Capitulo 5

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Ella se giró hacía él. Lo vió por primera vez tan cerca.


-¿Puedo robarte unos minutos?- Preguntó sin hacer gesto alguno, era serio. ______ lo notó.


-Ah... claro- Respondió. Avisó a su amiga con la mirada y se alejó unos metros. Ahora ambos estaban parados en la banqueta. Él suspiró, luego la vió.


-Quería pedirte perdón... no quería causarte eso- Señaló a la frente de ______, que tenía una venda.


-Ni yo a ti lo de tu abdomen... en verdad, perdón- Respondió apenada.


-No pidas perdón, estaré bien. Creo que ha sido mi culpa, no medí mi velocidad. Menos mal ya nos libramos de la ley- Dijo él. Ella esbozó una pequeña sonrisa.


-Si... tienes razón. Pero debes saber que yo tampoco medí mi velocidad. Así que estamos a mano- Aclaró ella. Él sonrió, para luego estirar su mano en gesto de saludo.


-Me llamo Justin, Justin Bieber- Sonrió levemente.


-______ O'Donnell, mucho gusto- Dijo ella, al momento que tomó su mano con delicadeza. Él la apretó dulcemente y a los segundos la soltó. La extraña sensación volvió a él.


-El gusto es mío- Susurró el con una cautivante sonrisa. ______ trató de ignorar el comentario.


Una voz femenina sacó a ambos de su trance.


-¡Justin!- Dijo casi gritando. Una mujer mayor, con rostro de preocupación, le hizo señas desde un auto.


-Es mi madre... tengo que irme- Aclaró Justin.


-Ah, de acuerdo. Hasta luego, Justin- Pronunció ella.


-Hasta pronto, que estés bien- Dicho esto, empezó a caminar en dirección a su madre. ______ se giró y volvió con Caitlin.



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Habían comprado comida china. A las dos les fascinaba. ______ estaba recostada en el sillón viendo televisión, con una cobija y su plato de comida. Caitlin lavaba el suyo. Su celular sonó. Su madre de nuevo.


-Es Rebecca- Dijo seria.


-Deberías contestar...- Alertó Caitlin. -Está preocupada por tí-.


______ tomó el celular en sus manos, y sin mucha gana, contestó.


-Hola- Dijo.


-¡Hija! ¿Cómo estás? Me han llamado del hospital ayer y...- Ella la interrumpió.


-Estoy bien, mamá. No te hubieras molestado en llamar, no quería robarte de tu valioso tiempo- Dijo desganada.


-¿Qué dices? Ayer no pude llamarte porque estaba ocupada, pero hoy lo hice porqué...- Fue interrumpida de nuevo.


-A eso me refiero. Tu trabajo y los casinos lo son todo para ti. Que me haya accidentado no significa nada, tranquila, cuídate- Y colgó. No quería escuchar más. Realmente, su madre siempre era así. Ella vivía con su novio en Manhattan, Nueva York. No le importaba nada que no fuera ella.


Caitlin suspiró al notar la actitud de su amiga.


-¿Quieres que veamos una película?- Preguntó para cambiar de tema.



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-¡TE DIJE QUE NO HICIERAS NADA!- Dijo abrazando con fuerza a su hermano.


-Lo sé, Amber. Pero no podía dejar las cosas así. Créeme, le dí su merecido. Aunque, falta aún más- Aclaró él. Ella lo soltó.

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