Aria Ravenscroft
Nos adentramos en el bosque y caminamos. El cielo todavía estaba claro, teníamos tiempo de llegar a casa antes de que oscureciera.
-¿Segura que este es el camino correcto?- preguntó Ciel.
-Si, ya falta poco.- dije. Llevábamos al rededor de 8 minutos caminando.
Ya me estaba comenzando a cansar de tanto caminar hasta que vi la mansión. El carro de mi mamá estaba estacionado, ya había llegado a la casa.
Ma asomé un poco más de entre los árboles y noté que mi madre no estaba en el jardín. Excelente.
-Avanza.- le dije a Ciel.
El obedeció y me siguió. Sebastian se había quedado fuera. Me dirigí a la puerta de la mansión y la abrí. Justo en las escaleras estaba mi madre, mirándome fijamente.
-Hola.- saludé.
-Hola Aria, ¿dónde estabas?- preguntó. Tenía una expresión fría, me esperaba un buen regaño, pues se empezaba a hacer de noche. Entonces vio a Ciel detrás mío.- Oh, pero ¿quién es este chico?- dijo con un tono amable y amigable.
-Mucho gusto señora, soy Ciel Phantomhive.- dijo Ciel y le estrechó la mano.
-¿Ciel? No es un nombre muy común...- agregó mi madre.- ¿Vives por aquí cerca?
-Si.- dije.
-No.- dijo Ciel.
Mi madre nos miro confusa.
-Bueno, es que vivo por aquí, pero queda algo lejos.- dijo Ciel.
-Ya veo.- dijo.- ¿Gustas quedarte a cenar?
-Mm... No sé si pueda...- dijo dudoso.
-Adelante.- le animé.
-De acuerdo, será todo un placer.- dijo.
-Bueno chicos, los dejos solos un momento. Todavía tengo que desempacar algunas cosas para la mudanza.- dijo y desapareció.
-¿Qué quieres hacer?- le pregunté.
-Podrías mostrarme algunas cosas de tú mundo.- sugirió.
-Cierto, sígueme.- le dije.
Subimos las escaleras y me dirigí a mi habitación. Pero antes de abrir la puerta una voz llamó mi atención.
-¿Ya regresó señorita?- era Charles.- Su madre estaba muy preocupada.
-Si, lo sé. Solo fui a explorar un poco.- dije.
-¿Su madre sabe que ese chico está en la mansión?- preguntó.
-Si, es un amigo.- dije y abrí la puerta de la habitación. Ambos pasamos.
Entonces la volví a abrir y empujé a Ciel fuera. Había olvidado por completo los pósters y figuras de la serie.
-¿Qué te pasa?- preguntó molesto.
-Na-nada. Solo debo arreglar algunas cosas...- dije nerviosa.- Ya sabes, cosas de chicas.
-Esta bien.
-Espera aquí. No te vayas.- dije y cerré la puerta.
Tomé los pósters y los enrollé con cuidado. Los metí en la caja donde tenía el resto. Las figuras las meto en uno de los cajones del tocador. No se me olvidaba nada. Eso era todo.
Abrí la puerta de nuevo, y Ciel estaba ahí esperando.
-¿Ya puedo pasar?- preguntó.
-Si, lo siento. Es que con lo de la mudanza tengo todo regado.- dije y traté de sonreír.

ESTÁS LEYENDO
El juego de la guerra.
ФанфикEn el ajedrez existen dos fuerzas, el ejército blanco y el negro, luchan en una guerra para conseguir derrotar al rey enemigo, hacen los mejores movimientos y sacrifican piezas para que los demás logren su objetivo, todo esto por órdenes del rey. Pe...