Despertó con dolor de cabeza, un sabor pastoso en la boca y los ojos entumecidos. Se encontraba en una habitación oscura de tamaño imposible de adivinar con un olor metálico mezclado con el cerrado de las casas abandonadas. El sonido de gota tras gota estrellándose contra el suelo. Le dolían las muñecas y cuando fue a echarlas un vistazo se las vio atadas a un camastro de madera. Comenzó a hiperventilar.
No podía pensar mucho pero tampoco lo necesitaba , no había nada que pudiera hacer en su estado. De pronto unas pisadas ligeras que se acercaban rompieron la monotonía de aquel lugar del infierno. Kan pensó que le matarían.
-Así que ya estas despierto- No veía quien le hablaba pero reconocía el tono de voz - no se te ve mala cara del todo, has estado durmiendo dos días seguidos. ¿Qué tal te encuentras?
Kan ahogó un grito de desesperación , una súplica lastimera no le iba a sacar de ese asunto.
-Eh oye! Solo estoy preocupándome por ti de acuerdo. -Se coloco frente a él y observó a Kan detenidamente, se trataba de Blazh. - ¿A qué se deben esas quejas ?
-No entiendo que hago aquí -Dijo Kan con voz ronca -no me has matado.
-Es obvio que no -replicó Blazh, su túnica negra hondeo como una bandera cuando se acercó a la cabeza de Kan.
Le palpo un lado de la sien , justo por encima de su oreja izquierda, y apretó un tanto.
-No sé en qué momento te hiciste esta fea herida pero esta cicatrizando bien. Dime , ¿cuál es tu nombre? - Blazh volvio a ponerse frente a él mientras se limpiaba una mano con un trapo -me pareció oír que Ginebra te llamaba Kan. Un apellido que me es muy familiar.
- Quítame los grilletes y te diré lo que quieras - Kan no tenía apenas fuerzas para hablar con ímpetu o determinación. - Kan es mi apellido , cierto, pero nunca he sabido nada sobre mi familia... ¿De qué te debería ser familiar?
Blazh acercó su rostro al de Kan, las líneas triangulares de su cara casi parecían esculpidas en diamante. Unos ojos oscuros como un abismo sin fondo se clavaron en él, y sintió frio.
-No sabía que fueras tu quien hacía las preguntas- dijo con un tono desapasionado - Por otra parte, el apellido Kan tiene múltiples significados, pero el más importante es uno que trasciende todos los límites de lo posible... Así que es así, eres un Kan, ¿Verdad? - A Blazh se le formó una leve sonrisa en su impasible rostro. -Tengo mucho trabajo que hacer, tienes que ayudarme en algo importante.
-¿Para qué puede sirve un hombre como yo a alguien como tu? -preguntó Kan sin la menor esperanza de comprender nada de todo eso, las muñecas comenzaban a arderle con un escozor molesto. -visto desde un punto estratégico, soy un enemigo más en tu camino , una molestia de la que debes deshacerte cuanto antes.
-Afirmo que eras una molestia , que te habría eliminado sin necesidad de pestañear y que hasta hace más bien poco eras más que un enemigo... -Hizo una pausa y se alejo hacía una mesa provista de unos instrumentos muy raros, en una esquina de la oscura habitación. -Se te da bien convencer a la gente de que te maten, das argumentos realmente consistentes. Por otra parte , la situación ha cambiado de forma radical y debo confesar que no me lo esperaba. Todo esto me ha pillado realmente por sorpresa. -Blazh levantó por encima de su cabeza un extraño cilindro metálico. -En otro momento...en otras circunstancias , esto me habría servido de gran utilidad. -Le mostro a Kan el tubo cilíndrico, la punta, afilada hasta el extremo, emitía un brillo sangriento. -Se llama comúnmente el saca-ojos, es obvio que quien dio nombre a esta cosa le faltaba una pizca de originalidad. Sin embargo explica muy bien cuál es su utilidad.
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Los Guerreros de la Justicia
FantasyHistorias épicas que se desarrollan y entrelazan en un mundo lleno de discordia, traición y conspiraciones políticas.