Capítulo 23

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- Entonces... ¿Cómo estás? - Miré a Cameron sacando mi vista de mi libro.

- Estoy bien, ¿Por qué lo preguntas?

- Porque hoy a vuelto Emma. Idiota. - Entrecerré mis ojos mirando a Mark.

- ¿Y eso tendría que afectarme?

- No lo sé, es tu esposa. - Cameron murmuró y yo hice una mueca.

- Casi ex esposa. Y no me afecta, ¿Si? - Más que nada lo dije para que Cameron se relajara un poco, se veía tensa y sabía por qué.

- ¿Ella tiene amigas?

- Claro que las tiene, Mark. ¿Podemos dejar el tema?, ya tengo suficiente con ese tema en mi familia.

- Todos te miran. - Murmuró Mark.

- ¿Y qué?

- Al parecer los problemas te siguen. - Cameron bajó la mirada y cuando le iba a preguntar a que se refería la respuesta vino por si misma. Sandra.

- Hey.

- ¿Me vienes a golpear? - Alcé una ceja.

- No, pero venía a disculparme por eso. No debí hacerlo ni las chicas tampoco, me deje llevar por la ira y...

- Oye, esta bien. Lo entiendo. - Ella sonrió levemente. - Yo también cometí un error y... - Ella besó mi mejilla y se fué. - Cada vez mi vida es más rara.

- Ya lo creo. - Mark rió pero él se detuvo cuando Cameron se levantó y se fué. - ¿Qué le pasa?

- No lo sé, pero lo averiguaré.

Me levanté dejando solo a mi amigo, camine por los pasillos hasta encontrarle pero no estaba sola. Estaba Emma, ¿Es el día de los problemas de Violet?

- Sólo digo que te alejes de Violet. Ella se dará cuenta del error que esta cometiendo. - Me detuve un segundo.

- Si me alejo o no de Violet, es una decisión nuestra. Y la única que cometió un error fuiste tú. Déjala rehacer su vida en paz, por favor.

- Mira, escucha te daré 2000 libras si dejas a Violet. - Apreté mis puños.

- Deberías usar ese dinero para un terapeuta, ni por todo el dinero del mundo le dejaría.

- ¿Qué?, ¿Acaso te enamoraste de ella? - Bien, es hora de interrumpir porque ya conocía a Emma y ese tono de voz sólo indicaba problemas.

- Hey, te buscaba. - Miré a Cameron y ella bajó la mirada. - Vamos, tenemos que hablar - Tomé la mano de Cam y me la llevé rápidamente para evitar problemas.

Nos sentamos en una de las bancas exteriores, sabía que ella tenía un tiempo libre y a mi no me importaba perder una clase.

- ¿Qué pasa por tu cabeza, Cam? - Acaricie su mano y la miré.

- Nada.

- Por favor, hablemos las cosas.

- Es sólo que tienes un pasado algo problemático y me gustaría que la gente sepa que estamos... - Ella calló.

- ¿Juntas? - Ella bajó la mirada. - Hey, si lo estamos, ¿No?

- No lo sé, normalmente alguien sale y tiene citas.

- Entonces quieres tener una cita. - Ella me miró. - Tengamos una cita, ¿Te parece este viernes?

- Bien. - Sonrió levemente.

- Entonces, ¿Ya te puedo besar? - Ella negó y yo hice un puchero.

- Nada de besos hasta la segunda o tercera cita.

- Oh, venga ya. - Cuando intenté besarle ella se alejó riendo. - No seas mala.

- No, ya te lo dije. Es mi regla.

- Venga, que casi me violas en mi sofá.

- Por dios, - Ella tapó su cara ruborizada. - eso es una vil mentira.

- Así que tienes reglas. - Ella asintió.

- Claro, y todos las personas las respetan, todos menos... - Aproveché que esta hablando para besarle. - Tú.

- Soy genial y siempre consigo lo que quiero.

- Que niña mimada. - Yo sonreí levemente

- De todas formas te gusto. - Le saqué la lengua. - Te adelantaré algo de nuestra cita.

- ¿Ah, si? - Asentí y besé sus labios cortamente una vez más. - Te estas aprovechando.

- No parece molestarte. - Ella volvió a sonreír. La abracé y suspiré.

¿Qué me estas haciendo Cameron?, yo no soy de comportarme de esta forma.

- Oye.

- ¿Qué?

- Me estas asfixiando. - Reí levemente y la solté.

- Lo siento. - Ella se separó levemente y besó mi mejilla.

- ¿Qué esta pasando aquí? - Mark se detuvo frente a nosotras.

- Nada que te incumba. - Sonreí.

- ¿Ves?, te lo dije Cameron. Ella es una pésima amiga, nunca me cuenta nada. - Mark hizo un puchero haciendo reír a Cameron.

- Bien, te lo contaré. Me gusta Cameron, yo le gusto a Cameron, fin.

- Me debes algo. - El estiró su mano y suspiré, demonios. Saqué mi billetera y le dí el dinero.

- ¿De qué es eso?

- Nada importante. - Sonreí pero ella me miró hasta que suspiré. - Sólo que Mark dijo que pasaría esto antes de navidad.

- Oh, lamento hacerte perder dinero.

- Da igual, valió la pena.

VioletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora