Violet

Capítulo 39

Pude sentir las pequeñas pero pesadas patas del capitán Meow sobre mi espalda y cuando abrí mis ojos levemente una luz invadió mi habitación y escondí mi cabeza en mi almuhada.

- Demonios, me has quemado la retina.

- No seas exagera, Violet. - Ella me quitó la almuhada y no pude evitar gruñir. - Es hora de levantarse.

- Es sábado.

- Y ayer viernes y mañana domingo, genia. - Frunci el ceño mientras ella me hacía levantarme.

- Eso carece de sentido para mí, Sandra. - Ella sonrió levemente. - ¿Para qué me despiertas a estas horas?

- Vas a acompañarme.

- ¿A donde?

- Al hospital. - Ella sonrió. - Vas a venir a ayudarme con los niños.

- No, Sandra. Yo no puedo...

- Claro que puede, eres Violet Hayes. - Ella besó mi mejilla sorprendiendome. - Y tienes fans por allá.

- Esta bien.

Estas tres semanas, Sandra ha estado para mí en todo momento que ha sido posible para ella y se lo agradecí, si no fuera por ella no me levantaría cada mañana y si no fuera por ella tampoco me preocuparía de verme bien. Ella me ha dado ese conforte que necesita. Ella condujo hasta el hospital y cuando bajamos, ella bajó con una guitarra.

- ¡Chicos! - Entramos a una sala decorada que era mucho más alegra que las salas de pediatría.

- ¡Sandra! - Muchos chicos se acercaron a Sandra para abrazarle.

- Miren, he traído a una amiga. - La atención se desvió a mí. - Ella es Violet, la escritora de la cual les hablé.

- ¿Puede firmar mi libro? - Un pequeño niño se acercó a mí ycyo le sonreí.

- Claro que sí, pero necesito saber tu nombre.

- Soy Jackson. - Él sonrió entregandome su libro, que rápido.

- ¿De donde has sacado el libro?

- La señorita Sandra nos los dio, dijo que era de una gran escritora. - Miré a Sandra sorprendida y ella estaba sonrojada.

- Okay, mientras Violet les firma sus libros, ¿Qué tal una canción? - Ellos asintieron entusiastas.

Mientras firmaba los libros de los niños, no pude evitar emocionarme cada vez que recibía un abrazo de ellos mientras Sandra cantaba canciones que estaban dentro del top 100 del mundo.

- You need to get done, done, done, done. That'll work, come over we just need that slow the motion don't give that away to no one. - Escuchar la canción de Tori Kelly llamó mi atención y miré a Sandra quién veía a los chicos pero ella conectó su mirada con la mía.

Mi teléfono vibró por un mensaje y desvíe mi atención a este sin fijarme en el remitente.

"Necesito que me des una oportunidad, Violet. Al menos para explicarte todo." - Cameron.

Guardé mi teléfono y disfrute de la voz de Sandra por un rato más hasta que ella se levantó con una sonrisa para despedirse de los chicos. Había sido una buena hora de mi vida, sólo me gustaría que esos niños no estuvieran muriendo. Cuando estaba guardando su guitarra, tomé su mano y le quité sus llaves.

- ¿Qué haces?

- Yo conduciré.

- Tienes las costillas rotas.

- Están mejor, he venido hasta acá, ¿No? - Ella suspiró.

- Sé que sonará superficial pero por favor, no lo rayes. - Yo sonreí levemente antes de asentir. Abrí la puerta del copiloto y ella entró. - ¿A donde me llevarás?