Zack Mcmiller ha sido amigo de la familia desde que recuerdo, es el mejor amigo de Randy, en la secundaria eran inseparables, compañeros de fiesta, aventuras, conquista y sobre todo de guardaespaldas, ellos hicieron de mi estadía en secundaria muy solitaria, Randy solo estaba un año más arriba de que yo, cuando no era uno era el otro quien se encargaban de alejar a todos de mí, ellos hacían que ningún chico se me acercara y los valientes que se atrevían a invitarme a salir, a la hora me pedían disculpas y cancelaban la cita, de mi hermano podía entender el por qué no dejaba que ningún chico se me acercara, pero de Zack no lo entendía y al principio me mente voló y pensé que quizá estuviera interesado en mí, además de siempre salir con sus insinuaciones de querer salir conmigo, y para qué negarlo fue mi primer amor, pero él se encargó de sacar de mi mente ese enamoramiento, cuando se paseaba frente a mí con sus interminables conquistas, y termino de matar cualquier esperanza cuando en una de las muchas fiestas tome el valor y me le declare, fue una de las peores vergüenzas que he pasado, no le basto con decirme que a él le gustaban las mujeres no las niñas, se burló de mi frente a todos y después se llevó a Ashley Morrison capitana del equipo de animadoras y mi mayor verdugo a una de las habitaciones, salí de la fiesta hecha un mar de lágrimas.
Es por eso que después de eso nunca me había tomado en serio sus insinuaciones y por lo cual le dije a Mark que no hiciera caso de él, aunque a mí tampoco me gusto el beso de despedida que me dio en la comisura de la boca, como si con eso estaba diciéndole a Mark que él había llegado antes que él.
Entramos a la iglesia tomados de la mano y nos sentamos donde mi familia estaba, al terminar la misa, salimos todos juntos, Mark no se despegaba de mí, parecía como si tuviera miedo de que alguien pudiera arrebatarme de sus brazos, y la verdad me encantaba, jamás pensé que Mark pudiera ser así, nunca se mostraba cariñoso con nadie, pero yo no me quejaría.
— ¿Annie?, ¿eres tú? — Por favor dios dime que no es la persona que creo que es, me di la vuelta y maldije en voz baja — ¡Claro que eres tú!
— Hola Ashley — dije saludando a la zorra número dos del pueblo
— Bueno pero alégrate de verme. — dijo dándome dos besos en ambas mejillas
— Que es lo que quieres Ashley.
— No puedo saludar a una vieja amiga — dijo muy sonriente la muy hipócrita, si mi hermano y Zack habían hecho solitaria mi vida en la secundaria, Ashley la había hecho un infierno, ¿a que se debía este repentino cambio? La razón se encontraba a mi lado con un brazo alrededor de mi cintura.
— Bueno ya lo hiciste, ahora si nos permites nos vamos — dije dándome la vuelta, pero se interpuso en mi camino otra vez.
— Pero que grosera Annie, que va a decir tu amigo.
— Su novio no tiene nada que decir — dijo Mark, remarcando la palabra novio, para que no se le pasara por alto el papel que desempeñaba y no el de amigo — Annie tendrá sus razones para dirigirse a ti de esa manera, porque no mejor te haces a un lado y nos dejas ir. — Por dios adoraba a este hombre.
Ashley se le quedo viendo con la boca abierta, pero después de un segundo apareció una sonrisa en sus labios, parecía que en lugar de haberla mandado al diablo, le hubiera pedido su número de teléfono.
— Bueno encanto cuando te canses de la frígida que tienes al lado tuyo, ya sabes donde puedes encontrarme — dicho esto dio la vuelta y se fue.
Si no fuera porque Mark me abrazo con las dos manos por la cintura, en ese momento ella estaría en el suelo, malditas zorras hijas de p…
— Hey cariño, tranquila, mírame — dijo Mark dándome vuelta en sus brazos, quitando un mechón de cabello que me cubría los ojos — no pasa nada, yo jamás me fijaría en ella, soy tuyo.
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Inesperadamente ¿Tú?
RomanceMark Dinovik empresario exitoso lo tiene todo en la vida, todo excepto una esposa adecuada para proporcionarle un heredero. Annie Anderson hija modelo, trabajadora, inteligente, orgullosa, buen trabajo, novio fiel, se podria decir que esta feliz co...