Capitulo 2 : Primer encuentro.

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El día había amanecido radiante, hacía un sol espléndido sin hacer del todo calor, eran las primeras horas del día y las hermanas Acevedo ya estaban preparadas para su propósito, se encontraban en el salón repasando cada una de las indicaciones que Sofía les daba, el plan estaba muy elaborado, si todo salía bien podrían recuperar en apenas cuatro meses el rancho de sus padres, ya que podrían suspender la primera venta o tal vez pujar por ella.

Irina estaba entusiasmada por la idea, le parecía excitante entrar en un rancho, a las tres les gustaba ese mundo de vaqueros ya que se habían criado en uno, sin embargo Andrea seguía con sus semblante serio, aún tenía dudas sobre lo que estaba a punto de hacer. Sofía intentó no prestarle mucha atención a los comentarios de que Andrea soltaba de vez en cuanto para no echarse para atrás en cualquier momento.

-Creo que con esto pasaremos por unas auténticas vaqueras. -Sonrió contenta Irina mirando una última vez su nuevo currículo.

-Espero que todo salga bien, porque...-Andrea se calló antes de terminar al ver la mirada de su hermana mayor casi fulminándola.

- ¡Andrea estoy cansada! Si tienes una forma mejor de hacer esto dímelo, y nos quedaremos aquí, ¿crees que me gusta ponernos en riesgo? Esto lo hago por vosotras, por mí y por la memoria de nuestros padres. -En el fondo Sofía tenía miedo a que todo saliese mal, pero si adoptaba la misma actitud que Andrea nada saldría bien desde un principio.

-Lo siento Sofi...pero me da mucho miedo que nos descubran y terminemos peor de lo que estamos, esa gente, los Mendoza saben muy bien como hacen las cosas, es uno de los mejores ranchos que existe, tú lo sabes. -Intentaba explicarse Andrea ahora con un tono más relajado.

Irina se levantó para sentarse al lado de Sofía y así poder mirar a Andrea de frente, pasó un brazo por alrededor del cuello de su hermana dándole un cariñoso beso en el pelo, giró seguidamente la cabeza mirando a Andrea. -Pero si vamos con miedo no saldrá...

Sofía se quedó callada un instante, sabía que los ojos de sus dos hermanas estaban puestos en ella, no le importó, ahora estaba sumida en unos brutales pensamientos de hacer o no hacer algo, de un momento a otro levantó la cabeza, agarró la mano de Irina y miró a Andrea a los ojos. - Hagamos algo, si en el momento que lleguemos vemos la más mínima complicación para acceder, no volveremos. ¿Os parece?

-Estas diciendo que...-Irina intervino de forma suave mirando a sus dos hermanas, pero sobre todo fijándose en la cara de Sofía.

-Sí, estoy diciendo que omitiremos en entrar a la fuerza, no insistiremos si vemos el mínimo indicio de estar en peligro ¿Ok? -Pudo ver que sus hermanas ahora relajaban sus caras, una mueca de sonrisa afloraba en ambas, las sintió calmadas y eso le ayudó en aquel tenso momento. - Y ahora venga, cambiaros, nos queda un largo camino hasta el rancho. -Se puso en pie sonriéndoles a ambas, recogió todos los papeles archivándolos en una carpeta que había sobre la mesa.

Irina salió disparada a su habitación para poder vestirse con más tiempo, Andrea sin embargo quedó frente a Sofía mirándola, esta se dio cuenta que su hermana la miraba desde el mismo momento que se había levantado del sofá. ¿Pasa algo Andrea? -Esta negó sonriendo con la cabeza acercándose hasta ella dándole un beso en la mejilla. -Eres la mejor hermana mayor del mundo.

Una hora después: Camino del Rancho Mendoza.

Sofía fue la encargada de conducir hasta el rancho, iban repasando una vez más cada una de las indicaciones para no dejar ningún cabo suelto, a medida que el tramo se iba acortando el nerviosismo aumentaba en ellas, pero había algo que a su vez las calmaba, no iban a ponerse en riesgo, eso era una gran bomba de aire para las tres, se miraban y reían, comentaban sobre el futuro de volver a tener de nuevo la casa de sus padres, era lo que más deseaban en el mundo, volver a sentir que estaban con ellos en aquella casa, trabajar sus tierras y poder cuidar de sus animales, pero la realidad era que ahora no tenían nada de eso, por eso debían afrontar un pequeño reto exponiéndose a un peligro existente, aun así estaban cada vez más decididas a cumplirlo.

Susurrame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora