Adiós

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Todos los días decimos «adiós» al despedirnos de alguien. En esos momentos, tan solo es un «hasta mañana» o un «hasta pronto». Sin embargo, llega un día en el que de manera completamente impredecible y sin saberlo, llega el «adiós» definitivo. Sin explicación alguna, esa persona deja de hablarte y tú dejas de hablar con esa persona. Si todo iba bien, ¿por qué se ha llegado ante tal situación? Piensas «no puede ser, ¡si nos iba de maravilla!» Te lamentas. Te desesperas. No paras de pensar en una forma de arreglarlo. Pero, ¿qué vas a arreglar? Si todo marchaba bien, no hay nada que arreglar. Esa persona decidió marcharse de tu vida sin dar explicaciones. La gente aparece y desaparece, vienen con un «hola» y se marchan sin decir «adiós». Cualquier palabra que te digan pueden convertirse en un «adiós ». Se van, y ni siquiera te dejan despedirte.

Pensamientos de una adolescente problemáticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora