capitulo 59

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N/E: Se supone que si le das al altavoz de la derecha suena una canción.

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Kate se despertó lentamente al principio, pero luego fue más consciente de su entorno cuando se dio cuenta de que su propio calentador de cama personal no estaba.

Ella estaba acostada sobre su estómago, y cuando abrió los ojos, se tuvo que reír porque estaba cara a cara con los pequeños ojos torpes del molusco de peluche que Rick había comprado para ella en la reserva natural.

Con una sonrisa, levantó la mano para agarrar el animal, y lo abrazó contra su pecho desnudo mientras se volvía a poner de su lado en la gran cama. Ella se quedó allí, abrazando a la concha de peluche, durante unos minutos ya que se despertó. Abrió los ojos y miró el reloj del despertador en la mesita de noche; se lee casi las siete de la mañana. ¿Dónde estaba Rick?

Esa pregunta fue respondida alrededor de un minuto más tarde cuando el olor del café floto a su nariz. Cuando lo olió, se incorporó un poco, abrazando la sabana hacia ella para cubrir su pecho, y se volvió hacia la puerta. Vio a un Rick con aire de suficiencia que llevaba sonriente una pequeña bandeja a la habitación, el desayuno con dos tazas de café y... oh, Dios mío! ¿Era eso una garra de oso? ¿Dónde encontraste una garra de oso?

La brillante sonrisa floreció en su rostro al ver su comida favorita y ella lo miró, listo para preguntarle al respecto, o gracias a él, cuando vio la sonrisa abandonó su rostro mientras sus músculos faciales se aflojaron

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La brillante sonrisa floreció en su rostro al ver su comida favorita y ella lo miró, listo para preguntarle al respecto, o gracias a él, cuando vio la sonrisa abandonó su rostro mientras sus músculos faciales se aflojaron. Él perdió el equilibrio de la bandeja un poco pero por suerte lo atrapó antes de que pudiera derramar café sobre ella y la cama.

Después de que se enderezó, él dejó la bandeja sobre la mesa y luego se sentó en el borde de la cama junto a ella, sus ojos nunca dejando su rostro excepto para asegurarse de que tenía la bandeja firmemente puesta en la mesa. Ella puso su mano en el hombro, con los dedos de hacia la parte posterior de su cuello.

-"Rick, ¿qué pasa?"- le preguntó, preocupado por el cambio abrupto en su conducta. Todavía se la quedó mirando, pero finalmente encontró a sus palabras.

-"Absolutamente nada en absoluto"

-"¿Entonces por qué la mirada?"

-"Eres increíble. Es uno de los lugares más hermosos que he visto... tenías esta increíble sonrisa iluminando tu cara, iluminando la habitación y estabas sentada allí, con sólo la sabana que apenas te cubría, con tu pelo todo alborotado porque acababas de despertarte... "él negó con la cabeza, entonces él extendió su mano para dirigir su dedo sobre su labio inferior, y luego su mejilla en una suave caricia. "Esa sonrisa... que me dejó sin aliento en ese momento. Y yo soy el que está aquí para verlo. Como si fuera un regalo para mí sólo. Me siento..." No terminó lo que estaba diciendo, sólo movió la cabeza en lo que parecía asombrado.

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