Capítulo 11

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Empiezo a frustarme, y varios pensamientos empiezan a pasar por mi cabeza, hace una semana estaba aquí y ahora no está, me empiezo a desesperar, me empiezan a temblar las manos, salgo de la habitación y me dirijo al puesto de enfermería.

-Hola, ¿necesita algo?.

-Si, quiero saber donde está...la paciente Tris Prior- digo y se me empieza a quebrar la voz.

-Oh claro, espére yo busco en los archivos.

La enfermera empieza a buscar en un cajón en dónde hay una gran cantidad de papeles, al final saca una carpeta con su nombre escrito en ella. La abre y empieza a leer.

-¿Cuál es su nombre?

-Tobias Eaton.

-Señor Eaton, la señorita Tris Prior se encuentra en una nueva habitación, hoy por la mañana la trasladaron.

-¿Cuál es el número de la habitación?

-164 señor.

-Gracias.

Todo mi cuerpo se relaja, por un momento llegué a pensar que había muerto y que habían sacado su cuerpo.

Me dirijo a esa habitación y al entrar está ahí, acostada sobre la camilla, con sus mejillas rosadas. Me acerco, corro algunos cables para abrirme campo y me siento a su lado.

-Hola Tris, soy yo...Tobias, quiero que sepas que esta semana ha sido muy dura para mi, el no poderte tener a mi lado es una tortura, me haces mucha falta, extraño tus besos, extraño verte sonreír- la voz se me empieza a quebrar- cada día que pasa es peor, porque es un día más sin ti. Te quiero Tris.- Beso su frente y me voy.

Salgo de la habitación y me encuentro con Caleb, paso por su lado, pero el me agarra del brazo, instintivamente reaccióno, me doy la vuelta y le doy un puñetazo en su nariz, el responde empujándome. Empiezo a tranquilizarme ya que empiezo a pensar en las palabras que me dijo Christina.

-No tenías que golpearme en la cara.

-Entonces no me provoques- le lanzo una mirada asesina -. Eres un ser despreciable- le digo, mientras lo cojo del cuello de su camisa y lo estrello contra la pared-. Puede que ella sea tu hermana y tengas todo el derecho a estar con ella, pero no la mereces, no merece a alguien como tú, no sabes cuanto te odio por haberla traicionado, si te metes con ella te metes conmigo.- lo suelto de la camisa y me voy.

No quiero hablar con nadie, quiero estar sólo.

Decido ir a ver las camaras que apuntan a Chicago, para ver como van las cosas con la alianza entre Evelyn y Marcus.Así que camino por los pasillos del departamento,
los conozco casi a la perfección, y cuando llego veo a Johana y a los que eran leales conviviendo con los antiguos sin facción. Parece que han creado un nuevo sistema de gobierno; uno sin facciones.

Ninguno de mis padres parece estar a cargo, por un lado mi madre esta de secretaria de un consultorio médico.

Voy a almorzar alrededor de las doce de la tarde, esta vez me siento en una mesa sola para procesar, para pensar o tal vez para comer sin tener que hacerlo.

Después del almuerzo voy al hospital, pero esta vez no visito a nadie, simplemente se que allí nadie me va a hablar o a molestar.

Me quedo vagando por el departamento unas cuántas horas, sin pensar, sin preocuparme por nada, sin tener esta sensación de vacío que tengo desde que volví de la ciudad.

Al final me rindo y voy con Cara y los demás a visitar a Uriah. Al llegar al hospital nos dicen que Uriah tendrá sesiones de terapia para mejorar su movilidad, realmente no me extraña, ya que estuvo dos semanas largas en coma.

Son las tres de la tarde, Uriah ya terminó con su terapia. Me dirijo hacia la habitación, me recuesto en la cama de Tris.

Su perfume me inunda las fosas nasales huele a flores, a fresco, a brisa.

Me quedo dormido.

Semana dos....

Ya han pasado dos semanas y por fin hoy desconectan a Tris, no se que sentir, ¿felicidad, euforia?

Hoy el médico me dijo que despertó, son las ocho de la mañana, me levanto y me pongo los zapatos.

Mientras me dirijo a la habitación no dejo de pensar en que decirle.

Entro a la habitación y la veo acostada en la camilla se ve tan hermosa, veo esos ojos azules que me hacen estremecer. Me acerco a su camilla y me siento a su lado; el médico sale de la habitación y nos deja solos.

-Hola Beatrice- digo su nombre. Mientras acerco mi mano para ponerla suavemente en su mejilla- no sabes...cuanto te he extrañado- se me quiebra la voz.

- Tobias....

-¿Qué pasa, te sientes mal?

-No...solamente, quiero darte las gracias...por todo lo que haz hecho por mi...simplemente no se que decir.

-No tienes nada que agradecerme Tris.

Ella estira sus brazos y los acerca a los míos, y con sus manos los rodea. No lo pienso, me dan ganas de besarla así que lo hago.

Me acerco lentamente para rozar mis labios con los suyos. Al besarla ella me abre sus labios, me pasa una mano por detrás de la nuca y enreda sus dedos en mis cabellos, dios cuanto extrañaba tenerla de este modo. La beso lentamente para disfrutar del sabor de sus labios. Disfrutó cada momento en el que nuestros labios se juntan y se separan, rozo mi nariz con la de ella y me separo.

-No sabes cuánto extrañe un beso tuyo.

- Por dios Tobias...- se ríe.

-Necesito un baño, ¿Cuánto tiempo llevo en este estado?

-Dos semanas- respondo un poco nervioso.

-Realmente necesito un baño, ¿Me puedes ayudar?

Sus palabras me cojen desprevenido, no se que responder.

-Está bien.

Se levanta de la camilla y apoya los pies en el frío baldosin de la habitación, tambalea un poco, le rodeo la cintura con un brazo y la llevo al baño.

Se quita toda su ropa y la meto a la tina, la lleno con agua tibia, ella se sienta y me pasa el jabón, lentamente le recorro la espalda con el, me soy cuenta de que estoy temblando, lentamente con una de mis manos le esparso el jabón por la espalda. Ella estira su mano y coje el jabón para echarselo en las demás partes de su cuerpo. Al cabo de unos minutos me pasa el shampoo, abro la tapita saco una cantidad moderada, la esparso sobre mis manos y luego las pongo en su cabello húmedo, lentamente empiezo a masajear su cuero cabelludo, haciendo pequeños círculos para sacar suficiente espuma cuando hay suficiente espuma le quito el shampoo con una pequeña manguera.

-Lista- le digo.

- Claro que no- dice con una risita tonta- no hemos terminado- me lanza agua.

-¿Con que quieres pelear?- le digo sonrientemente.- pues vas a tener pelea.- le tiro agua.

No se como hace pero con un moviento rápido hizo que me cayera dentro de la tina, rápidamente me acomodo y me siento a su lado.

Le empiezo a besar el cuello, ella me rodea el mío con sus brazos. Subo por su mentón hasta llegar a sus labios, nos besamos por unos minutos.

Me levanto salgo de la tina cojo una toalla, la sacó de la tina y la envuelvo en ella.

La ayudo a vestirse y la vuelvo a dejar en su cama.

-Ya vuelvo- le digo mientras le doy un corto beso en la frente.

Ella me sonríe.

Alternative Final ALLEGIANTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora