El juego de la guerra.

Hello, old friends.

Cómo podrán haber notado, esta cuenta carece de actividad desde hace un par de años; hecho que implica la nula actualización de cualquier fanfiction que hayan podido encontrar alguna vez en mi perfil.

Hace poco, buscando entre las notas de mi celular, me topé con el borrador del siguiente capítulo de esta y otras historias que tenía planeadas publicar. La nostalgia resultó inevitable, y decidí dar un paseo por lo que alguna vez representó una parte muy importante de mi: Unicorniosalvaje777.

Ahora que miro al pasado, recuerdo lo orgullosa que estaba de mis escritos, y la forma tan intensa en la que guardaba todo lo relacionado a este perfil en secreto frente a mis amigos y familia de la vida real; tenía miedo de que me juzgasen por mi narrativa, mis ideas o el simple hecho de compartir parte de mi en internet con personas que no conozco en lo más mínimo.

Es una etapa que siempre recordaré con mucho cariño, ya que fue aquí donde empezó mi amor por la escritura y, siendo más específicos, el fanfic.

Me sentí sumamente culpable al ver la cantidad de personas que se quedaron esperando una actualización de alguna de mis historias, pues nunca anuncié cuando decidí marcharme de aquí.

Literalmente les abandoné: a mis novelas y a ustedes.

He de decir que mi forma de escribir ha mejorado de forma descomunal a comparación de lo que veo en esta cuenta, y a la par noto como yo misma he crecido de forma personal.

Sé que es demasiado tarde para continuar con esto, y aunque no lo fuese, jamás lo haría; Unicornio quedó en mi pasado, y ahí se quedará por siempre, porque es a donde pertenece. Sin embargo, le agradezco a la pequeña yo por animarse a compartir sus tramas y escritos.

De igual manera les agradezco a cada uno de ustedes, quienes me siguieron desde el principio (y a quienes llegaron un poco más tarde también) por estar siempre ahí, apoyándome y disfrutando de lo que solía hacer por estos rumbos; esos pequeños detalles me motivaron de formas que no se imaginan para mejorar día con día.

Esto no es un "hasta pronto", un "perdón", ni un "nos leemos luego".

Es un "hasta nunca".

Porque siempre les llevaré en una parte de mi corazón, a cada uno de los que alguna vez fueron mis lectores, y a las historias escritas por esa niña de doce años que siempre aspiró a darles más.

Y para cerrar con broche de oro, un capítulo inacabado de mi vida, les digo una vez más:

"Unicornio, fuera."