calientame

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-a.algo-dije entre cortadamente.

Pasaron unos breves segundos hasta que sentí de la absoluta nada, un tibio brazo que recorrió todo mi abdomen hasta unir mi cuerpo al suyo en un tibio abrazo, que también se le unió el otro brazo pasando por debajo de mis pechos y unirse al otro mas adelante.

Sentí mi cuerpo totalmente unido al suyo. Su cabeza llegaba poco mas arriba de la mía y su pecho unido tras mio, mis piernas se doblaban en forma fetal, y las suyas las contorneaban perfectamente.

Me puso los nervios de punta sentir que me tocaba tan abruptamente. Así, no iba a poder dormir. Pero había que admitir que estaba caliente. De ambas formas.

No efectué palabra alguna, ningún sonido salia de mi boca la cual estaba completamente cerrada.

Pero luego el miedo se apodero completamente de mi cuando comencé a sentir unos débiles labios húmedos besar mi cuello por detrás, joder no.

-Jace...-lo llame con un hilo de voz, el me ignoro completamente-Jace, no-suplique con voz casi inaudible. El encamino mas sus besos a cerca de mi oído y susurro.

-shhh, calla-dijo en un susurro ensordecedor. Coloco una mano sobre la cama traspasando de su lugar hacia atrás delante del mio y siguió con sus besos pero esta vez en la parte central de mi cuello, y en pocos segundos, estuve encerrada bajo sus labios.

¿así seria esta vez? ¿cuando estaba mas indefensa y herida que nunca? ¿cosa de que no pudiera siguiera defenderme? Cuando Jace me estaba comenzando a caer soportable.

Lance un gemido, era demasiado brusco. Su sonrisa se agrando cuando escucho mis quejidos.

Puse mis manos en su pecho en un intento de empujarlo, pero el las agarro rápidamente y las coloco tras mi cabeza. Joder. Mis ojos se humedecieron al tanto que todos aquellos borrosos e imborrables recuerdos volvieron a mi mente. ¿por que Jace siempre tenia que ser así? ¿No se cansaba de tirarse la mierda encima? ¿no se cansaba de ser tan frío, calculador y sádico?

Involuntariamente unas pequeñas lagrimas comenzaron a caer por mi rostro silenciosamente, peor eso basto para que Brown lo notara.

-no llores, mi dulce Carolina. No te haré daño, y espero de verdad no hacerlo-me beso delicadamente la mejilla

Continuo besando mi cuello hasta llegar al borde de mi ya rota remera. Una vez allí levanto su rostro y me miro de reojo.

-¿puedo?-levantado una ceja e hizo referencia a quitar mi remera. ¡joder, que no puedes! Pero mi boca no salia a gritos.

-no...n.o, e-espera, Jace-tartamudee de forma débil y sin conveniencia. El se rió debilitante.

-tranquila niña bonita, dije que no te haría daño-susurro aun besando mi cuello. Sentí que abandono una de mis muñecas y la unió al agarre de su otra mano que aun sostenía. Y la otra que le quedo libre, la traslado hacia la parte alta de mi vientre y cogió la remera tirándola de un empujón hacia arriba y la quito completamente dejándome solo en el sostén. Joder, ¿por que mi cuerpo no respondía a nada? ¡te están violando Carolina!

Corrió con su mano todo mi abdomen, ahora casi plano. Y luego hizo lo mismo pero con sus labios y depositarme besos en el. Joder, esos calientes y a la vez amargos besos que parecían quemarme toda la puta piel.

Luego se dirigió a mis shorts que tanto me había costado encontrarlos desde la ultima vez, y desprendió lentamente los botones, joder.

-Jace...por favor-de nuevo esa débil y quebrada vos salia de mi garganta haciendo que el la volviese a ignorar por completo.

Deslizo vagamente mis shorts por mis largas y arruinadas piernas hasta que en lo único que quede es en medias de piel y ropa interior. Joder, que jodida vergüenza.

Miro mis piernas y volví la cabeza a mi sonriendo burlona y mediaticamente.

-no sabes lo que me gustan esas medias-me susurro mordisqueando el lóbulo de mi oreja. Joder, malditas medias que me obligo mi prima a ponérmelas. ¡eran las medias de putas! ¡yo lo sabia! (esas que se enganchan con la cinta y luego se abrochan a la ropa interior baja).

Sentí una de sus manos recaer en uno de mis muslos, y allí fue cuando todo mi cuerpo reacciono.

-espera Jace no.. no otra vez, por favor-suplique desesperadamente, el me miro sonriente mente calmo.

-tranquila nena. Prometo no hacerte daño-beso mi cuello-ya lo has probado. Peor que la ultima vez no sera-dijo seductoramente . Mis ojos se humedecieron pero no emitieron lagrima alguna.
-Jace no por favor...-fue mi ultima suplica antes de que las barreras protectoras de mis ojos fallen y cayeran mas lagrimas de ellos. Jace me miro por unos segundo y luego suspiro con la cabeza gacha, corrió cabeza hasta mi cuello y mientras lo besuqueaba suavemente me susurro.
-no llores Carolina-continuo besando.
-no lo hagas-me ignoro-por favor-las lagrimas siguieron saliendo de mis ojos-juro que mas adelante estaré preparada, pero por favor ahora no-sentí como su estomago se movía y me daba a entender que dio una leve risa.
-tu no estarás lista jamas, Carolina-dijo con gracia. Mis ojos se apuntaron aun llorando a los suyos. Sus ojos eran tan profunda como un mas sin salida. Al ver los míos, estos se alivianaron y me miraron hasta con pena. Luego bajo la mirada y se quejo en silencio.
-joder, de acuerdo. Pero no me prives de gozar tu cuerpo Carolina-me susurro al odio.
-¿que.. que quieres decir?-susurre tartamudeando. El sonrió maliciosamente y se encamino hacia mi abdomen, y comenzó a mordisquearlo y hasta dejar marcas.
Luego viajo hasta mis piernas y quito lentamente las cintas que sostenían medias de piel, y luego, a estas.
Se quito el cinturón de manera decidida y a lo que a mi respectaba, amenazante. Envolvió ambas puntas en sus muñecas y se acerco a mis muñecas.
-no , no Jace. No las ates-suplique deseperadamente. El tomo mis manos y las pego a los barrotes de la cama luego comenzó a atarlas como su cinto de cuero.
-tranquila Carolina, no te haré daño-termino de privarme de mis manos y se dirigió hasta mis piernas.
Agarro una con sus grandes y masculinas manos. Una la coloco casi llegando a mi tobillo y la otra, tras mi rodilla. Comenzó a besar y dejar pequeñas marquillas en toda mi piel.
En los lugares lastimados beso delicadamente la comisura enviando un escalofrió a mi columna vertebral. La parte vendada la evadió a la perfección y siguió su labor tan complaciente.
Cuando llego mas arriba un sollozo ahogado salio de mi boca, y pude sentir la sonrisa de el pegada a mi piel en sus besos.
Cuando llego al habitad de mi vientre salteo hasta bajo al igual que con mi brasier.
-estas parte les les tendré respeto-bajo la vista-por ahora-dicho eso retomo su trabajo hasta que todo mi cuerpo quedo impregnado con sus besos y caricias.
¿y adivinen que ? Ya no tenia mas frío.
Una vez que termino, se desplomo a mi lado y me abrazo de la misma manera en la que estábamos antes de que se fuera de sus casillas.
-joooder nena-alargo las palabras-me traes loco-dijo mordisqueando el lóbulo de mi oreja-no a sido tan malo. ¿verdad? -dijo con gracia burlona y acaricio con su mano mi cadera.
-me das miedo Jace-dije con voz débil pero convencida. El levanto una ceja.
-¿acaso te he hecho daño?-no lo decía con preocupación. Porque el ya sabia la respuesta.
Ni siquiera me tome el tiempo de negar con la cabeza solo baje mi mirada evadiendo sus besos.
-vamos cariño-me susurro al oído-sabes que ahora no podría hacerte daño ni aunque quisiera, que no quiero-se unió mas a mi cuerpo-ahora me tienes completamente a tus pies-susurro en un empalagoso y ronco susurro. Joder, cuando hablaba así hacia que mi estomago se diera vuelta completamente.
¿por que tenia que ser tan jodidamente sexy e idiota al mismo tiempo?
-duérmete-me dijo al oído.
-no podre-susurre casi inaudible. El me cogió de la cintura y me dio vuelta para quedar justo en frente de el. Rápidamente unió sus labios con los míos en un desquiciado pero cordial beso.
Joder, hacia bastante que no sentía sus labios con los míos.
movía rápidamente los suyos, pero era un nivel proseguible. Esta vez el beso me trajo millones de sensaciones en las que pensar. ¿por que? Aun no lo sabia.
Se despego de mis labios lentamente pero siguió a milímetros de los míos.
-intentalo-me susurro/ordeno.
-¿esa es tu forma de hacer que me calme?-dijo con sarcasmo y una voz casi agitada. El rio.
-calladita te vez mas bonita-se burlo.
-yo siempre me veo bonita-dije yo haciendo puchero. Ni siquiera sabia por que estaba de tan buen humor. ¡JODER CAROLINA! ¡INTENTO VIOLARTE! ODIALO AL MENOS.
Pero como siempre. No le hago caso a la voz en mi interior que se que tiene razón. Al contrario. Me acurruque mas en su pecho y lo escucho decir las ultimas palabras.
-lo se nena. Lo se. 



Stockholm syndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora