Capítulo 35: ¿Qué quieres, Violet?

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Sus ojos parecían acostumbrarse a la luz de la habitación privada que le había pagado, ella me miró y una sonrisa creció en su cara.

- Te quedaste. - Yo asentí tomando su mano.

- Por supuesto que si. - Ella trató de quitarse el cable que le ayudaba a respirar que tenía en sus fosas nasales. - No, tienes que dejarlo, tonta.

- Cierto, se me olvidaba lo molesto que era. -Ella suspiró. - ¿Qué me ha pasado? - La miré un momento.

- ¿No lo recuerdas?

- No recuerdo muchas cosas, debe ser por los sedantes que me estan inyectando.

- Tuviste un ataque epiléptico mientras conducías. - Vi el terror en su mirada.

- ¿Eso significa que la operación no ha funcionado? - Sus ojos se cristalizaron y me apresuré a negar.

- Si ha funcionado, Emma. -Apreté su mano levemente. - El doctor ha dicho que era un posible riesgo, ¿Recuerdas? - Ella asintió. - Dijo que podían hacer un tratamiento para manejar el nivel de estrés que estás teniendo. Al parecer eso es lo que esta afectando a tu cerebro, claro que te seguirán dando episodios epilépticos pero en una baja cantidad.

- Al menos estás aquí. - Yo asentí. - Gracias.

- ¿Por?

- Quedarte.

- En la salud y en la enfermedad, ¿No? - Ella sonrió levemente pero aquella sonrisa se borró.

- Tú me pediste el divorcio.

- No pienses en eso.

- ¡Tú me dejarás! -Ella alejó sus manos de las míasn - ¡¿Por qué sigues aquí?! - Noté como su pulso se alteraba, ¿No se supone que los calmantes tendrían que evitar esto?

- Emma,relájate.

- ¡No me pidas que me calme! - Mamá tenía razón cuando me dijo que nunca le pidiera a una mujer que se calmara. - ¡Vete de aquí!

- Emma, en serio tienes que relajarte puedes tener otro episodio de epiléptico. - Ella pulsó el botón para levantar la cabecera de la cama.

- ¡Que te vayas!

- Que no me iré. -Trataba de mantener la calma.

- ¿Por qué no? - Ella suspiró.

- Porque eres mi esposa. - Su mirada se posó en la puerta y yo seguí la mirada, demonios.

- Yo... mejor me iré. - Yo negué rápidamente pero ella no me tomó en cuenta y se marchó.

- Violet. - Miré a Emma. - ¿Qué es lo que quieres?

- He vuelto. - Chris entró sorprendiendose al ver a su hermana despierta. - Bienvenida al infierno, hermanita.

-Cállate Chris.

- Uy. - El rodó sus ojos.

- Iré al baño.

Salí rápidamente de ahí buscando rastros de Cameron pero no podía encontrarle, fui a las paradas de autobuses cercanas pero nada. Trataba de llamarle pero no me respondía las llamadas, la había cagado.

Cuando volví al hospital me la encontré en la salida limpiando sus ojos antes de ponerse sus anteojos.

- Cameron. - Ella me miró y no hizo nada más que aquello. - ¿Cómo sabías que estabas aquí?

- ¿Eso realmente importa?, ¿Sabes cuán preocupada esta por ti?, pensé que te había pasado algo, joder. Desapareciste por dos días, incluso fui a la casa de tus madres pero ellas tampoco sabían de ti. - Yo suspiré. - ¿Por qué estás con ella?, tiene una buena familia que la apoya y ella no te necesita aquí. - Ella de pronto me miró con odio. - A menos que tú seas quien la necesita, ¿Es eso?, ¿Cómo no me di cuenta de aquello?, soy una...

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora