Capitulo 5: Bienvenida a Mundo Jurásico

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Capítulo 5: Bienvenida a Mundo Jurasico

Las mañanas en Valley estaba poniéndose frías y navideñas, llenas de vida y flora.

Kate había regresado a casa después de su estadio en New York, y venia con la noticia de que trabajaría para Masrani, y no esperaba ver la reacción de Alan cuando lo supiera. No lo imaginaba.

Para nada.

Alan no se encontraba en casa, estaba en el lago Fort Pekk, estaba en un nuevo descubrimiento de un esqueleto de Raptor. Kate decidió tomar su auto e ir donde Alan estaba, ella siempre buscaba que entre ella y su padre no hubieran barreras o secretos, cosa que con su madre nunca había podido hacer, quizás porque ella se parecía más a Alan que a ella. En casa no estaban ni Alan ni su mascota Maya, cuando Alan se iba de viaje al lago si Kate no estaba él se llevaba a Maya. La científica deseaba verlos a ambos.

Encendió el motor de su Jeep, y salió a media mañana de su casa.

No sin antes pasar por algo de comer para ella, y por supuesto para llevarle algo a Maya y Alan.

Esta separada de ellos dos, la hacía sentir triste.

Eran su familia.

Aunque Kate tenía otra preocupación, le diría a Alan que se había encontrado a Owen, y eso era muy interesante ya que a Alan no le gustaba mucho Owen.

Pero luego lo averiguaremos.

La carretera al Lago Fort Pekk era toda verde, los caminos rodeados de pasto recién nacido, las mesetas que se extendía por kilómetros y las largas y extensas hileras de pinos y arboles de cedro, era fascínate, pero a medida que se alejaba del Valley, la tierra se tornaba mas árida y dorada, con montañas de tierra, médanos anunciando que el lago estaba cerca.

Llevaba las ventanillas del la Jeep abajo, y el viento mas la velocidad a la que iba hacían que su cabello suelto ondeara al su compas, llevaba gafas de sol negras, música country y el mejor humor del mundo.

Al final de aquella extensa carretera desértica había dos caminos, uno que daba directamente al lago y el otro daba a las instalaciones de la excavación. Cruzo a este último, adentrándose en un camino rustico, haciendo que la camioneta se moviera de un lado a otro. Su reloj marcaba las 2 de la tarde en punto, había un sol ardiente, y unas fuertes ráfagas de viento con arena en el. En vista de eso, Kate cerró las ventanas de la camioneta y encendió el aire acondicionado.

A lo lejos logro ver el camino que continuaba y una silueta de carpas y trailers, en lo que parecía ser una mina a cielo abierto, pero poco profunda. Siguió el camino y por fin vio aquel campamento, había un grupo de personas caminando de aquí allá, otros sentados bajo los toldos, ella estaciono el vehículo al lado de la camioneta de su padre, y bajo de ella.

El suelo árido y rocoso suelo, crujió bajo sus botas de camping, las personas allí, la observaban con detenimiento, y estaba paralizado como si de una estrella de cine se trataba, pero ellos sabían quién era ella, y como sabían quién era ella, actuaban de ese modo, con sonrisas en sus rostros, ellos la recibieron.

Aquellas personas habían tenido un papel muy importante en su vida y su formación, fue con estas personas con quienes paso la mayor parte de su vida, con quien compartió y vivió. Ellos se acercaban a ella y la saludaban la llenaban de abrazos y sonrisas, mujeres y hombres.

Sin embargo después de tanta caravana, a ella se acerco una persona inesperada, pero que bien sabia que tarde o temprano iba a encontrarse. Se detuvo en un pequeño barranco y observo con detenimiento aquel lugar de faena.

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