Cameron tropezó en el pasillo y me acerqué a ayudarla rápidamente, hoy llevaba unas gafas algo grandes pero se le veían bien. Tomé sus libros antes de ayudarla a levantarse mientras se sonrojaba.
- Por dios, soy tan torpe. – Murmuró.
- Lindas gafas. – Ella me sonrió.
- Gracias, solo las ocupo cuando estudio. – Suspiró. - ¿Qué tal todo con tu novia?
- Esposa. – Ella asintió. – Bien, en unas semanas volverá. ¿Cómo esta Zack?
- Bien, ha estado encantado con un libro de crucigramas.
- Tiene una alma humanista.
- Lo que digas. – Ella bromeo. - ¿Me devuelves mis libros?
- ¿Y qué consigo yo a cambio?
- Evitar que te golpee.
- Soy cinta negra. – Ella alzó una ceja. – Hablo en serio, si quieres te muestro las fotos de mis com... - Me callé cuando recibí un fuerte golpe en mi hombro. - ¡Auch!
- Te dije que no te metieras conmigo.
- No lo dijiste. – Hice una mueca por el dolor. – Lo tendré en cuenta la próxima vez, no estaba preparada.
- Un ninja siempre está preparado.
- No soy un ninja. – Ella se encogió de hombros.
- Eso es lo que diría un agente especial ninja.
- Ahora entiendo porque no tienes amigos. – Murmuré.
- ¡Hey, si tengo amigos! – Reclamó. – Que tú siempre me encuentres sola es distinto.
- ¿Vienen en la universidad?
- Eres casi mi única amiga ricachona. – Bromeó. - ¿Qué hay de los tuyos?
- Mi mejor amigo debe estar paseándose por los pasillos y mi mejor amiga... En algún lugar pintando.
- ¿Solo ellos dos?
- No tengo más, no soy la persona más social que conocerás. – Le entregué sus libros cuando noté que miro su reloj.
- Eh, yo debo ir... - Indico su salón y yo asentí. – Te veo luego. – Besó mi mejilla rápidamente antes de irse.
Tomé mi cuaderno de notas antes de ir al jardín a sentarme. Usualmente no estaba en las clases porque no me era necesario, asistía cuando no tenía nada que hacer o estaba Emma, de todas formas los profesores no se molestaban. No me di cuenta de cuánto tiempo paso hasta que sentí como alguien se tiraba sobre mi sorprendiéndome.
- ¡Ataque sorpresa! – Tomé sus muñecas rápidamente antes de darnos vuelta haciendo que me quedara sobre Cameron.
- Cam, en serio no deberías hacer esas cosas. Pude golpearte. – Ella solo me sonrió y yo suspiré. - ¿En serio quieres comprobar que soy cinta negra?
- No te creo, no tienes el cuerpo de una chica que practique artes marciales. – Le ayude a levantarse mientras alzaba una ceja.
- Sígueme.
Camine al gimnasio de la universidad y fui a la sección del dojo que tenía, sabía que algunos alumnos estarían. Le indique que me esperara y fui a ponerme algo más cómodo. Cuando salí ella me miraba desde una banca mientras me acercaba a los chicos que estaban ahí.
- Hola chicos. – Ellos me sonrieron. - ¿Pueden atacarme todos a la vez? – Noté como Cameron abrió sus ojos.
- Hey, no tienes que...
- Calla. – Le indique sonriendo. - ¿Lo podrían hacer? – Ellos asintieron. – No se contengan.
- Eres una chica.
- Y las chicas pueden patearle el trasero a cualquiera. – Dije haciéndome una coleta y él rodo sus ojos. - ¿Listos? – Ellos asintieron. – Cuando quieran.
No paso mucho antes de que lanzaran el primer golpe, el cual no fue difícil de detener y dejar al chico en el suelo. Aunque al parecer dañe su orgullo pude contra ellos hasta que se cansaron y cuando me di la vuelta un chico no parecía querer terminar cuando quiso taclearme pero lo esquive y le di una patada en el estómago.
- Joder. – Gruñí cuando lo vi en el suelo. – No hagas eso nunca más, por favor discúlpame.
- Tienes que enseñarnos eso. – Un chico de la banca habló.
- Solo práctica. – Miré a Cameron que me veía sorprendida.
- Recuérdame llamarte cuando quiera ir al lado malo de la ciudad. – Yo reí levemente mientras me sentaba agotada a su lado. - ¿Eso me pudo pasar?
- Seguramente. – Tomé un poco de agua.
- Me lo pensare antes de meterme contigo, súper ninja. – Me empujo haciéndome caer. Ambas reímos fuertemente mientras yo seguía en el suelo.
- Me gusta pasar tiempo contigo. – No sé porque dije eso.
- Y a mí. – Ella me abrazo rápidamente y le sonreí. - ¿Oye, quieres venir al juego de Zack de este sábado?
- Claro, me encantaría.
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Violet
RomanceViolet Hayes, una joven estudiante de psicología como una vez fue su madre y una gran artista como lo era su hermano. No era como sus compañeras de clase o incluso su novia, ella era bastante diferente a su entorno, o eso creía. A veces una persona...