¿Enamorados?

Separados. (Parte 2)

Capítulo Extra 8:

Habían pasado a penas unas horas desde que Bardock notó la ausencia de du hembra.
Kakarotto le había dado un puñetazo y el solo aceptó el golpe, se lo merecía por idiota.

-Necesito tu scouter Kakarotto. -murmuró Bardock-

-¿Para qué? -preguntó el joven comiendo un emparedado-

-No tengo el mío y quiero encontrar a tu madre. -contestó-

-No.

-¿No qué? -preguntó confundido Bardock-

-No te lo daré, deja a mamá tranquila.

-¡Si no voy por ella no volverá! -gritó Bardock -

-¿Ahora te importa? -habló Raditz entrando a la casa-

-¿Acaso están en mi contra? Soy su padre. -habló furioso-

-Y ella nuestra madre. -contestó Raditz- Basta, está mal. Déjala tranquila unos días, luego te diremos donde está.

-¿Por qué? Tengo que ver a su madre y a menos que me aten, no me detendrán. -dijo Bardock cruzándose de brazos-

Raditz miró a Kakarotto y asintió con la cabeza, el menor sonrió divertido y inmovilizó a su padre entre sus brazos, Raditz fue por una soga claramente resistente.
Bardock no se quedaba quieto, intentaba luchar contra su hijo menor pero desgraciadamente estaba en desventaja, Kakarotto lo tenía bien sujeto.

-Cuando no me sueltes juro que te daré la paliza de tu vida, Kakarotto. -gruño Bardock-

-Lo siento papá es por el bien de ambos. Mamá necesita tiempo. -contestó su hijo menor-

En ese momento Raditz volvió y ató a su padre en contra de su voluntad. Hizo un buen nudo y finalmente Kakarotto deshizo su agarre.

-Kakarotto mamá pidió verduras, compra algunas y llevalas. -ordenó Raditz-

Kakarotto asintió y salió de la casa. Raditz tomó asiento frente a su padre. Bardock lo miró duramente, jamás esperó algo así.

-¿Quieres saber dónde está mi madre? -preguntó Raditz y el asintió sin dudar- Está en la casa del General.

-Que estúpido, debería a ver adivinado. -gruño Bardock-

-Ese no es el caso... ¿por qué vienes estando así? -preguntó Raditz- Mamá me comentó que venías bebiendo cada día, no creo que sea por que si.

-Es mi problema, no el de ustedes. -respondió Bardock-

-Si no confías en los tuyos, quedarás solo. -dijo Raditz- Si es tu problema deja de preocupar a mamá, no hagas que pasé las noches desvelada por tu culpa. ¡Valorala! -gritó lo último-

-Has sido bien educado... -murmuró Bardock- Es tu madre quien elige preocuparse y desvelarse.

-No lo elige, solo pasa. Le importas padre.

-No me vengas con cursilerías. -protestó Bardock-

-¡Basta! -gritó Raditz tomando de los hombros a su padre- ¡Es suficiente! ¡Sabes bien lo que siente mi madre y te empeñas en hacerle daño! ¡Eso es de cobarde!

-No... -susurro Bardock- Tu no entiendes... ¿Cómo crees que se siente un sayajin cuando... cuando le dicen que sera dado de baja? ¡Me consideran inútil! -exclamó Bardock molesto- Ahora no me necesitan, soy poca cosa.

-¿Eso era? -preguntó Raditz- Llevas dos malditos meses cerrado en ti mismo por que será dado de baja, nada más... ¡Que idiotez!

-Como dije... tu no lo entiendes.

-Sí lo entiendo pero ya has servido suficientes años, ahora disfruta del tiempo que te queda. -gruño Raditz- Usa ese tiempo con mi madre, ve que hacer pero no hagas estas estupideces. Eras mi ejemplo a seguir... pero así dudo de que seas siquiera un guerrero con honor. -dijo Raditz y se dirigió a la que era su habitación-

...

*Dos días después*

-¿Ya me dejaran? -preguntó Bardock-

No seguía atado pero Kakarotto o Raditz no lo dejaban en ningún momento solo, por lo cuál después de dos días le sorprendió el que ninguno hiciera nada.

-¿Has entrado en razón? -preguntó Raditz-

-¿De qué hablas? -dijo Bardock confundido-

-Se refiere a que si valoraras a mamá. -habló Kakarotto-

-Desde que supe de tí Raditz, que la valoro. -contestó Bardock-

Su primogénito asintió con una sonrisa de lado, su padre había definitivamente entrado en razón. Kakarotto suspiró mientras terminaba de devorar un plato de estofado, Bardock salió rápidamente de su casa... tenía y debía ir por su hembra.

-¿Creés que mamá lo perdone? -preguntó de repente Kakarotto a Raditz-

-Me sorprende que preguntes si tu y mamá tienen el mismo carácter. -respondió con gracia- Y sí, mamá lo perdonará.

-Por cierto... no debo tardar en presentarles a mi pareja. -murmuró Kakarotto-

Raditz que bebía un poco de agua, escupió todo y miró sorprendido a du hermano.

-¿¡Tu qué!? -preguntó de repente-

-Hermano hazte ver los oídos, creo que estas sordo. -pronunció el menor dejando a Raditz solo en la cocina-

...

Bardock finalmente descendió en la puerta de la casa del General, su scouter detectaba las unidades de poder de su hembra.
Sonrió con ansias y se armó de valor para golpear la puerta, esperó paciente hasta que Gine se asomó tras la misma.

-¿Bardock? -dijo sorprendida- ¿Qué haces aquí?

-Vengo por tí, niña. -respondió sonriendo de lado-

-¿Eh? -pronunció Gine-

-Vuelve a casa. -pidió Bardock- No beberé más, yo... mierda.

-Dilo..

-Lo siento Gine, fuí un mono estúpido. Perdóname... -murmuró Bardock bajito-

Gine sonrió emocionada, se colocó en puntillas y pasó sus brazos por el cuello de su macho para capturar los labios de su pareja en dulce beso.
Bardock con el pasar de los años se había acostumbrado a esas muestras de afectos pero Gine siempre lo piyaba desprevenido.
Tomó a su hembra por la cintura y enroscó su cola con la de ella.

-Estás perdonado cariño.

Bardock sonrió al oír nuevamente ese apodo, desde hacía dos meses ella solo le llamaba por su nombre. Gine tomó su valija luego de que Bardock la soltará y juntos emprendieron vuelo de vuelta a su dulce hogar.

-¿Me dirás qué te tenía tan mal? -preguntó Gine-

-Me darán de baja, no purgaré de nuevo. En sí a todo el equipo menos a Fasha, le darán de baja. -bufo Bardock- Las nuevas generaciones están haciendo mejor su trabajo, me costó y cuesta asumir que dejaré algo que hice casi toda mi vida.

-Te entiendo cielo pero es parte del ciclo. Quizá ahora puedas dedicarte a algo más o a entrenar novatos. -dijo Gine y juntos entraron a su casa-

-¡Mamá! -exclamó Kakarotto abrazando a su pequeña madre-

Continuará...