Capítulo 48 (Final)

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Un llanto me hizo abrir mis ojos y el bostezo de Cameron me hizo entender que ella también estaba despierta.

- Iré yo. - Murmuró.

- ¿Estás segura? - Ella asintió aún con sus ojos cerrados mientras se levantaba, fue arrastrando sus pies y sonreí levemente antes de cerrar mis ojos.

- Hola, mi pequeño. - Le escuché a través del comunicador que nos había regalado Sam. - ¿Qué tienes, eh? - El llanto del niño se fue apagando. - ¿Tuviste una pesadilla?, todo esta bien. Aquí esta mami, te cuidaré para siempre y no dejaré que nada te lastime... - Y por fin el sueño me ganó aunque me hubiese gustado seguir escuchando su conversación.

Cuando volví abrir mis ojos fue porque la luz que entraba por la ventana de nuestra habitación me empezaba a molestar, miré a Cameron que dormía con su boca abierta, sonreí levemente antes de levantarme de la cama y me diera una rápida ducha, cuando ella salió seguía dormida. Fui a por Max y él miraba el techo de la habitación, lo tomé en mis brazos y bese sus mejillas haciéndolo reír. Fuimos a la cocina y lo dejé en su silla, empecé a preparar el desayuno y calentar su leche, estaba por sacar el café cuando unos finos brazos rodearon mi cintura.

- Buenos días, cariño. - Murmuró con su voz adormilada.

- Buen día, mi amor. - Ella besó mi mejilla. - Sé que me dijiste que te despertara pero te veías tan tranquila que no pude.

- Sabía que no podrías, por eso programe una alarma. - Ella sonrió y a pesar de los años aún adoraba cuando al sonreír sacaba un poco la lengua. - Tengo que ir a por el regalo de Zack, y podríamos pasar a comprarle un abrigo Max.

- Pero ya tiene al menos 10.

- Sí, pero nunca esta demás uno nuevo, ¿No? - Negué riendo levemente. - ¿Qué?

- Es que, sólo nunca te imaginé como esas madres.

- ¿Cómo cuales?

- Como mis madres. - Ella sonrio levemente.

- Bueno, entonces estoy haciendo un buen trabajo. Quizás algún día estaremos como ellas en una playa de Hawai mientras Max este ya casado. - Yo asentí.

- Sí, pero él no se casará pronto así que podríamos ir a Hawai en las vacaciones. - Ella alzó una crja mientras nos sentabamos en nuestra mesa.

- Creí que habíamos llegado a un acuerdo respecto a los grandes gastos.

- Sí, lo hicimos. Sólo digo que podríamos darnos unas merecidas vacaciones, no pensé que tener a un bebé sería tan difícil. - Ella rio negando. - ¿Y el otro año?

- ¿Qué tal en 5 años cuando Max tenga que ir a preescolar y los gastos de su educación esten cubridos?

- Bien, en 5 años iremos a Hawai. - Sonreí. - Y a Max le encantará. - Le hice cosquillas a mi hijo que miraba a sus madres. Cierto su leche, me apresuré a ver que no estuviese muy caliente antes de tomarlo en mis brazos y darle de "comer". 

Durante la tarde fuimos al centro comercial por el regalo que le había hecho Cameron a su hermano menor y terminó por convencerme para pasar a la tienda de bebés. Fuimos a la casa de mis suegros y ella sólo entró con la llave secreta de las macetas, aún me preguntó que plantas eran esas.

Cuando entramos la casa estaba decorada y los amigos de Zack estaban junto a él jugando videojuegos, pude ver a la madre de Cameron en la cocina arreglando el pastel y Scott ayudaba a su padre y a Dereck con la barbacoa. Caminamos al patio y Dereck fue el primero en verme.

- Abrid las hamburguesas de soya, ha llegado mi hija la vegetariana. - Escuché a Dereck burlarse de mí y yo le empuje aprovechando que Cameron había tomado a Max.

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora