Años después.

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[Nota: Todos los personajes pertenecen a Akira Toriyama]

No sé si se los habré dicho, mi historia se basa en el manga Dragon Ball Minus, donde aparece Gine, como sabrán los que le conocen Bardock en el abraza a Gine, no se muestra frió e indiferente a ella. Por lo cual la personalidad que pienso dar de él a lo largo de la historia es más o menos así.

Capitulo 26:

*4 años después*

-Vamos Raditz o llegaremos tarde. -pronunció su padre-

-Ya voy. -dijo este sonriente-

Hacia ya un año que era así, Raditz desde sus tres años hablaba con mucha fluidez gracias a que su madre le vivía insistiendo en que aprendiera a pronunciar bien, y además mantenía una posición firme y respetable, Bardock le había enseñado.

-Despídete de tu madre. -dijo nuevamente su padre acomodando su scouter-

-Bueno. -dijo este dirigiéndose a la cocina- Mamá... -llamo-

En ese momento una Gine más madura y adulta apareció, con 21 años Gine demostraba ser una hembra digna y ejemplar. Mantenía su curveada y pequeña figura, que aun con un hijo llamaba la atención de muchos machos, Bardock tuvo problemas con muchos por ello. Raditz era muy protector de ella, incluso a veces no dejaba que su padre se acercara a ella, haciendo que ella y Bardock tuvieran menos momentos para estar juntos.

-¿Si cariño? -dijo ella colocando unas ollas en la mesada-

-Ya me voy con mi padre. -respondió este, ella sonrió y bajo a su altura a darle un beso en la frente-

-Veo que aún usas la armadura que te di el año pasado.. -sonrió ella satisfecha-

-Si madre. -sonrió el- Hasta más tarde. -se despidió el pequeño saliendo de la cocina-

Ella se asomo y vio como Bardock le esperaba a su hijo en la puerta, este levanto la vista y vio a su hembra. Le sonrió de lado y ella le devolvió el gesto. Entonces sus dos hombres se fueron. Suspiro nostálgica, el tiempo había pasado rápido, en un año más Raditz podría tener su primera purga y Bardock no había dejado de entrenarlo desde que el cumplió sus 3 años. El niño le encantaba ser entrenado por su padre, le gustaba presumir con él y también presumía con su madre.

-Hoy practicaremos tu agilidad a la hora de esquivar un ataque. -dijo su padre-

-Bueno. -contesto el pequeño sonriente-

Bardock estaba orgulloso de su niño, aprendía con mucha facilidad, ya volaba, controlaba un poco las bolas de energía y tenía una gran fuerza a la hora de pegar. Pero era ingenuo e inocente en muchos sentidos, como su Gine. Bardock se había ablandado en los últimos años, quizá no le decía a Gine lo que sentía pero ella lo sabía, entonces el no veía necesidad de decírselo, su hembra le aceptaba como era. Ahora tal vez era un poco mas afectuoso, abrazaba a Gine sin vergüenza y cuando era necesario marcar territorio la envolvía con su cola.

-Bien hijo, comencemos. -dijo este poniéndose en posición de pelea-

-Estoy listo. -respondió el adoptando la misma postura-

Así comenzó una pequeña lucha en donde Raditz en vez de golpear debía esquivar los golpes de su padre. Se sentía feliz, aún no había recibido ningún golpe. Su padre sin que su hijo lo notara, sonrió de lado, Bardock estaba orgulloso y contento con el avance de su primogénito pero sobre todo de que fuera su hijo.

Por su lado Gine, limpia y ordenaba la casa. Cuando golpearon a su puerta, sin siquiera imaginar quien era decidió abrir topándose con Minhos.

-¡Eres tú! -dijo ella abrazándolo-

-Esta vez no me sorprendí. -afirmo este riendo-

-Valla que has cambiado, estas más alto. -le habló ella midiéndolo-

-Tú también has cambiado enana, mírate no mas, toda una hembra hecha y derecha. -dijo este ladeando la cabeza y sonriendo- ¿Dónde esta Raditz? -preguntó buscándolo con la mirada-

-Entrenando con su padre. -le respondió ella contenta- Pasa.

-¿Qué tal la relación con Bardock? -pregunto el sentándose en el sillón junto con Gine-

-Pues bien, mejoro mucho. ¿Qué tal tu misión? -le preguntó ella ofreciéndole jugo-

-Pues perdí dos miembros de mi equipo, pero igual logramos purgar como se debía el planeta. - dijo nostálgico- Pero en fin, cumplimos el objetivo.

-Oh lo lamento. Pero bueno me alegro que hayan cumplido con la misión. -le sonrió con compasión-

-Sí, debo buscar nuevos reclutas. -afirmo este-

-¿Hace mucho has llegado? -pregunto ella-

-Hace una hora. -rió- Estaba emocionado por ver como a crecido el enano.

-Ya veo. -rió Gine también- Bueno puedes ir a verles a la arena del norte. Bardock le lleva ahí a entrenar.

-Oh, es bueno saberlo. Entonces pasara por ahí, antes de ir a casa. -le contestó Minhos sonriendo-

-¿Podrías llevarles esto? -dijo Gine entregándole unas bolsas con merienda para ambos machos-

-Claro.

Así Minhos se dirigió hacia donde su contrincante y sobrino se encontraban. Voló unos minutos hasta llegar a la arena. Los busco hasta que dio con ellos, Raditz le daba golpes a su padre.

-Valla, veo que tienes energía. -dijo Minhos interrumpiendo-

-¿Qué haces tú aquí? -preguntó Bardock inmediatamente molesto-

-Pasaba de visita. -respondió este sonriendo arrogante- Raditz has crecido mucho, tienes potencial.

El niño lo miraba sorprendido su armadura era diferente a la de los demás, notando claramente la diferencia de clases.

-¿Señor usted es de Elite?-pronuncio asombrado el niño-

-Así es. -contestó con una sonrisa arrogante Minhos- Oh casi lo olvido, Gine les manda esto.

Raditz tomo las bolsas y le dio una a su padre. Seguía admirando la armadura de ese señor, al que no conocía.

-¿Quién es usted? -dijo finalmente saliendo de su curiosidad-

-Soy tu tío, Minhos.

-Oh mi madre me comento de sus aventuras, que bueno verlo tío. -dijo este feliz-

-Tutéame Raditz -sonrió este-

-¿Me enseñarías algunas técnicas algún día? -pregunto entusiasmado el niño, Bardock enarco una ceja, no le bastaba con intentar quitarle a Gine ahora iría a por su hijo, "malnacido" pensó el macho viendo a su contrincante interactuar con su primogénito.

-Claro, todas las que quieras. -dijo este tocando la cabellera del pequeño- Tienes la misma melena de Gine cuando pequeña. -suspiro-

-SÍ, muchos dicen eso. -rió Raditz-

-Bueno no interrumpo mas, luego nos vemos enano. -se despidió Minhos saliendo de ahí-

Entonces Bardock cayó en cuenta de que si el traía lo que Gine les mandaba, había ido a su casa y había estado con su hembra, su Gine, ellos solos. Era inevitable que la furia y los celos no se apoderaran de el cuando ese maldito le ponía los pelos de punta.

-¿Padre te cae bien el tío? -pregunto el niño sacándolo de sus pensamientos-

-¿A qué se debe tu pregunta Raditz? -dijo este mirándolo de reojo-

-No sé, estabas tenso cuando vino. -el niño se encogió de hombros-

Padre e hijo reanudaron su entrenamiento pero Bardock volvía a ser quien intentaba darle los golpes a su hijo y este le esquivaba.

...


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