Día 83
Un tironeo constante en mi brazo hizo que me despertara lentamente. Abrí mis ojos encontrándome con la silueta de Jace agachado delante mio. Rápidamente aleje mi brazo del el. El se levanto y me miro desde lo alto.
-levanta-me ordeno con voz inexpresiva y se encamino hacia le placar.
Me gire en mi lugar dejando mis pies colgando de la cama. Lentamente los deposite en el suelo e hice un esfuerzo para ponerme de pie. Me tambalee unos segundas hasta que pude coger equilibrio y el dolor disminuyo un tanto.
Jace corrió la mirada hacia mi y me observo de pies a cabeza.
-¿puedes caminar?-me pregunto con voz seca y dirigiéndome una mirada de reojo. Mire hacia otro costado y no le conteste nada-tomare es como un si-dijo abruptamente y se encamino hacia la puerta, la abrió de un tirón y volvió su mirada hacia mi-camina-me ordeno y la traspaso.
Me encamine hacia el lentamente hasta que conseguí impulso y lo hizo a paso normal.
Caminamos por los pasillos desolados hasta llegar a una gran puerta blanca que me parecía conocida. Jace la abrió dejando ver una pequeña sala con muchos muebles.
La enfermería.
Se adentro y yo lo imite segundos después. Comenzó a husmear cosas en el escritorio y me miro brevemente.
-siéntate-ordeno apuntándome con los ojos la cama. Me encamine silenciosamente hacia allí y me senté dejando mis pies colgando por esta.
Jace termino de husmear en el escritorio y se acerco con una cajilla llena de cosas parecidas a la ultima vez.
Sin siquiera mirarme a los ojos tomo un algodón y lo baño de lo que yo creía, era alcohol.
-esto te dolerá-aviso despegando el algodón de la botellita-pero no puedo ponerte anestesia esta vez-dijo duramente. Cuando coloco el algodón en la herida de la pierna que me había hecha aquel tipo, sentí un ardor inaguantable irradiando a ocupar todo mi cuerpo.
Grite desgarradoramente y Jace quito el algodón de la herida. Unos breves segundos después volvió a colocarlo en esta haciendo que el ardor volviera.
Con una mano apreté fuertemente el borde de la camilla y la otra se dirigió abruptamente a su hombre e involuntariamente, mi uñas se clavaron como si no hubiera mañana en el.
Al darme cuenta corrí rápidamente mi mano de su hombro, pero el no dijo nada. Siquiera me miro, siquiera se vio inmutado por aquello.
Termino de limpiar la herida que ahora parecía mas pequeña. Tiro los algodones al cesto y se dirigió a la cajilla. De esta saco un pequeño frasco de plástico naranja. Lo destapo dejando verlo lleno de crema la cual irradiaba un perfume demasiado fuerte, pero delicioso.
Me coloco delicadamente un poco en mis piernas, contorneado por las franjillas blancas que tenia por las quemaduras.
Termino de cubrir las cicatrices y me miro alzando los ojos por unos segundos.
-acuéstate-me ordeno con voz seca. Mire insegura al camilla unos segundos. Coloque ambas manos a los costados de esta y me apoye lentamente sobre su colchón.
Jace se levanto de su arrodillamiento y me miro por lo bajo.
Llevo su mano hacia mi estomago y sentí la textura de la crema recorrer todo mi abdomen. Mi panza se contraria cada vez que esta tocaba mi piel en reacción a la frescura que la crema tenia.
Minutos después Jace termino su trabajo y cerro la crema. Volvió todo a su lugar mientras yo me sentaba lentamente sintiendo todo mi cuerpo relajado y suave.
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Stockholm syndrome
Teen Fictiontras el vidrio ella sueña con regresar. mirarse en frente del espejo y saber, que la primera señal al abrir la puerta será ver la cara inerte de quienes ella ama. pero ella sabe que eso nunca pasará. todos miran sus juguetes abandonados en la si...