Capítulo 2

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Jugué con la comida mientras miraba mi teléfono, Emma estaba en el hospital haciendo unos exámenes ya que en unos días la operarían, esperaba que me dijera que la pasara a recoger o algo pero ya no lo hizo, seguramente está agotada. Le dije que viviera en mi apartamento pero ella se negó, dijo que aún prefiere respetar nuestros espacios y así en un futuro mantener nuestra buena relación, ella siempre tenía la razón. Una voz me hizo levantar la vista de mi celular. Era la chica del otro día.

- Hey, ¿Puedo sentarme? - Yo asentí encogiéndome de hombros.

Todo se mantuvo en silencio mientras ella comía despacio, la pille mirándome un par de veces y suspire.

- Soy Violet. - Estire mi mano y ella la acepto inmediatamente.

- Soy Cameron. - Ella me dio una sonrisa. - Estudio educación diferencial.

- Y yo psicología. - Ella asintió volviendo a comer.

- Me gusta tu cabello. El morado es mi color favorito. - Por alguna razón sentí el calor subir a mis mejillas. - Eres muy linda.

- Y tu... - Murmuré.

En realidad no acostumbro a socializar mucho, a pesar de las veces tengo un evento en público por mis libros me manejo bien en las situaciones, personalmente soy muy torpe en lo social. Sobre todo, no estoy acostumbrada a que me halaguen, menos gente que apenas conozco. Normalmente solo los halagos que tomo en cuenta son los de Emma y bueno, Mark mi ex novio que es mi mejor amigo gay. ¿Qué?, era obvio que solo éramos amigos hasta la confusión donde toda la escuela pensó que éramos pareja.

- ¿Eres como todos aquí? - La mire confundida. - Bueno, como la mayoría, ya sabes.

- No sé a qué te refieres. - La mire confundida.

- Una niña mimada. - Sonreí levemente.

- Bueno, mis madres me miman mucho pero no creo ser como los demás.

- Espera, ¿Madres? - Yo asentí. - Eso es cool.

- Lo es. Pero, ¿Por qué preguntabas si era como todos?

- Bueno, es una universidad bastante cara y yo entre con una beca, no tengo nada con la gente de buenos recursos pero algunos son insoportables. - Yo asentí.

- Si, algunos lo son. Pero, ¿Te di esa impresión? - Ella negó.

- Solo no has tocado tu comida en todo este rato.

- Oh, no. Solo estaba en mi mundo. - La campana sonó cuando ella se encogió de hombros mientras se levantaba.

- Entonces así se comportan los prodigios. - Ella se fue mientras me dejaba confundida.

- ¿Prodigios? - Ella no podía saber de mis calificaciones ya que se comprometieron a mantenerlas en secreto, seguramente me conoce por mis libros. En la universidad no son muy conocidos por los alumnos, ya que normalmente, al menos en nuestros edificios, los estudiantes no tienen tiempo para leer otra cosa que no sean textos escolares.

Me levante y deje la bandeja en la basura rápidamente para poder alcanzarle, para mi suerte la vi caminando tranquilamente en el pasillo y me apresure a seguirle el paso.

- ¿Por qué dijiste eso?

- ¿Por qué dije que? - Ella me regaló una sonrisa. - Oh, lo de prodigio. - Yo asentí. - Me gusta saber sobre escritores que me gustan, eres bastante reservada y en las fotos te ves más joven, me fue difícil reconocerte porque ya no eres esa niña. - Me sentí levemente incomoda. - Bueno, quizás por el exterior no, ahora eres más linda.

- ¿Te acercaste a mí solo por ser yo? - Ella negó manteniendo su sonrisa.

- Me acerque a ti porque me pareciste interesante y distinta. - Mi celular vibró y me apresuré a tomarlo, era Emma. - Te dejo para que hables con tu novia.

- En realidad, - Ella ya había vuelto a caminar antes de que terminará de hablar. - ¿Si?

- Babe, ¿Puedes venir a mi apartamento?, Chris tiene que volver al trabajo y mamá está enferma.

- Voy para allá, ¿Quieres que pase por algo? - Cameron se perdió de mi vista cuando se fue por otro pasillo.

- Me gustaría que me leyeras uno de tus poemas...

- Sabes que estoy trabajando en ellos, no me gusta que nadie lea lo que escribo.

- Entonces solo tráete a ti y un bote de helado de chocolate.

- Estaré allá en 20.

- Te amo... - Sonreí levemente.

- Y yo a ti... - Salí al estacionamiento para ir por mi auto pero me detuve al ver por la ventana a Cameron atenta en su clase. - Una chica bastante misteriosa e interesante... - Pensé en voz alta antes de meterme a mi auto.

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora