Y es entonces, cuando en ocasiones lloro por las noches, por lo que me hiciste, por lo que no fuimos, y por lo que pudo ser. Y trato de no odiarte, no odiarme y recuerdo la parte feliz de la historia, y agradezco a la vida la oportunidad de todo.
Las risas en la cama, acostados, viendo una película de lo que fuera,nos daba igual porque lo que de verdad importaba eramos tu y yo,esas charlas que parecían el confesionario de la iglesia,esas idioteces que solo estando juntos sabíamos hacer.
Nunca te dije que contigo me sentía como con nadie,que te necesitaba las 24 horas del día los 7 días de la semana. Que me volví adicta a tu besos y me los cortaste sin más.
Todavía me acuerdo de nuestra fecha,de canciones,de momentos que me son imposibles de olvidar. Cosa que no puedo decir de ti, que me has olvidado como si nunca hubiera existido y quizás es eso lo que mas me duele,que significara tan poco para ti.
Al principio creí que ibas de broma que volverías con un ramo y me dirías que me quieres,que no puedes estar sin mi pero no,se quedara como un simple sueño que tengo. Que ilusa fui de creer que lucharías,que me quieras en tu vida pero me equivoque en otra cosa más.
Te fuiste, renunciaste a quererme y no sabes lo que duele...
Tus heridas me han dejado marca,ya se irán pero me rompiste en dos y ahora no hay quien me arreglé solo tu.
De esas historias que te marcan el alma, te roban el sueño y les dedicas gran parte de tu vida. Esas que no puedes cerrar así como así, porque está claro que existió algo.
Aún después de todo volvería contigo porque YO te quiero demasiado, porque yo SI te echo de menos.
Pero para mi, TÚ te quedaste como un cobarde que no quiso mover un dedo en ningún puto momento por su orgullo. Piensa que el que perdió de verdad fuiste tu,no yo.
Esta era el tipo de historia que tiene complicidad con la vida. De esas que se olvidan por cierto tiempo, pero después una palabra, un lugar, un sueño las regresa de golpe con la loca idea de reconstruir todo lo que ya no existe y duele como si te desgarraran el alma.
