Alec no volvió a aparecerse durante el resto del tiempo en que estuvimos en casa de su mama, Abril era de lo más divertida, aunque Erick seguía sin gustarme, en ocasiones veía como miraba a Abril y no era una mirada de aprecio en ella, más bien parecía como posesiva, Mary era una mujer cariñosa, aún seguía sin entender como ella podía estar con una basura como Alec.
Después de unas horas nos estábamos despidiendo de su familia, Mark tenía un brazo envuelto en mi cintura cuando salíamos de la gran casa y me dirigía al auto, abrió la puerta del copiloto para mí y una vez estuve dentro cerró la puerta y rodeo el autor por el frente para entrar por el lado del conductor, seguía estando tenso por lo sucedido con Alec, y sé que se moría de ganas por preguntarme que era lo que había pasado.
- Deja de darle vueltas al asunto Mark - Dije, tratando de calmarlo - No pasó nada, no voy a salir corriendo a los brazos de Alec, creeme cuando te digo que no se va a volver a acercar a mí.
- Ese malnacido, si vuelve a estar un solo metro cerca de ti, deseara no haber nacido. - dijo furioso
Puse mi mano en su mejilla para que me mirara, y cuando lo hizo me acerque y le di un beso en los labios para que se tranquilizara un poco.
- Vamos llévame a mi departamento, hay un asunto que nos espera ahí - dije siendo un poco atrevida, un brillo de entendimiento cubrió sus ojos y sonrió.
- Tus deseos son mis ordenes - dijo Mark - Pero antes necesito un adelanto del asunto que nos espera en tu departamento - sin más, tomo mi rostro con ambas manos y me beso profundamente, sino fuera porque recordé que aun estábamos frente a la casa de su madre, nada me hubiera impedido subirme a su regazo y arrancarle la ropa, pero desgraciadamente seguíamos ahí por lo que me retire un poco para tomar aire, nuestras respiraciones eran rápidas y sus ojos brillaban con lujuria, le señale el camino y entendió lo que trataba de decirle, puso el auto en marcha y nos dirigimos a mi departamento.
El recorrido fue más rápido de regreso, una vez llegamos a mi edificio Mark estaciono y salió del coche para abrirme la puerta, en cuanto salí del coche Mark ya me tenía encerrada entre su auto y él, tomo mi nuca con su mano y acerco mi rostro al suyo, su boca estaba en la mía un segundo después, los dos desesperados por estar más cerca del otro.
- Si no se separan un poco, algún vecino llamara a la policía y los arrestaran por daños a la moral. Además no me gustaría ver a mi hermanita teniendo sexo, me gustaría seguir pensando en ella como inocente. - Mark y yo nos separamos instantáneamente.
Oh por dios, de verdad algo estaba en nuestra contra, cada vez que estamos a punto de avanzar algo nos interrumpe, estábamos tan centrados en nosotros que no nos dimos cuenta de la persona sentada en la entrada del edificio, en mis cinco años viviendo en la ciudad ninguno de mis hermanos había ido a visitarme y ahora tengo ni más ni menos que a Randy esperándome.
- ¿Randy?, ¿Qué haces aquí? - Pregunto sorprendida
- Hola Hermanita, a mi también me da gusto verte - responde Randy sarcásticamente - Hola a ti también Mark
- Hola Randy, no sabía que vendrías - dijo Mark
- Se trataba de una sorpresa - dice encogiéndose de hombros, y vaya que me sorprendió.
- ¿Hace cuánto llegaste? - digo
- Hace unas horas, toque pero nadie abrió, supuse que no estarías en casa y me quede esperando, ahora por que no abres la puerta y me invitas a entrar está un poco frio aquí afuera.
- Claro, toma esta es la llave - le indico señalándole la llave de la puerta de entrada, - en un momento estoy contigo.
- Está bien - dice tomando la llave y entra al edificio
ESTÁS LEYENDO
Inesperadamente ¿Tú?
RomanceMark Dinovik empresario exitoso lo tiene todo en la vida, todo excepto una esposa adecuada para proporcionarle un heredero. Annie Anderson hija modelo, trabajadora, inteligente, orgullosa, buen trabajo, novio fiel, se podria decir que esta feliz co...