Verdaderamente Extraño

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Maravilloso, simplemente sensacional ha pasado un mes y 13 candidatas desde que a Mark se le ocurriera la brillante idea de convertirme en su “Esposa”, esto de estar en el negocio de casamentera se ha hecho más difícil con el tiempo y eso de que el cliente tenga en mente en convertir a cupido en su esposa tampoco hace las cosas fáciles pero ahora si estoy completamente segura que Amanda White es la candidata idónea.

—     ¿Annie puedes venir a mi oficina por favor?  — Sonó el intercomunicador

—     Claro en un momento estoy con usted Sr Dinovik — Desde el instante en que se acordó de mi nombre o podría decir desde el instante en que le dije mi nombre insistía en llamarme así en lugar del común Srita Anderson que había utilizado durante los 5 años que he estado laborando como su asistente.

Tome mi libreta de anotaciones y me dirigí a la oficina, toque la puerta y espere hasta que escuche el típico:

—     Entre — Abrí la puerta y entre a la oficina, él estaba de frente a la ventana dándome la espalda.

—     Se le ofrece algo — sé que es una pregunta tonta siendo que me llamo a su oficina.

—     Sí, quiero que se convierta en mi esposa — oh por dios otra vez con esto.

—     Muchas gracias por su oferta Sr. Dinovik pero debo declinarla por millonésima vez, ahora si no tiene otra solicitud, deje que le informe que hoy por la noche tiene cita con la Srita Amanda White a las ocho en el restaurante de costumbre…

—     Cancélela,  no quiero más citas con yeguas de cría he decidido quien será mi futura esposa, y nadie podrá hacerme cambiar de opinión aunque dicha persona se niegue a aceptar.

********

Aun no existe la persona en el mundo que pueda negarle algo a Mark Dinovik desde que tengo uso de razón he logrado lo que me propongo en la vida y Annie Anderson no sería la primera persona en negarme algo, si ella creía que era necia, yo podría ser un cabeza dura y no me rendiría hasta conseguir lo que quiero y en esta ocasión lo que quiero es a mi muy linda recién descubierta belleza que tengo por asistente.

—     Sr. Dinovik, ya lo hemos hablado muchas veces y no puedo aceptarlo …

—     Mark

—     ¿Disculpe?

—     Llámame Mark, si vamos a ser marido y mujer sería muy extraño que cuando te esté haciendo el amor me llames Sr Dinovik ¿no crees? — si no fuera porque sabía que tenía 28 años (después de haber leído una vez más su expediente laboral) habría jurado que era una adolecente de 17 años pura y casta por el rojo de sus mejillas que apareció una vez dije esto.

—     Sería muy inapropiado de mi parte llamarlo por su nombre, siendo solamente su asistente, además no puedo cancelar la cita con la Srita White, ya está hecha la reservación y ella ha estado de acuerdo, sería muy grosero de su parte si la cancela a estas alturas.

—     Muy bien, iré a la cita, pero recuerde que usted tiene que estar ahí para salvarme si no es la persona indicada para ser mi esposa.

—     Claro que ahí estaré no se preocupe, ahora si no tiene ningún otro pedimento me retiro a seguir con mi trabajo.

—     Está bien, puede retirarse — Annie salio de mi oficina y yo tome el telefono. 

Podía sentir la sonrisa en mi cara formarse mientras hablaba con Amanda, informándole que desafortunadamente me había salido una reunión urgente en Dubái y tenía que salir del país en ese instante.

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Fue muy extraño que Mark se diera por vencido muy fácilmente con lo de convertirme en su esposa pero estaba segura que Amanda White era la candidata perfecta para él, si esto salía como lo esperaba por fin me podría quitar de encima a Mark con sus propuestas de matrimonio.

Se dieron las 6 de la tarde y yo me preparaba para salir a cambiarme de chaperona, cuando Mark salió de su oficina con una sonrisa en su rostro, y me dijo:

—     Espero que te vistas elegante esta noche Annie, creo que será una noche larga e interesante.

Verdaderamente extraño, después de decir eso entro en el ascensor y antes de que se cerraran las puertas por completo me guiño un ojo, mientras me quedaba como una idiota con la boca abierta.

Inesperadamente ¿Tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora