Aria Ravenscroft
Las cosas estaban claras. Él sabía que conocía toda su vida. Me había ganado su credibilidad.
Estaba más calmado, supongo que ya había asimilado toda la información.
-De acuerdo. Regresando al tema de tu mundo. Quiero que me lleves a él.- dijo.
-Podría hacerlo sin ningún problema.- dije.
-Entonces partamos ahora mismo.
Se levantó y yo por instinto hice lo mismo. Iba detrás de él, a la hora de abrir la puerta se hizo hacia atrás y me ofreció pasar primero.
-Usted primero.- dijo.
-Gracias.- dije. En esta época si hay caballeros.
Bajamos las escaleras a la par y Sebastian estaba esperándonos en la sala.
-Joven Amo. Ya investigué acerca Aria Ravenscroft. No hay ni un registro sobre ella. Pero debo decirle que me enteré que el Conde Ravenscroft falleció juntó a su esposa, las condiciones son desconocidas.
-Ya veo.- dijo el Conde.- Es una pena lo de los Ravenscroft.
-¿A dónde se dirige Joven Amo?- preguntó Sebastian.
Ciel lo puso al tanto de los acontecimientos, el mayordomo solo se limitaba a escuchar con atención.
-Disculpe mi atrevimiento señorita, pero ¿En el futuro existen los demonios?- preguntó.
-Hay cultos que adoran a Satán y hay otros que hacen rituales hacia la muerte o para invocar demonios. Existen varios juegos de echo, como la Ouija. Pero nuca he visto ninguno, ni a un shinigami o un ángel.
-Ya veo.- dijo.- Entonces prepararé el carruaje para el viaje.- dijo Sebastian.
-No será necesario Aria dice que podemos llegar caminando.- dijo Ciel.
-A parte levantaría sospechas.- dije.
-Iré a prepararme, puedes esperar aquí o en el jardín, como gustes. Pero ni se te ocurra escapar, no llegaras muy lejos.- dije Ciel.
-No tengo intenciones de escapar.- dije.
Cuando me aseguré de que Ciel se hubiese ido salí de la mansión y me dirigí al jardín. Para ser más exacta de donde había salido. Entonces alguien me tomo del hombro.
-¿Qué haces aquí?- era Meyrin. Tenía una pistola, todavía.
-Exploro los alrededores, el Conde Ciel me lo ha autorizado.
-¿Ya llegó a una conclusión?- preguntó.
-Si, soy inocente.- dije.
Detrás de ella llaga Finny.
-¿El Joven Amo ya la dejo en paz? Qué extraño.- dijo.
-Creo que mientes.- dijo Meyrin.
-No lo hace. Le di mi autorización, ahora en adelante seremos socios.- dijo una voz.
Era Ciel.
-¡Joven Amo! ¡Lo siento mucho! Creí que había escapado o algo... ¡Discúlpeme señorita Ravenscroft! No fue mi intención asustarla u ofenderla.- dijo.
-No hay problema dije. Empezamos de nuevos, ¿Quieres? Soy Aria Ravenscroft, mucho gusto.- extendí mi mano.
-Mayrin, sirviente de esta mansión a su servicio.- dijo y estrechó mi mano.
-Luego tendrás tiempo para presentaciones Aria. Debemos irnos.- dijo Ciel.
Voltee a verlo e hice una mueca.
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El juego de la guerra.
FanficEn el ajedrez existen dos fuerzas, el ejército blanco y el negro, luchan en una guerra para conseguir derrotar al rey enemigo, hacen los mejores movimientos y sacrifican piezas para que los demás logren su objetivo, todo esto por órdenes del rey. Pe...