-Justin... Justin espera, deténte- Pidió ella conteniéndose las ganas. Justin bajó provocativamente a su cuello, para proseguir a besárselo. Ella apretó los labios para no gemir.
-Alguien... alguien viene. Escuché pasos- Y efectivamente, alguien tocó la puerta. Ambos se separaron y Justin la miró con una sonrisa picarona.
-Esto no se quedará así- Le susurró excitante. Ella se estremeció por completo. Le dio un empujoncito para separarlo de ella y caminó a la puerta. Vió por el agujero y era Caitlin. Al instante le abrió.
-Cait, pasa- Le dijo. Justin la miró y le sonrió.
-Sabía que seguirías aquí Bieber, por eso decidí tocar primero. No quería que se repitiera lo de hace rato- Dijo burlona. Los tres rieron. «Si supieras que estuvo a punto de repetirse».
-Oye...- Caitlin notó algo en su amiga. Pudo reconocer que ella había llorado. La conocía como a la palma de su mano. -¿Todo bien, ______?- Preguntó mirándola.
-Si... bueno... no. Pero te lo contaré al rato. Justin y yo tenemos que salir. Te he dejado comida y postre en el refrigerador, disfrútalo. Vuelvo en un rato- Y sin esperar respuesta de ninguno de los dos, salió jalando a Justin del brazo. Caminaron hasta la banqueta, junto a su motocicleta.
-¿A dónde iremos?- Preguntó Justin.
-Tú te irás a tu casa. Tengo que hablar con Caitlin... debo decírselo todo. Ella aún no sabe lo de las amenazas de Zac. Le contaré Justin- Dijo ella acomodándose un mechón de cabello hacia atrás.
-Pero... ¡No! No puedo dejarte sola, no después de lo que me has contado- Se defendió Justin.
-Justin, no me pasará nada, cerrare con seguro todo. Además no puedo dejar sola a Caitlin, ese psicópata puede hacerle algo también- Protestó ella. Justin suspiró profundamente.
-Si pero... con más razón debo cuidarlas a las dos-.
-Justin, ¡Por favor! Quédate tranquilo, nos vemos mañana ¿Si?- Dijo ella.
-______... prométeme que me llamarás antes de dormirte y al levantarte mañana. Igual lo harás si hay algo raro, lo que sea. ¿Lo harás?- Exigió Justin.
-Lo prometo- Sonrió. -Sonaste como mi padre...- Dijo divertida. Justin la abrazó fuerte, luego la miró a los ojos.
-Ese no volverá a tocarte sin antes pasar sobre mí. Lo juro preciosa, lo juro- Dijo acariciándole con extrema suavidad la mejilla en la que tenía el golpe. Ella suspiró y le dio un pequeño y lento beso.
-Gracias Justin... gracias por todo. Por no abandonarme a pesar de saber mi pasado, y sobre todo de haberte mentido- Agachó la cabeza. Justin se la levantó con ternura.
-Hey, no pasa nada, ¿De acuerdo? No tienes porqué agradecer, yo entiendo por todo lo que has pasado y porqué lo has hecho- Dijo Justin.
-Pero... él tiene amigos Justin, tengo miedo de ellos. Saben donde vives y donde trabajas, saben todo de ti, tengo miedo de que te hagan daño, no los conoces... no sabes de lo que son capaces- Advirtió ella preocupada.
-Ni ellos me conocen a mí. No saben de lo que soy capaz, cariño. Todo estará bien... mantente tranquila- Le besó la frente, luego la miró. Ella asintió.
-Está bien... cuídate por favor- Lo besó por última vez. -Te llamaré- Le dijo dando un paso hacía atrás. Justin sonrió y se subió a su moto, luego la prendió.
-Te quiero- Exclamó Justin antes de ponerse el casco, regalándole una dulce sonrisa. «Lo dije, por dios, lo dije. Le dije que la quiero... ¿Será muy rápido? No lo sé, mierda. La quiero y es lo único que me importa. La frase salió desde mi corazón. Vamos, ______... dí algo, no te quedes callada, por favor» rogó en sus pensamientos. ______ sintió como su corazón volvía a vivir. ¿Había escuchado bien? ¿Justin le acababa de decir 'te quiero'? pudo jurar que su corazón se le saldría de la emoción. Él le había dicho 'te quiero' por primera vez. Fue una sensación totalmente hermosa... fue como si lo necesitara desde hace años. La hizo sentir feliz a pesar de la situación en la que se encontraban.
-Te quiero también, Justin- Dijo regalándole una sonrisa de alegría... alegría inmensa. Justin finalmente se puso el casco, por un momento estaba nervioso de que ella no le respondiera igual... pero lo hizo. Ella se dio la vuelta y entró a la casa.
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Aventó las llaves de su Ducati a la mesa, se dirigió a su cuarto, prendió la televisión y empezó a pasar todos los canales. No había nada que le interesara, lamentablemente. De pronto, el sonido de su celular lo hizo sobresaltarse. Vió el identificador.
-¡Qué hay Harry!- Dijo alegre.
-Justin... ¿Dónde estás?- Preguntó Harry preocupado. Justin cambió su rostro de alegría al notar el tono de angustia de su amigo.
-En mi casa, ¿Porqué? ¿Pasa algo?- Preguntó sentándose en la orilla de la cama.
-Justin... la policía está buscándote- Dijo él con tono alarmante.