El Plan

CAPÍTULO 41 (M+18)

N/E: ya llevaban estos mucho sin meterse mano. Disfrutarlo

Su primer pensamiento cuando ella despertó era que estaba bien, como si de alguna manera estuviera al sol, o que tenía una almohadilla eléctrica atada a toda la parte posterior de su cuerpo.

Contra el frío seco de la casa, el calor se sentía maravilloso y eso la hizo darse la vuelta inconscientemente hacia la fuente de calor. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de lo que la fuente de calor era en realidad. Rick. Incluso sin los destellos de la luz de la mañana, que ya comenzaban a filtrarse a través de las ventanas, ella podía decir que él tenía su brazo alrededor de su vientre, acercando sus cuerpos una vez más, como lo había hecho un par de noches atrás, cuando se quedaron dormidos.

Le sorprendió la fuerza con que la sostenía, incluso en sueños. Él tenía una de sus piernas perezosamente sobre la de ella y su rostro enterrado en su cuello. Se sentía tan bien... Ahora que estaba despierta, sintió el cosquilleo de la respiración de Rick en su pelo, cómo él exhalaba durante su sueño.

Al igual que hizo en aquella primera mañana que despertaron en el sofá, ella se quedó quieta, simplemente disfrutando de la sensación. En aquel entonces, por supuesto, fue una experiencia totalmente nueva. Ahora, ocho días más tarde, tenían muchas más de esas experiencias entre ellos, y mucho más íntimas que la primera vez.

Pero aún no estaba "acostumbrada a ello", ni le parecía aburrido o que se sentía sofocada o atrapada. El único sentimiento que tenía era que había dicho que se quedaría exactamente como ella era, tanto tiempo como pudiera estar allí. Ella no tenía ningún deseo de salir de la cama o de su abrazo. Y ella nunca había pensado de sí misma que fuera especialmente romántica o cursi, pero deseaba poder mantener ese sentimiento.

Richard Castle. Estaba en la cama con Richard Castle. Y ella no había sido drogada, no estaba en estado de coma, no había sido secuestrada (bueno, sólo una vez), chantajeada, coaccionada, presa, detenida, condenada o amenazada. ¡Y ella quería quedarse allí!.

En cierto modo, todo el asunto era tan absurdo que casi se echó a reír allí mismo. Bueno, absurdo de acuerdo a su vida y su modo de pensar antes de llegar allí con él. Desde que llegó allí, esa forma de pensar había cambiado radicalmente, para mejor. Y si se hubiera dado cuenta de lo mejor que las cosas podían ser de esa manera, ella lo habría hecho hace muchos años atrás.

Y él la amaba. Ella lo sabía. Lo sabía sin lugar a dudas. Era tan obvio, tan obvio para ella ahora... era evidente en la forma en que la miraba, cuando él le sonreía, cuando él la abrazaba. Cómo se volvió su cuerpo hacia ella en su sueño y la abrazó, como lo estaba haciendo ahora. De repente, se dio cuenta de que si ella hubiese pronunciado esas dos pequeñas palabras -"déjame aquí"-cuando estaban en el avión, ella no sentiría nada de eso ahora.

Ella no hubiese sabido cómo se sentía él, ella no se habría dado cuenta de cómo se sentía ella. Tenía una sensación de vacío en la boca del estómago mientras se imaginaba las consecuencias de eso. ¡Ella pudo haberse perdido todo eso tan fácilmente! Pensando en lo afortunada que era, se dio cuenta de que no decir esas dos palabras había puesto en marcha los acontecimientos que, finalmente, le permitieron pronunciar las otras dos, las palabras más importantes a Rick: "Te amo".

Acostada allí, se dio cuenta que era feliz. Real y verdaderamente feliz, también se sentía satisfecha. Estuvo a punto de reír. Ella pensó que debía tener alguna loca mezcla de endorfinas que corrían por sus venas en ese momento, porque ese sentimiento era absolutamente sublime. Con una sonrisa en su cara, se acurrucó contra Rick, sólo un poco más, y le pasó el brazo con más fuerza sobre el suyo, que la agarraba.