El Plan

CAPÍTULO 15

Un súper capítulo (4500 palabras) para cerrar esta racha de publicaciones. No esperéis mas hasta la semana que viene.

Rick gritó hacia la habitación de Beckett mientras ella se cambiaba, después de preguntarle si necesitaba ayuda para cambiarse (obviamente, tenía que ofrecerse... tenía que ser educado), diciéndola que se vistiese de manera informal y poco abrigada, pero no como para ir a la playa.

Ella le aseguró que llevaba más de dos décadas vistiéndose sola y que podría arreglárselas sin su ayuda, y cogió un par de shorts viejos que Lanie había metido en la maleta y una de las camisetas que había comprado aquella vez nada más llegar allí.

Los shorts le quedaban ajustados, como una segunda piel, y la parte de arriba era una pequeña camiseta con partes hechas de punto con recato, sexy pero sin ser demasiado revelador.

Salió de su habitación para ver lo que Castle tenía preparado para ella.

Le encontró sentado en el porche, jugueteando con el iPhone de manera un poco impaciente.

Cuando alzó la mirada y la vio, la miró de arriba abajo para no perderse ni un sólo detalle.

"Ahora sí que estoy encantado de que hayas tenido que cambiarte de ropa," murmuró.

Ella le miró, estaba un poco diferente, con una barbita de unos días decorando su cara, gafas de sol, y una gorra de béisbol con la visera hacia atrás.

También llevaba una camiseta hawaiana.

"¿Así es como vas vestido cuando estás de vacaciones, Castle?"

"Vamos a salir, así que me he puesto algo diferente a lo que suelo llevar, como un disfraz improvisado.

No quiero nos asalten un montón de fans de Derrick Storm o Nikki Heat el día de tu cumpleaños, así que si me he vestido como un turista desaliñado es por un buen motivo."

A Kate le pareció un detalle que hubiese pensado en eso, que hubiese tomado medidas para mantener su cumpleaños ininterrumpido por sus fans.

Entonces pensó en otra cosa.

"¿Vamos a salir? Como,

¿a otro sitio?

¿Cómo?

Nos dejó aquí la limusina.

Dios mio, no has llamado de nuevo a la limusina ¿verdad?

Eso no sería completamente llamativo, ya sabes..."

"Ven conmigo,"

le dijo, poniendo la mano sobre su espalda para guiarla bajando las escaleras hacia la entrada de coches.

Aparcado en frente de la casa había un Mustang descapotable.

"Podría haber pedido algo un poco más llamativo, pero una vez haces eso, el anonimato se va por el retrete.

Aun así, lo pasaremos bien con este descapotable."

Kate le miró de reojo.

"Supongo que querrás conducir, ¿no?"

No era una pregunta sino más bien una afirmación resignada.

"¡La señorita acierta a la primera! Es tu cumpleaños...

¿Qué clase de cumpleaños sería si tuvieras que hacer algo que haces todos los días en el trabajo?"

Ella le miró con los ojos entrecerrados y se metió de mala gana en el asiento del pasajero.