Escupí la sangre que había en mi boca mientras trataba de no perder la conciencia en aquel callejón, miré al chico frente a mí y me sentí inútil. Sentí un líquido correr por mi cara y al tocarme la frente vi mi sangre.
- Alejaté de ella, te lo advertí. - Le miré confundida. - Te lo dije la primera vez que te ví y te mande bastante mensajes con tu amiguito. - Ahora lo del teléfono con rastreador tenía sentido.
- No eres nadie, no tengo por qué obedecerte. - Traté de levantarme pero él pateó mi estómago haciendo que me retorciera en el suelo sucio. - Maldito bastardo. - Gruñí.
- ¿Qué me dijiste? - Él me tomó el cuello de mi camisa, ahora manchada con mi sangre, y me levantó sin dejar que mis pies tocaran el suelo, él impactó mi espalda contra la pared, trate de resistirme al agarre pero era inútil.
- Estas loco. - Lo miré a los ojos y él ni se inmutó. - ¿Crees qué ca a querer volver contigo luego de qué vea lo que me hiciste?
- Me encargaré de que temas hasta acercarte a ella.
- Eso no pasará. - La sonrisa que creció en mi cara pareció molestarle porque su agarré era más fuerte. - No sabes con quién te metes.
- Sé quién eres, Violet Hayes. Y es a ti a quién no le conviene, ni a tus madres, ni a tu hermano y su familia. - La ira creció en mi y mi puño impacto en su cara en cosa de segundos.
Ambos caímos al suelo pero me apresuré a ponerme encima de él y empezar a golpear su rostro, cuando escuché como su nariz se rompía tomé su cuello con mis manos enterrando mis uñas en él.
- No metas a mi familia en nada, imbécil. - Él trató de quitar mis manos pero lo evité y relaje un poco la presión. - Si me entero de que les ha pasado algo, incluso a la familia de Cameron. Te mataré, Andrew.
- Tú sólo le dañaras como Jenna. - Me paralicé por un momento.
- ¡¿Cómo sabes de Jenna?!
- ¡Es mi maldita prima, Violet!
- Entonces deberías saber que yo traté de hacer las cosas bien, yo no tuve la culpa de que ella tratase de matarse cuando regresé con Emma. - Él soltó una risa irónica.
- ¿Eso te dijo tu mami la psicóloga?, jamás debiste estar con ella por algo pasajero. - Me levanté de sobre él y lo miré seriamente. - ¿Iras dónde Cameron?
- Si me entero de qué le has hecho algo a alguien, te mataré. - Él me miró desde el suelo y yo me fui rápidamente de aquel callejón, a pesar de estar anocheciendo bastante gente circulaba por el lugar.
Al tratar de prender el celular noté que la batería había muerto. Algunas personas me miraba extrañados, pero poco me importaba aquello, entré a una floreria y compré el último ramo de flores que quedaban, la verdad se las robé a un chico. Ví la hora afuera de la tienda de rolejes y suspiré, los autobuses iban llenos y odiaba aquello así que decidí caminar. No creí que fuera tanto pero tarde al menos una hora en llegar a casa de Cameron, toqué el timbre y agradecí que ella fuera quién me abriera la puerta.
- ¡Feliz San Valentín! - Ella me miró asombrada. - Lamento tardar pero...
- ¿Qué diablos te paso? - Ella me obligó a entrar.
- La verdad, creo que tengo una contusión. - Ella me obligó a sentarme en el sofá y desapareció.
Aproveché para tirar las flores del florero para poner las mías, cuando ella volvió negó con la cabeza riendo.
- Al parecer si tienes una contusión. - Ella suspiró antes de volver a sentarme en su sofá, ella sacó alcohol y algodón. - ¿Quién te venció, super ninja?, ¿Una escalera?, ¿Un torneo sádico?
ESTÁS LEYENDO
Violet
عاطفيةViolet Hayes, una joven estudiante de psicología como una vez fue su madre y una gran artista como lo era su hermano. No era como sus compañeras de clase o incluso su novia, ella era bastante diferente a su entorno, o eso creía. A veces una persona...