La JEFA de la fraternidad

Devuélveme mi jamón

Entre todos los chicos de la casa me mandaron a mi a hacer la compra, pero no me quejo, solo dejare que mis padres fomenten el no hacer nada en mis hermanos menores. Repito, no me quejo.

Para mi sorpresa me encontré a una cabellera castaña con mechas rubias en el pasillo continuo de la cual la dueña se paseaba con un canasto en mano y una sonrisa en el rostro por lo que vi en su reflejo. Crystale Wayne estaba con esa sonrisa y esos nuevos mechones caminando atentamente frente al sector de los jamones.

Tal vez si saque algo bueno de esta salida.

Me acerque lentamente hasta estar a su lado, al parecer no se molesto ante mi presencia o se percato porque seguía con la vista fija en los jamones como si su vida dependiera de ello.

Quise llenar ese momento incomodo estirando mi mano hacia el ultimo jamón de cerdo que había en el congelador, aunque en casa ya había, pero la fina mano de Crystale se interpuso en mi camino tratando de tomar el mismo jamón. Intercambiamos una mirada y era obvio que cualquier caballero hubiera cedido el jamón.

Yo no era uno.

Los dos empezamos a forcejear por el sin ningún reparo en que estábamos en medio de un pasillo de supermercado. Nuestros rostros estaban muy cerca, si me estiraba unos centímetros mas podría besarle pero eso fue interrumpido por las tiernas palabras de la chica frente a mi -Suelta mi jamón -Ordeno Crys con una mueca mientras tiraba de el.

-No, tú suelta mi jamón -Dije en respuesta con una sonrisa arrogante. Tenia fuerza pero no la suficiente para llevarse este jamón de mis manos.

La pelea por el jamón continuo solo que los dos soltamos nuestros respectivos canastos para tener mas ventaja llegamos hasta tal punto que la chica Wayne estaba en mi espalda tratando de quitarme el jamón, lo impactante fue que de la nada se bajara de mi espalda y me peguntara. -¿Por que peleamos por un estúpido jamón?

Sin poder contenerme mas solté la verdad que estuve reteniendo estos últimos días -No se tú pero yo lo hago por que te amo

Ese jamón solo fue una excusa bienvenida para estar mas cerca de ella y como termino ello. Bien Reagan.

Tampoco era el escenario más romántico para decir esas palabras en realidad pero cuando sientes que tienes que decir esas palabras cualquier lugar -incluso la sección de carnes de un supermercado- se puede volver el indicado.

Crys me asombro dándome un escaso beso en los labios, tan corto que no pude reaccionar a ello -Yo también lo hago porque te amo tonto

La bese segundos después de haber procesado lo que dijo y me devolvió el beso hábilmente para deslizar sus manos por mi cuello hasta llegar a mi nuca.

Algunos dirán que era muy pronto, que con tan solo conocerse por poco mas de seis meses no es suficiente para enamorarse pero voy a responder a eso solo con una frase: No importa si son días, meses o años, incluso si es un mes o un diez años, solo tú puedes saber cuando es verdadero y en ese preciso momento estaba más que seguro de mis palabras.

Con ese beso me olvide de todo lo que nos rodeaba o lo que ocupaba mi mente, de la universidad, del que dirán, del olor a jamón que nos rodeaba y lo único en lo que pensaba era en su tacto y en sus palabras.

Una garganta aclarándose falsamente interrumpió nuestro momento, devolviendonos a la realidad.

-Oigan ¿Van a llevar ese jamón? -Un chico lleno de acné señalo el jamón que ahora yacía aplastado en el suelo, supongo que el chico trabajaba para el supermercado por su atuendo de camiseta roja al igual que la de todos los cajeros.

Crystale tomo el jamón con una mueca de fastidio y lo lanzo al otro lado del pasillo.

La gruñona apareció, y sin importar ello yo la amaba tanto como gruñona o no. Solo que ahora podía decirlo libremente ya que ese amor ¡era correspondido perras!

...Técnicamente el cerdo del que estaba hecho ese jamón voló...