Capítulo 44

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Aquel fin de semana acompañé a la banda de Sandra a un concierto en Manchester y aproveché de hacer una firma de libros como promoción. Sandra bajó junto a mí de aquella sucia camioneta que era bastante cómoda, era todo un sueño para Sandra y ella parecía verdaderamente feliz. Subimos a mi apartamento y le ayudé con sus cosas, ella en el fondo era toda una diva.

- Gracias por este fin de semana. - Sandra sonrió negando.

- Gracias a ti.

- No pensé que tendrías tanto público, incluso te lanzaron un sostén. - Reímos.

- Youtube nos ha ayudado bastante. - Nos miramos por un momento y vi como mordia sus labios.

- Al diablo. - Dejamos nuestras cosas de lado y conectamos nuestros labios, ella me hizo retroceder hasta que mi espalda tocó la pared. - Hay que entrar. - Ella asintió volviendo a besarme, abrí la puerta mientras ella tenía sus manos en mi cabello.

- ¡Sorpresa! - Nos separamos rápidamente y vi a las personas en mi departamento, vaya sorpresa me había llevado.

Mis madres parecían sorprendidas y vi la sonrisa burlona de mi hermano junto a su esposa, Mark negaba con la cabeza y Sam tenía su boca abierta por la sorpresa. Emma junto a Chris negaban y mi mirada se dirigió a Cameron, no pude evitar sentir culpa al mirarle.

- ¿Hemos llegado tarde? - Miré a Dereck que se acercaba junto a Scott, ambos traían regalos en sus brazos, perfecto.

- ¿Debería irme? - Murmuró Sandra.

- Quizás sea yo quien deba escapar. - Murmure pero era tarde, Marcus pasó su brazo por mi hombro haciendome entrar, miré a mi espalda y Sandra cerró la puerta una vez que Dereck junto a su hijo entrarán.

- No sabía que eras así, hermanita.

- Bueno, tú has tenido un hijo, ¿No? - Él sonrió. - Hola Bea. - Besé su mejilla y me apresuré a tomar al bebé. - Hola mi pequeño. - Dije acariciando su mejilla haciéndole sonreír.

- Hola a ti también. - Miré a Mark y rodee mis ojos. - Pudiste decirme que estabas enrollandote con Sandra como para evitar invitar a tus ex's.

- Pudiste decirme que me harías una fiesta sorpresa.

- No hubiese sido sorpresa. - Besé la mejilla del bebé antes de darselo a su madre.

- Feliz cumpleaños. - Chris me alzó en sus brazos como siempre.
- Gracias, Chris.

- Feliz cumpleaños, tonta. - Emma golpeó mi brazo. - No sabía que estabas con Sandra. - Hice una mueca. Me acerqué a mis madres que murmuraban algo.

- Lamento esto. - Ellas me miraron.

- Ya eres mayor, ¿No?

- Sí, pero son mis madres. - Ellas sonrieron levemente.

- Lamentamos alterarnos por todo, pero eres nuestro tesoro. - Sonreí levemente. - Es difícil pensar que has crecido tanto.

- Oh, esperen. - Busqué a Dereck con la mirada y él hablaba con Cameron, él me miró y le hice una seña para que se acercara. -Él es Dereck. - Dije cuando llegó a mi lado.

- Si, lo recordamos.

- Es un gusto conocer a las madres de esta chica, han hecho un buen trabajo y... - Me escapé del lugar y vi como Sandra hablaba con mi hermano, me acerqué a Cameron que no se veía bien.

- Cam.

- No debí venir. - Ella iba a levantarse pero tomé su brazo. - No.

- Sólo te iba a decir que te llevo a casa. - Ella asintió. - Scott. - Llamé al chico que se estaba devorando los bocadillos. - Diles que vuelvo en un rato, ¿Si? - Él asintió con sus mejillas llenas de comida, parecía un hámster. - Vamos.

No le abrí la puerta como solía hacerlo, y preferí poner los éxitos del momento que las las canciones tranquilas que solía escuchar pero para mi mala suerte sonó Never Forget You de Zara Larsson. Le miré de reojo cuando un semáforo estaba en rojo.

- Ponte el cinturón. - Ella murmuró.

- ¿Cómo?

- Nunca te lo pones, deberías hacerlo. - Le obedecí.

- Lamento que tuvieras que ver eso.

- No hay problema, es tu estrecha relación contigo, tu familia y tus amigos, ¿No? - Suspiré. - Dios, pensé que tenía una oportunidad contigo porque se supone que me amabas. - Escuché su voz rota y me detuve rápidamente a un lado del camino. De todas formas era de noche y no muchos pasaban por aquí. Ella estaba llorando.

- ¡Claro que te amaba y aún lo hago! - Ella me miró enfadada. - No es algo que deje de hacer de un día para otro.

- ¡Pues entonces por qué estabas besandote con ella!

- ¡Porque ella es la buena opción! - Ella se quedó en silencio. - Es la opción segura.

- Tu dijiste que la opción segura no siempre era la correcta.

- Sé lo que dije, pero no puedo estar contigo cuando siento que sigues mintiendo. - Ella se sacó el cinturón y bajó del auto, la seguí rápidamente poniéndole alarma al auto. - Vuelve al auto.

- Mi nombre es Cameron Nirvana Stewart, soy solamente hija biológica de mi padre porque mi madre murió cuando nací, mi padre conoció a Camden cuando tenía un año. - Ella me dio un leve empujón. - Estudié en escuelas promedio y era destacada por mis calificaciones y porque una vez golpee a un chico y lo dejé en el hospital, él no presentó cargos porque si no iba a presentar una denuncia por acoso sexual. - Ella me dio otro empujón haciéndome retroceder. - Cuando me dieron la beca en la universidad trabajé de camarera por casi un año para ayudar a mis padres y pagarme el maldito autobús. - Otro empujón. - Conocí a Andrew y era un buen chico, lo quería hasta que te conocí y empezó con toda la mierda. - Otro empujón. - Amó a una chica que es estupenda con mi hermano, que es estupenda en todo y eso hace que todos le amen, pero yo le amó porque me hace olvidar todo lo malo en mi vida. - Ella tenía lágrimas en sus ojos mientras me dio otro empujon dejándome en el capo de mi auto, me apresuré a apagar la alarma. - Esto esta mal.

- ¿Qué cosa? - Murmure.

- Besarte luego de que besaras a Sandra.

- Pero tu no... - Ella me besó, su lengua no se demoró en entrar en mi boca. - Bien, esto debería sentirse mal pero no. - Murmure.

- Cállate. - Murmuró tirando de mi brazo haciendo que entrara al asiento trasero. - Empecemos de nuevo. - Murmuró cuando su cuerpo quedó sobre el mío. - Sin problemas.

- Los problemas me siguen. -Murmuré mirando sus ojos.

- Entonces los superaremos, juntas. - Ella volvió a besarme.

- Siento que luego de todo, esto no es justo para ti. - Murmuré cuando sus labios bajaron a mi cuello.

- Deja de hablar. - Asentí cuando ella me dio una mordida en el cuello.

- Sé que... - Ella se quitó su camisa y tragué fuertemente. - Sí, me callo. - Le besé y pude sentir su piel cálida bajo mis manos. - Espera, - Ella suspiró rodando sus ojos. - sólo una cosa más.

- ¿Qué?

- Tú también me haces olvidar lo malo, y te amo aunque no es justo que...

- Deja de decir que es justo y que no. Te amo, también. - Asentí tomando su cara entre mis manos. - ¿Qué? - Ella sonrió.

- Es que eres hermosa. - Volví a ver ese brillo en su mirada y le besé.

Sabía que quería esperar para que fuese especial, pero debí dejarme llevar porque donde fuera iba a ser especial, y era ella quién lo hacía especial.

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora