriendo, y le besó la comisura de los labios. Apenas habían llegado al orgasmo y se dio cuenta de que su deseo nunca podría ser saciado.


La abrazó a él y se giró en la cama, ahora ella estaba arriba de él. Sus sexos volvieron a rozarse con ese movimiento. Ella se balanceó con lentitud sobre él. Justin la tomó de la espalda con ambas manos, muy cerca del trasero.

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