Susurrame.

Prólogo.

Desde hace años Don José Antonio Mendoza quedó viudo por un trágico accidente donde su esposa perdió la vida, el quedó a cargo de sus tres hijos, Arturo, Flavio y Samuel, tres jóvenes apuestos, educados por su padre, José Antonio es un hombre de apariencias, le gusta siempre que se utilice su apellido como gran ejemplo a seguir en todo, tanto en lo personal como en sus negociosos, la muerte de su esposa hizo que sus negociosos lo absorbieran descuidando así un poco a sus hijos que fueron criados por Soledad, su "nana" quien es como su segunda madre.

La muerte de su madre afectó duramente a los tres hermanos, el cambio drástico de su padre afluyó más al comportamiento de los tres hermanos, se convirtieron en personas arrogantes, frías, incluso calculadoras a la hora de alcanzar aquello que querían. Los tres jóvenes están acostumbrados a la buena vida, a pesar de ser totalmente diferentes en carácter, les une su amor incondicional entre hermanos, se protegen y defiende como si les fuera la vida en ello. Arturo es el mayor de los tres, tiene 33 años, está casado con una joven a la que no ama, solo por capricho de su padre dio aquel paso en su juventud, un paso del cual ahora no sabe cómo salir. Al contrario que a sus hermanos a él le gusta trabajar la tierra de su rancho, apasionado de los animales, sus propios hermanos afirman que en más de una ocasión pareciera que los animales lo entienden. Pero Arturo es un hombre de carácter, no está acostumbrado a que nadie le diga que no, su palabra allá donde va es la ley, pero todo eso está a punto de cambiar cuando una mujer irrumpe en su vida cuando más perdido estaba.

Por su parte la familia Acevedo también se compone de tres hermanas, Irina, Andrea y Sofía, las tres hermanas quedaron huérfanas cuando solo Sofía alcanzaba la mayoría de edad, a pesar de aquello, las jóvenes contaban con la herencia de sus padres, tenían un pequeño rancho del cual sacaban ganancias, de ese dinero fueron capaces de darse unos estudios. Sofía una mujer con un carácter muy definido, fuerte aunque risueña, dura por fuera , pero pura bondad por dentro, todo era un gran escudo por los golpes en la vida, sin embargo Sofía no pudo terminar su último año de carrera porque el banco por falta de liquidez les arrebató su casa, esto las llevo a buscar un apartamento más modesto para vivir seguir haciendo sus vidas aunque con menos privilegios de los que contaban.

Un día mientras desayunaba escuchó que hacia personal en el rancho Mendoza, buscaban una veterinaria, sabía que si lo hacía bien aquel trabajo era suyo y así podría solucionar sus problemas y los de sus hermanas, pero lo que ella no sabía era que su vida iba a cambiar por completo en cuanto pusiera un pie en aquella casa.