Ella se giró hacia Justin, quedando frente a frente una vez más. Él se acercó poco a poco a sus labios, haciendo que su respiración se agitara. La pegó completamente a su torso y le dio un profundo beso, que la hizo estremecerse.
Justin la empujó a la cama y la fue recostando poco a poco, hasta quedar él arriba de ella. Ambos empezaron a intensificar sus movimientos, proporcionándose caricias. Él introducía toda su calidez en la boca de ella, dándole el beso más exquisito que nadie le haya dado antes.
_______ rodeó sus piernas en Justin, pegándolo más contra su cuerpo. Él se separó de sus labios y le empezó a dar besos en mejillas, barbilla, pero poco a poco bajó hasta su cuello, besándoselo y lambiéndoselo, eso la hizo encenderse más, llegando a gemir en tono bajo.
-Sabes deliciosa- Susurró Justin explorando en su cuello. Ella cerró los ojos, inconcientemente. Sin avisar, Justin le quitó lentamente el suéter que tenía puesto, dejándole sólo la blusa que tenía abajo. Pero ella no se quedó atrás, porque apenas Justin le quitó el suéter, ella le quitó su chaqueta y de paso su camisa, dejándolo sin nada de la parte de arriba.
Justin sonrió, luego prosiguió a subirle poco a poco la blusa. Empezó a besarle con sensualidad el abdomen, haciéndola retorcerse por completo. Fue subiendo lentamente, hasta quitarle la blusa por completo. Justin iba a quitarle el pantalón, pero ella se lo impidió. Dio vuelta en la cama, quedando ella arriba de él. Subió hasta su rostro, quedando a solo milímetros de su boca. _______ empezó a acariciarle el abdomen con delicadeza.
-Me vuelves loco- Susurró Justin acariciándola por la espalda. Ella rozó su feminidad sobre la erección que escondía el pantalón de él. Justin gimió en voz baja.
-¿De verdad?- Susurró ella, volviendo a hacer el mismo movimiento. Justin sintió que explotaría y la violaría de una vez. -¿Qué tanto?- Preguntó rosando la comisura de sus labios.
-Mucho, joder, demasiado- La besó, introduciendo al máximo su lengua. La tomó del rostro para que ella no pudiera separarse. Alargaron el beso unos minutos, más bien, muchos minutos. Había sido el beso más largo que se habían dado. Ellos dos, semi-desnudos, besándose, hundiéndose en placer. Él dejó de besarla, abrió los ojos y la vió sonriendo.
-Te amo- Le susurró él. Luego la abrazó por completo de la espalda, tiernamente.
-También te amo- Dijo ella acariciándole el rubio cabello.
Justin volvió a girarla en la cama, para quedar sobre ella. Volvieron a besarse con intensidad, pero esta vez, el calor que se formaba los hizo despojarse de sus prendas. Ahora los dos estaban desnudos. Justin empezó a besarla de arriba hasta abajo. Cada parte del cuerpo que le era posible, la besaba con tal sensualidad que, le erizaba la piel por completo, llenándola de placer. Ningún otro hombre jamás se había atrevido a besarla de esa manera. Cualquier otro hombre, viéndola desnuda y excitada, se hubiera apresurado a penetrarla. Pero Justin, no. Él se detenía en cada rincón de su cuerpo, besándola, disfrutándola, haciéndola sentirse perfecta, incluso con sus defectos, que según Justin, no los tenía. Él la llenaba de amor, le brindaba placer con cada porción de besos y caricias que le dejaba.
Ella tenía sus ojos cerrados. Sentía el placer recorrerle por las venas con cada beso que él le daba. Justin la observó con ternura y le dio un pequeño beso. Justin le sonrió antes de penetrarla. Lo hizo de la manera más lenta posible, para no lastimarla. La observó agarrarse de las sábanas.
-¿Continúo?- Preguntó él. Sentía que tenía que adentrarse más y más en ella, estaba que explotaría de placer, pero no lo haría si ella no lo quería.