Inesperadamente ¿Tú?

TE AMO

*** Annie ***

Fui recobrando la conciencia al sentir bajo mi cabeza el subir y bajar con la respiración de un pecho desnudo, por un momento creí que dicho pecho pertenecía a Mark, pero después recordé la situación del domingo pasado y en automático trate de levantarme, pero dicho cuerpo al sentir mi movimiento, apretó más fuerte sus brazos alrededor de mi cuerpo, ¿Qué rayos?, ¿cómo había terminado en una situación como esta?

― Cinco minutos más por favor ― Susurro Zack.

―Zack, necesito ir al baño ― dije, buscando una excusa para salir de este incomodo momento. Zack disminuyo la presión de sus brazos y fue todo lo que necesite para salir disparada de la cama.

En qué momento habíamos terminado en la cama, en automático mi mirada viajo por mi cuerpo para averiguar si mi ropa seguía donde la deje por la noche, para mi buena fortuna, todo parecía estar en su lugar a excepción claro de mis zapatos, una vez hecha la inspección me di cuenta que en realidad no sabía dónde se encontraba el baño, pero al ser solamente dos puertas en la habitación me imagine que una daba hacía el pasillo y el otro debería ser el baño por lo que intente con la puerta más próxima a donde me encontraba, por suerte encontré lo que buscaba a la primera, entre al baño y cerré la puerta con seguro, no me había dado cuenta del lugar de Zack, ayer por la tarde no se me paso por la mente dar un vistazo al departamento en el que vivía Zack, pero para ser un bombero, parecía que ganaba muy bien, dueño de un departamento, un enorme terreno, y por sobretodo desembolsar un cheque de diez mil dólares así de fácil.

― Está todo bien ahí adentro ― La voz de Zack me saco de mis pensamientos. ― Annie, te encuentras bien.

― ¿Eh?, ah sí, estoy bien, en un momento salgo ― dije, después de hacer mis necesidades, abrí la puerta y ahí parado frente a ella estaba Zack, con solo un pants gris puesto, cruzado de brazos, mostrando los músculos de su pecho y brazos. No pude apartar la mirada de su amplio pecho, y él se dio cuenta de eso.

― Buenos días ― dijo Zack con una sonrisa en sus labios.

― Buenos días ― respondí avergonzada en un momento y un poco molesta después ― me puedes decir ¿Por qué no me despertaste y me llevaste a casa?

― Tuve la intención de hacerlo, pero te veías tan cansada que no tuve el corazón para hacerlo ― respondió Zack inocentemente.

― ¿Cómo fue que llegamos a la cama? ―pregunte

― Yo te cargue hasta ella.

― Eso me lo puedo imaginar, lo que pregunto es ¿cómo es que terminamos los dos en ella?

―Bueno eso fue culpa tuya ― dijo encogiéndose de hombros.

―No comprendo.

―Juro que mi intención era dejarte en mi cama y después ir a dormir a la habitación de invitados, pero cuando te deje en la cama tú no dejaste que me fuera, murmuraste algo como no me vuelvas a alejar, me dije que me iría cuando te durmieras profundamente, pero como veraz me quede dormido al igual que tú.

Oh por dios, si recuerdo haber dicho algo así anoche pero era porque estaba soñando con Mark, como pude ser tan tonta como para no darme cuenta que a quien abrazaba y le decía que no me dejara era a Zack.

― Mmm, ah ― No sabía en donde ocultarme, ni que decir, busque una escapatoria para no seguir metiendo la pata ―Yo me tengo que ir ― dije apuntando hacia la puerta y tratando de escapar, pero como era de esperarse Zack no me dejaría ir tan fácilmente.

―Espera, espera ― dijo, deteniéndome del brazo ― Porque tanta prisa, aún no es tan tarde, porque no te sientas en la sala mientras cocino nuestro desayuno y después te llevo a casa.