Separados temporalmente.

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[Nota: Todos los personajes pertenecen a Akira Toriyama]

Capitulo 34:

-Si hacemos eso, posiblemente en dos años más verifiquen si el planeta ha sido purgado. –dijo Minhos-

-Pero si deciden hacerlo antes, podríamos buscar la manera de que quizá Raditz valla a purgarlo o no lo sé. –hablo Bardock-

-Puede ser. Hablare con mi padre para hallar la manera de encubrir esto. –respondió Minhos-

Gine sonrió, raramente Minhos y Bardock estaban de acuerdo en algo. Lo que restaba del día lo pasaron ideando la manera de hacer quedar a Kakarotto en Vegetasei y ese mismo día pusieron en marcha el plan. Bardock fue a conseguir una nave, Minhos a hablar con su padre para arreglar que Raditz fuera de misión hacia el planeta el cual supuesta mente enviarían a Kakarotto, Gine solo quedo en casa alarmada, sintió que golpeaban la puerta.

-Gine somos nosotros. –dijo Bardock-

Ella abrió y vio la nave. "Aquí vamos" se dijo mientras seleccionaba un planeta bastante lejano.

-Listo, la nave se dirigirá a Sotah, está bastante lejos, el viaje hasta allá es de medio año y el planeta es de bajo nivel, solo tiene muchos minerales. –dijo sonriente-

-Es perfecto. –pronunció Minhos-

-¿Hablaste con tu padre? –preguntó Bardock-

-Sí. Dijo que está bien, que consentirá una vez más en esto a Gine. –se encogió de hombros-

-¡Bien! –exclamo Gine sonriente-

Una vez todo hecho, la nave fue enviada al espacio y Minhos informo en el cuartel general sobre la retirada de Kakarotto del planeta. Afortunadamente todo marcho bien, Raditz sería enviado dentro de unos días hacia dicho planeta a purgarlo con su equipo.

*Días después*

-Mamá ya me voy. –dijo Raditz apareciendo con una nueva armadura reluciente-

-Ah que bello te ves con ese uniforme nuevo mi niño. –alagó Gine sonriente mientras lo abrazaba-

-Ya mamá –río- Nos veremos en un año.

-Cuídate ¿vale? Y se bueno dirigiendo a tu equipo. –dijo ella besando su frente-

-Gracias mamá, lo haré. Adiós. –se despidió Raditz-

Gine miro sonriente como su hijo salía de casa. Raditz era un buen saiyajin, estaba orgullosa de él. Afuera de casa Bardock esperaba a su hijo, ya que ese mismo día el también se iba a purgar. Ambos se habían despedido de la mujer de su vida, así que sin más emprendieron camino a la zona de despegue. Bardock estaría fuera por dos años y medio, casi tres. Raditz afortunadamente en un año volvería, pero luego de eso comenzaría a purgar más seguido. Al llegar a donde las naves, padre e hijo se despidieron, no se verían en largo tiempo. Bardock observo detenidamente a su hijo, cuando se volvieran a ver Raditz tendría casi 8 años. 

Finalmente palmeo la espalda de su hijo y en silencio le deseo suerte, luego de ello cada uno camino hacia su nave. Raditz subió primero a su nave, ya que Bardock quería verle partir, su primogénito era su orgullo. Una vez dentro de la nave Raditz y su escuadrón salieron disparados hacia el cielo, tomando rumbo hacia su misión, Bardock sonrió de lado, Raditz estaba mucho más entusiasmado en esto porque sabía que era por su hermano menor. Entonces fue el turno de partir de Bardock, este miro hacia atrás pensando que dejaba a su hembra y no por un corto plazo de tiempo, si no por dos años, demonios iba a extrañarla como no imaginaba. Cada vez que volvía de una misión le costaba volver a irse por un único motivo llamado Gine.

-¿Nos vamos Bardock? –preguntó Tora riendo-

-¿Cuál es el motivo de tu risa? –le retó este arqueando la ceja-

-Ver cómo has cambiado amigo. Es increíble pero créeme no es un mal cambio. –le palmeo la espalda- Vayámonos así demoras menos en volver con tu amada. –rió-

-Equipo ya oyeron, nos vamos. –dijo Bardock- Y tu Tora mejor cállate. –rió-

Finalmente el escuadrón de Bardock se monto en sus naves y despegaron rumbo hacia su misión. Bardock fue el último en caer bajo los efectos del gas somnífero, debido a que quiso ver su planeta donde dejaba atrás a su hembra y segundo hijo, observo con paciencia hasta que Vegetasei se veía como una simple estrella. Entonces finalmente callo dormido.

*Medio año después*

Raditz acababa de llegar al famoso planeta que según todos creían su hermano purgaría. Sonrió de lado al ver la riqueza en materiales que contenía pero miro con desagrado a los habitantes con apenas un miserable poder de quince unidades.

-Raditz... -el nombrado volteo- ¿Hacemos un reconocimiento del lugar? –preguntó Forkus, un compañero de equipo-

-Seguro, será lo mejor.

-Ahinara, Turles haremos un reconocimiento de lugar estense atentos. –aviso Forkus-

Cada uno activo su scouter y emprendieron vuelo, Raditz comandaba el pequeño escuadrón, estaba formado por Forkus, Ahinara la única hembra del grupo y Turles, sabían que solo debían exterminar a los habitantes del planeta y esperar a que alguno de los soldados de Lord Freezer viniera explotar sus minerales. Luego de terminar de merodear el lugar, los pequeños sayajines se sentaron cerca de donde habían aterrizado sus naves.

-Oye Raditz. –dijo Ahinara-

-¿Qué quieres? –respondió, tenía el digno carácter de su padre-

-¿Tu hermano se llama Kakarotto? –preguntó Ahinara tímidamente-

-Sí. –dijo este molesto- ¿Y eso qué?

-Solo queríamos saber. –hablo Forkus- Ninguno se animaba a preguntar.

-Bien si eso es todo no me molesten. –contestó molesto Raditz-

Dicho eso se recostó en su nave, molesto recordó el porque su padre había querido rechazar a Kakarotto, suerte que su madre logro hacerlo cambiar de parecer. Extrañamente a él no le avergonzaba en absoluto, sabía que algún día se sentiría orgulloso de decir que él fue quien entreno a su hermano menor. Sin darse cuenta el pequeño capitán quedo dormido, los demás des preocupadamente hicieron lo mismo. Al otro día comenzarían  a eliminar a los habitantes del dichoso planeta.

Por otro lado Bardock, continuaba de viaje, le faltaban seis meses más hasta llegar a destino. Grandes cosas surgirían....


 Continuará...


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