Capítulo 25

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Ella terminaba su café que parecía disfrutar, la verdad es que a mi parecer era la mejor cafetería de la ciudad, incluso mejor que Starbucks. Cerré los ojos para terminar mi café y sonreí, aún era temprano y mamá me había dado una idea de donde llevar a Cameron.

- Ha sido una muy buena cita. – Le sonreí.

- ¿Ya ha acabado? – Ella hizo un puchero.

- Si, pero pronto tendremos una segunda. – Ella sonrió.

- La estoy esperando.

- De hecho empezará en 10 minutos. – Me levanté dejando el dinero sobre la mesa, ella parecía sorprendida. Salí rápidamente y la vi por el ventanal, le indique que se acercara y me obedeció. – Hey, Cam. – Sonreí y ella seguía confundida. – Te llevaré a nuestra segunda cita.

- Hey, estás haciendo trampa. – Reí levemente encogiéndome de hombros.

- No especificaste como deberían ser las citas. – Tomé su mano y la lleve a la parada de autobuses.

- ¿Y tú auto?

- No uso mi auto en las primeras citas, yo también tengo mis reglas. – Ella frunció el ceño. – Es broma, solo quiero tomar el autobús.

- No pensé que supieras usarlo. – Subimos y corrí al fondo dejándole con una cara sorprendida mientras sacaba el dinero. – ¿Sabes que hay que pagarlo?

- Claro que sé usarlo y que hay que pagarlo, pero te he dejado a ti pagarlo por mí. Soy una mujer moderna. – Me encogí de hombros y ella rio negando mientras se sentaba a mi lado.

- ¿Qué te pasa?, estas rara. Normalmente eres mucho más seria. – Apoyé mi cabeza sobre su hombro.

- Solo estoy feliz, me siento libre como cuando pequeña. Con Emma no podía ser siempre así, ella decía que siempre debía tomarme las cosas en serio porque era como una niña y hablando con una de mis madres me di cuenta que no podía cambiar por alguien, esa otra persona debía aceptarme como era y te estoy probando, por ahora vas bien.

- Es bueno saberlo. Y me agrada también esta Violet. – Ella besó mi cabello y yo sonreí. – Recuerdo que tuve un novio casi como Emma, solo que él no me engaño y supo cuando dejar de buscarme.

- No sé qué tan bueno es que hablemos de tus ex en nuestra cita.

- Creo que deberías saber estas cosas, Londres puede ser muy grande pero si planeas visitar mi casa puedes tener malos encuentros.

- ¿Ah, sí?

- Soy toda una rompecorazones. – Ella bromeó pero de todas formas le mire.

- Espero que no rompas el mío. – Murmuré mirándole, su mirada había cambiado a una mucho más tierna.

- ¿Qué hay de ti?

- ¿Mis ex's? – Ella asintió. – Solo Emma, ella fue mi única pareja oficial el resto no fue nada importante.

- Entonces Emma ha sido la única persona de la cual te enamoraste. – Negué.

- Le quería pero no hasta ese punto.

– Entrelacé nuestras manos antes de hacerle bajar del autobús corriendo hacia la tienda de videojuegos. – Venga te pateare el trasero en los clásicos.

- Tengo un padre amante de los videojuegos, no lo deshonraré.

Estar con ella y pasar un buen rato me hacía sentir bien, yo no solía mostrarle a todo el mundo mi lado infantil porque a muchos les molestaba un poco menos a mis mejores amigos. Cameron volvía a ponerle colores a mi vida y ella estaba sacando a la luz a la verdadera Violet.

- Venga, Violet. – Ella tiró de mi hacia la máquina de peluches.

- Estas máquinas son una estafa.

- Si logras ganar uno, te besaré. – Saqué de mis bolsillos las monedas y las puse sobre el tablero.

Luego de gastar 20 libras pude sacar un maldito sapo, hubiese sido mejor comprarlo en una tienda.

- Un maldito sapo... - Gruñí sacándolo. Apesto para esto. – Cam, lo siento yo... - Sus labios me callaron.

- El trato era sacar uno, y es muy tierno de todas formas, me gusta. – Ella besó mi mejilla y sonreí, se los dije, ella era perfecta.

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora