Things always change.

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Es de día, mis ojos pueden ver de nuevo el sol por la ventana, me han dejado salir, mi reclusorio  ha terminado, de nuevo la sala de locos se alza frente a mi vista, todo está  como en un principio.

Me siento rara, pero no digo nada, no quiero me administren nada, o peor, que me vuelvan a encerrar.

Busco  mi lugar de siempre y alli  está  Ian, un alivio  recorre  mi espalda, camino lentamente de nuevo a mi lugar y veo a Aydan frente a Ian sentado en el suelo. El recuerdo  de su voz en mi cabeza me invade... y por un momento  no puedo pensar en otra cosa.

-Eh mira quién  está  aquí. ¿Terminaron los experimentos?-dice Aydan viéndome  de reojo, el libro de siempre en sus manos, no parece notar mi incertidumbre, ni siquiera parece fuera de lugar, ignoro la alerta de mi cabeza y miro a Ian. A diferencia de Aydan,  Ian voltea todo su cuerpo y corre a abrazarme

-¡Dana! Pense que ya no volverías, te llevaron demasiado tiempo y...oh... ¿Qué  te han hecho? -susurra exaltado tocando mi cabello.

-¿Hecho?-pregunto confundida.

-Creo que no se ha dado cuenta Ian, mira allá - me dice Aydan cerrando su libro y señalando con la cabeza el cristal de la ventana.

Mi reflejo es apenas visible, pero puedo ver a lo que se refieren, mi cabello esta muy corto y el color azabache de siempre ha sido remplazado por un castaño claro... subo mi mano para comprobar si es verdad y el reflejo hace lo mismo. "Oh mi Dios."
Miro en dirección  a Ian y no se que decirle.

-Bueno... creo que me agrada-suelta mirando mi rostro perdido.

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Bueeeeeno 258 palabras son realmente super pocas pero no sé que me pasa, no puedo nunca escribir algo largo! :( es estresante.. ¡me esforzaré cada día más! para hacerlos más larguitos. Pinky promise!

Peeero bueno, ¡les envío un abrazo de oso y un beso mariposo!

¡Hasta la próxima!


My suicide.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora