Inesperadamente ¿Tú?

Conociendo a la familia

A la mañana siguiente, a las 8 en punto, sonó el intercomunicador alertándome de la llegada de Mark, contestando con un simple ahora bajo, tome mi maleta y me apresure a bajar, todavía no estaba muy tranquila con el comentario de mi madre la noche pasada, ni con el hecho de Mark yendo a casa con mis padres, aun así lo único que me animaba de este hecho era ver como lo harían sufrir mis hermanos, porque aunque ya no era una niña, aun seguía siendo la pequeña de la casa por lo que aun me sobreprotegían.

 Aun recuerdo el momento en que les presente a Robert, antes de siquiera decirles su nombre, los tres se abalanzaron encima de él, tratando de golpear a la persona que le había quitado la inocencia a su pequeña hermana, si no es porque me interpuse entre ellos el pobre de Robert hubiera pasado la noche en un hospital, después de esta desastrosa presentación Robert se la paso todo el tiempo que estuvimos junto o detrás de mí y con mis hermanos llamándolo Bobby, bobo y otros motes ridículos ya que ya existía un Robert en mi familia y este no estaba dispuesto a que la dijeran Robert a un imbécil (palabras expresas de mi hermano), quien podía culparlo con un bombero, policía y vaquero por hermanos quien no les tendría miedo, los tres grandes y musculosos que con una simple mirada por parte de ellos harían hasta al más valiente de los hombres hacerse encima de los pantalones, solo existían seis personas en el mundo que podían hacerles frente, los cuales por supuesto eran mis padres, mi hermana, yo y por supuesto sus esposas, era divertido ver como dos pequeñas mujeres gobernaban la vida de Robert y Mike, Randy aun estaba soltero y según sus palabras no existía mujer en el mundo que haría a un vaquero libre y salvaje sentar cabeza.

 Al llegar a la puerta de mi edificio, lo vi recargado en su auto con los brazos cruzados, vestido con vaqueros y una camisa negra, debería haber una ley que prohibiera que hombres guapos como él, se vieran todavía mas calientes y sexy con ropa informal, la camisa se le pegaba a su ancho pecho, dejando al descubierto sus brazos musculosos, y sus vaqueros por dios, no sé cuánto tiempo me lo estuve comiendo con los ojos, que no me di cuenta en qué momento se había acercado a mí.

—     Espero que estés disfrutando de la vista tanto como yo — susurro en mi oído mientras me quitaba mi maleta y me tomaba de la mano para guiarme al auto.

—     No sabes cuánto — Mark soltó una carcajada, me encanto el sonido de su risa.

—     Me alegro, vamos tenemos que tomar el vuelo.

A pesar de que no quería que Mark viniera a casa conmigo, muy en el fondo me alegraba que lo hiciera, después del beso algunas de las barreras que había puesto cuando me propuso matrimonio se estaban viniendo abajo, se estaba haciendo difícil el seguir rechazándolo.

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Me encantaba esta Annie alegre, el coqueteo siguió durante todo el trayecto al aeropuerto, una vez estuvimos sentados en el avión, me platico sobre la familia, al parecer sus hermanos eran muy sobreprotectores “nota mental, tener cuidado”, su hermana cumplía años y estaba embarazada y a punto de dar a luz a su segundo hijo la razón del porque visitaba a su familia ya que había amenazado a su marido con colgarlo de las bolas si no la convencía de ir, “nota mental, no hacerla enojar si a su marido lo colgaba de las bolas que podría hacerle a él”, sus padres eran muy conservadores “nota mental, no tratar de tener sexo con su hija en su casa” y sus abuelos por lo que decía eran muy divertidos.

 Al bajar del avión decidí rentar un auto para llegar a la casa de sus padres al parecer quedaba un poco retirado del aeropuerto.