el jefe

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-¡cierra la puta boca!-grito Jace-¿sabes que pienso yo? Que tu estas olvidando quien eres aquí dentro. Creo que te he dado demasiadas libertades y ¡crees que puedo soportar tus putos comentarios todos los días!-se distancia era tan mínima a mi que si no tendría su mano en mi boca podría jurar que nuestros labios se rozarían-creo que es hora de ponerte en tus capillas Young. Espero que antes de que alguien de aquí acabe con tu vida por ser tan intolerante aprendas que aquí, yo soy el jefe, y yo hago lo que se me la raja, ¿entiendes eso?-apretaba tanto su mano a mi que hasta me costaba respirar, y lo hacia entrecortadamente. Me soltó violentamente haciendo que mi cuerpo caiga estrellándose con el piso, tome una gran bocada de aire del cual había estado reprimida. Jace caminaba hacia atrás de la sala y mire al suelo intentando calmarme.

-tu no eres ningún jefe, tu eres un cobarde-se paro estaticamente y me miro por lo bajo.

-¿que has dicho?-susurro amenazadoramente.

-eres débil, crees que eres mejor que todos. Quieres demostrar tu "fuerza" sobre alguien que tiene mucha menos que tu. Eres un cobarde, eres débil-le dije entre dientes. Lentamente se dio la vuelta para mirarme y levanto la ceja. Se acerco a paso pesado hacia mi y volvió a acorralarme junto a la pared.

-¿con que soy débil, eh?-me miro burlonamente-pues déjame demostrarte lo débil que soy, cariño-de repente me cogió fuertemente de las piernas he hizo que mi cuerpo cayera fuertemente en el suelo. Antes de que siquiera me pudiera mover se poso arriba mio y me cogió las muñecas por encima de mi cabeza.

-si quieres hazlo, hazlo conmigo. Pero no la toques a esa niña. No sigas arruinando mas vidas aquí dentro Jace-susurre débilmente.

No se por que había dicho eso, o si lo había dicho de verdad. Pero al pensar en la frágil mirada que Natalii me dio esa niña de unos 14 o 13 años, no podía imaginarla gritando con desesperación mientras tres psicópatas la acorralaban, ademas, al ser la nieta de la presidenta, ella seguramente nunca se habría imaginado tener que pasar por un acto tan violento y activo. Posiblemente no sobreviviera, y si yo amenazaba al mundo entero con aquello, nunca mas me lo podría olvidar. Jace volvió a suspirar y corrió su mirada de mi.

-creo que no tienes algo en claro Carolina. Si quiero violarla, lo hago. Si quiero hacértelo a ti, lo hago. Si un día me drogo y quiero matar a cualquier hijo de puta que se me cruce por delante, lo hago, ¿entiendes eso, eh niña bonita?-mis pelos se pusieron de punta al saber que el tenia toda la razón en aquellas palabras que lastimaban mis oídos escucharlas-si yo quisiera violarte, lo haría cuando quiera-dijo sin expresión y se dio vuelta.

-¿eso da a entender que no quieres?-mis palabras sonaron en un susurro casi inaudible. ¿no quería? ¿Jace Brown no quería aprovechar su status para hacer lo que se le plazca? Si Jace tenia un agujero en el cual encajar su miembro, fácilmente lo haría sin remedio. Así que me llevaba a dos conclusiones. ¿seria que se la pasaba violando a las demás niñas? No lo creo, pasaba la mayoría del tiempo conmigo. Entonces... ¿seria que de veras era tan blando como para no querer ponerme un dedo encima? No lo sabia.

Tampoco es como que quisiera que lo haga.

-¿es que acaso ya me extrañas dentro tuyo, Carolina?-dijo con tono burlón y levanto una ceja. Cerré fuertemente mis ojos.

Los gritos, escuchaba de nuevo los gritos. Mis gritos de desesperación y suplica, los que se mezclaban con los suyos de placer., de súbito y completo placer.

Cada grito, cada lagrima, cada herida le hacia mas feliz. El se alimentaba de mi sufrimiento, el era mi sufrimiento. Mi demonio personal que me atormentaba encerrado en mi mente.

Aun sentía sus manos en mi cuerpo creyendo que era de su propiedad, mi piel comenzó a arder recordando esa eterna hora en la que mi vida e vio yendo por el drenaje.

Tome una gran bocada de aire y reprimí todo sentimiento que podría porvenir de mi interior. Abrí levemente mi boca intenta con al menos un hilo de voz saliera de ella.

No iba a gritar ni a llorar, eso quería el. No lo haría, porque tenia el pleno conocimiento de que hiciera cualquiera de las dos, el se vería complacido.

-dudo que tu y tu enormemente corrompida mente se controlen y vivan todo este tiempo sin apropiarse de nada. ¿es que en tu tiempo libre te buscas a una chica y la violas para no aburrirte? por que no me creo que desde...-intente recobrar mi voz-aquella vez-dije sin mirarle-te la hayas aguantado-Jace me miro por unos segundos y luego hizo una sonrisa de lado y miro hacia su derecha conteniendo la risa. se iba a reír de mi.

-¿celosa, niña bonita?-ese comentario desquiciado y sinico comprobó mi expectativas. Que condenado hijo de puta-escucha-carraspeo la garganta-si quieres divertirte fácilmente lo podremos hacer después. Pero ahora quiero terminar de grabar el jodido vídeo, así que siéntate en esa silla, cierra la puta boca y solo la abres para decir lo que te ordene, y luego la abrirás para...

-¡ya lo capte! graba-lo interrumpí abrupta mente antes de que quisiera seguir su sinica oración. El sonrió de lado y se movió atrás de la cámara, la cual instantáneamente comenzó a grabar.

-ellos me dijeron que les diga un mensaje-dije lo mas cortante posible. "entre mas rápido lo haga, mas pronto me libero de ello"-el dijo, que si no tiene el dinero en justamente una semana-mire hacia el costado tomando aire-se mostrara un vídeo en cadena nacional de como... de como...-mis voz comenzó a temblar, cerré fuertemente los ojos intentando proseguir-un vídeo de Natalii siendo violada por tres de los hombres de Jace-susurre con un hilo de voz que automáticamente se iba apagando. Intente seguir con una de mis frases inspiradoras a pagar intente hablar de lo horroroso que seria, de lo inocente que Natalii era. Pero nada salia. Mi voz se había cortado. Vi como la luz de la cámara se apagaba.

Stockholm syndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora