Susurrame.

Capítulo 13 : Venciendo obstáculos.

Sofía se había quedado de piedra al ver como Amanda besaba a Arturo delante de sus propias narices, no solo de él, lo había hecho delante de todo el personal lo que le dio a entender que habían vuelto juntos, una fuerte sensación de rabia la invadió por dentro, Irina le agarró el brazo para evitar que se fuese de allí, pero Sofía la calmó diciéndole que estaba bien, que podía soportarlo, en ese momento miró desde lejos a Arturo con una mirada fulminante, pero él esquivaba las miradas acusadoras de Sofía, eso sólo la enfadaba aún más.

Los empleados protestaban la nueva dinámica económica impuesta por Samuel y Amanda, aunque sin duda las tres hermanas estaban también en desacuerdo con que le redujeran el salario se mantuvieron calladas, murmuraban entre ellas diciendo que aquellos le traería problemas, pero mantuvieron la calma porque Sofía parecía muy tensa a pesar de decirles que se encontraba bien.

Cuando les vieron marchar Sofía les siguió con la mirada llena de odio hacia ellos, Andrea le agarró el brazo para que la mirase. -Sofía, date cuenta de la gravedad del problema, nos van a dejar con el salario reducido, así no nos van a salir las cuentas para poder optar en un mes a la primera prorroga, por favor, reacciona, deja de pensar en Arturo un momento, ahora te necesitamos. -Le pedía Andrea con una voz bastante calmada.

-Andrea tiene razón Sofí, tal vez lo tuyo con Arturo no iba a ningún sitio y que sea lo mejor para centrarnos en lo que hemos venido hacer a este rancho. -Irina apoyaba a su hermana Andrea, las dos miraban a Sofía intentando que reaccionase.

Tras una larga pausa suspiro y cruzó los brazos mirando a sus dos hermanas pequeñas. -Tenéis razón, esto es mucho más importante que la estúpida de Amanda y Arturo, tenemos que hacer algo, pero rápido, yo intentaré hablar con Soledad por si sabe algo más de este asunto, Irina, tú podrías sacarle algo a Flavio, y Andrea tú...

-Yo no hablo con Samuel ni loca, es un ogro, no me mandéis a hablar con él porque no, me odia, y es mutuo el asunto, no le soporto. -Gruñó Andrea que ante las peticiones de su hermana Sofía. -Está bien está bien, no me miréis así...lo intentaré, todo sea por largarnos de aquí pronto.

-Toda la información que podamos obtener puede ser buena, porque podremos darle argumentos a Don José Antonio, y ofrecerle un nuevo plan, incluso podemos hacer más trampas con la ayuda de Doña piedad, pero entes toca informarnos de porque esta reducción ¿sí? -Sofía le contaba a sus hermanas lo que debían hacer para averiguar lo que Amanda junto al respaldo de Samuel estaban planeando, porque era muy raro que dado las ganancias que estaban teniendo en los últimos meses les redujesen los salarios.

Las tres volvieron a su lugar de trabajo, pero Sofía entró en la cocina a tomarse su café mañanero junto a Soledad, pero esta estaba acompañada de Doña Piedad, las dos recibieron a Sofía con una amplia sonrisa, conversaron a cerca de lo que Amanda y Samuel acaban de anunciarles, ambas quedaran tan extrañadas como sorprendidas.

-No es posible, esto es todo muy raro, yo he estado comentando con mi hijo las nuevas entradas, las ventas, los terrenos, todo...y en ningún momento pareció preocupado, es más, dijo que estaba yendo muy bien el negocio, sobre todo con los animales desde que estabas al frente, aquí hay gato encerrado, y se llama Amanda Escandón. -Terminó añadiendo Piedad mirando a los ojos a Sofía que asentía con la cabeza confirmando la teoría de ella, Soledad también estaba de acuerdo con ambas.

Piedad y Sofía salieron de la cocina para entrar hasta la casa, allí ambas seguían conversando acerca del tema que había causado el revuelo en toda la casa, Doña Piedad quería enseñarle a Sofía alguno de los documentos que acreditaban las múltiples ganancias que estaban obteniendo, aunque ella sabía de sobra que era así gracias a Andrea que controlaba aquel sector, pero no quiso hacerle ningún feo a la abuela que era tan amable con ella, tras mirar Sofía todos los papeles en el despacho que tenían habilitado para uso común se dio cuenta que una figura había entrado dentro de aquella sala, era Arturo.